“¡Bienvenido al club!”, bromeó la vocera de gobierno Camila Vallejo (PC) la tarde del viernes en La Moneda. La ministra, entre risas, contó que ese día -cuando le regaló al Presidente Gabriel Boric un par de calcetines para recién nacido-, le dio la bienvenida al grupo de los miembros del gobierno que se convertirán en padres por primera vez.
El gesto de Vallejo -quien saldrá de prenatal el 23 de diciembre- lo hizo al finalizar el consejo de gabinete, cuando sus compañeros la sorprendieron con regalos para su hijo que viene en camino.
“El gobierno más fértil de la historia de Chile”, le dijo el miércoles por Instagram la exministra del Interior Izkia Siches al Mandatario cuando anunció, en esa misma red social, que será padre por primera vez. “En tu espera, y siempre, daremos lo mejor de nosotros para que el Chile que te toque vivir sea más justo y feliz”, escribió el Mandatario en una publicación conjunta con su pareja Paula Carrasco.
El júbilo en La Moneda por los hijos que vienen en camino no solo ha estado presente por Boric y Vallejo. Un día después del anuncio presidencial, nació Manuel, el primer hijo del diputado Gonzalo Winter (FA) y en los próximos meses nacerá el hijo de la diputada Karol Cariola (PC) y el diputado Tomás de Rementería (PS).
La llegada del primogénito de Boric era un asunto que rondaba en La Moneda y el Frente Amplio (FA) desde la segunda semana de octubre, pero el Mandatario esperó las 12 semanas de rigor para hacerlo público.
La noticia del Presidente instaló en La Moneda una serie de interrogantes, no solo por la jornada laboral de Mandatario, sino que también por asuntos más prácticos en caso de que quiera alargar su posnatal -traspasando semanas de su pareja- ya que los padres solo cuentan con un permiso de cinco días. Pero además, revivió las reflexiones que se han dado en el gobierno respecto de lo que ocurre con las personas que se transforman en padres por primera vez. Sobre todo cuando La Moneda notó que precisamente ese momento vital tiene efectos en la base de apoyo que sostiene al Ejecutivo.
El hallazgo
Fue en noviembre de 2023 que los equipos de La Moneda encargados de estudiar y analizar la opinión pública se pusieron como objetivo indagar qué factores son los que determinan la aprobación y desaprobación al gobierno y al Presidente.
Para eso, la Secretaría de Comunicaciones (Secom) -que ha trabajado con empresas como Datavoz, Fases, Go Research, entre otras- sistematizó los estudios cualitativos y cuantitativos, así como las mediciones externas, para procesarlas y sacar conclusiones que permitieran entender con profundidad cómo es el comportamiento de la base de apoyo del gobierno y de la figura presidencial.
Una de las razones para hacer ese estudio, se vinculaba con un fenómeno que ha acompañado a Boric desde que llegó a La Moneda. Luego de instalarse en Palacio, a lo largo de estos casi tres años, ha registrado pocas vacilaciones y pese a todas las crisis -la última, derivada del caso Monsalve- se ha estabilizado en torno al 30%, un segmento que en términos generales son jóvenes, un poco más de hombres que mujeres y de niveles socioeconómicos altos. Los datos de Cadem, por ejemplo, muestran que cuando explotó el caso Monsalve, Boric bajó a una aprobación de 25%, pero en la última medición ya había vuelto a estabilizarse en el 30%.
Al hacer zoom, los analistas del gobierno dieron con un hallazgo que, hasta la fecha, les ha permitido orientar sus estrategias comunicacionales y ajustar en parte el diseño de gobierno respecto de las reformas y políticas públicas que ha impulsado el Ejecutivo. Los equipos de la Secom constataron que una buena parte de la base de apoyo del gobierno son jóvenes, quienes se caracterizan por tener una alta fidelidad al Presidente, pero que había un momento en que comenzaban a desafectarse de Boric.
Eso pasaba, dicen las mismas fuentes, cuando ocurría un cambio en las biografías de sus adherentes. El hito hacía referencia al momento en que esas personas se transforman en padres o madres. Es ahí, comentan los miembros del oficialismo que han sabido de este estudio, en que ocurre una fuga de adherentes y un quiebre notorio entre quienes apoyan al gobierno, pero luego dejan de hacerlo.
El segundo factor, según el mismo análisis de la Secom, apunta a que la gente tiende a aprobar más al gobierno cuando no tiene responsabilidades vitales ya que en ese momento la sensación de seguridad es distinta. Luego de transformarse en padres o madres, sienten más inseguridad y surgen con mayor fuerza presiones por los temas de economía, seguridad pública, salud y asuntos sociales. Ese mismo grupo empieza a tener mayor dificultad para lidiar con la incertidumbre. Por eso, datos de la última CEP como que la delincuencia, asaltos, robos, narcotráfico, pensiones y salud son los problemas a los que el gobierno debería dedicar sus mayores esfuerzos en solucionar entran en tensión con lo que ha sido la agenda original de Boric.
El hallazgo fue constatado por el gobierno a fines del año pasado y la Secom se ha encargado de transmitirlo en distintas instancias, lo ha presentado en reuniones con ministros del gabinete, en el comité político y también a los directores de comunicaciones de distintas reparticiones ministeriales. Por eso es que su contenido es comentado por varios funcionarios de Palacio y entre los partidos de la alianza de gobierno.
La información ha sido de especial interés para el mundo frenteamplista. El joven partido, que nació este año luego de la fusión de las distintas corrientes políticas que surgieron luego del movimiento estudiantil de 2011, tuvo en tiempo récord un meteórico ascenso a La Moneda, instalando en el sillón presidencial a un exdiputado de 36 años, el más joven en la historia de Chile.
La llegada de una nueva generación, mucho más joven que la de todos los gobiernos anteriores, ha implicado una serie de modificaciones a las formas de ser Presidente, o como lo dijo él mismo, de “habitar el cargo”. Boric, a diferencia de otros Mandatarios, ha impuesto un estilo más informal, sin usar corbata y más cercano a las personas. Y así como los adherentes al gobierno a medida que cambian sus biografías se van desafectando del Presidente, se acrecienta la distancia con la que ven ese tipo de gestos juveniles del Jefe de Estado.
En el FA comentan que los hallazgos de la Secom se han comentado en el partido e incluso con integrantes de Rumbo Colectivo, uno de los centros de pensamiento de la colectividad.
Pese a que el análisis data de fines del año pasado, su vigencia se reactivó sobre todo a fines del primer semestre, cuando los equipos del FA estaban en plena campaña municipal y regional. Lo anecdótico del hallazgo es que conforme pasan los años, naturalmente, la generación frenteamplista que llegó al poder también ha ido transitando esa misma ruta, convirtiéndose en padres.
Hace dos meses, el diputado Winter dio una entrevista a La Segunda para hablar sobre su paternidad. “Me pasa algo súper fuerte y muy emocionante, que tiene que ver con mi trabajo político. Cuando fui a la primera ecografía tomé conciencia de que lo que hagamos o no hagamos en política hoy determina muy directamente el país en el que va a vivir mi hijo. Y eso le da una seriedad, le da una profundidad, una trascendencia que se vuelve más delicada”, afirmó a inicios de octubre.
En el oficialismo son varios los que comentan que ese tipo de reflexiones han ido permeando la agenda del FA. Y no solo a nivel programático, sino que también respecto del futuro. Tanto así que cercanos a Winter comentan que transformarse en padre le ha hecho cuestionarse su disponibilidad para nuevas aventuras políticas, como una eventual candidatura presidencial. En esa misma entrevista afirmó que su rutina cambiará: “Ahora ya no existe el tiempo en que no hay nada en la agenda, porque ahora siempre hay algo en la agenda que es estar con mi hijo”.
Estable y fiel
El objetivo de analizar el comportamiento de los adherentes al gobierno no ha sido solo un asunto de interés al interior de La Moneda, sino que también a nivel de encuestadores o especialistas en opinión pública.
La base de apoyo habita en un contexto global en que las aprobaciones presidenciales dejaron de ser generosas con sus gobernantes. Estudios a nivel internacional han mostrado que el respaldo a los mandatarios comparte patrones de desgaste, volatilidad y estancamiento. Junto con eso hay dificultades para mantener apoyos duraderos, en países con ciudadanías insatisfechas y desconfiadas de sus autoridades.
La socia fundadora de Datavoz Paulina Valenzuela ha realizado estudios longitudinales para comprender cómo se mueve la aprobación presidencial. Una de las conclusiones de sus sondeos es que existe gran estabilidad en la posición de aprobación o desaprobación al gobierno de los encuestados que han participado en esos sondeos. “A diferencia de otros Presidentes, en que las aprobaciones presidenciales pasaron por ciclos más marcados, el apoyo de Boric es uno que se ha estabilizado durante estos tres años. Su núcleo es fiel y se mantiene en el tiempo”, explica Valenzuela.
En esa misma línea, agrega que “la figura presidencial de Boric concita un apoyo que es estable y que se sostiene por un tipo de vinculación afectiva y emocional con sus adherentes”. De acuerdo a las mediciones de Datavoz, esa vinculación se caracteriza por la valoración positiva que sus adherentes hacen a cualidades como la honestidad, transparencia, cercanía y empatía. Eso en contraposición a las menciones que se hacen como falta de liderazgo, inexperiencia e incompetencia, que son lo que comentan quienes no lo apoyan.
El académico de la Universidad Adolfo Ibáñez Andrés Scherman se ha especializado en opinión pública y desde esa vereda comenta las diferencias que tiene Boric respecto de quienes lo antecedieron en La Moneda. “El comportamiento de la aprobación presidencial, en este gobierno, se ha visto de manera distinta. Boric partió con niveles altos de 50%, disminuyó rápidamente y se estabilizó en torno al 30%. A partir de ahí tiene pequeñas oscilaciones, pero no cambia la tendencia de forma importante. Esto no había pasado en otros gobiernos, no había visto este nivel de estabilidad”, dice Scherman.
Pese a esa estabilidad, agrega que el gobierno tiene un serio problema: “Vemos un apoyo ciudadano que es más fiel, con un comportamiento fuerte, pero con serias dificultades para crecer y con muy poca elasticidad para aumentar”. Eso mismo ha salido en los estudios de Datavoz, en donde han podido constatar que “la desafección de partidarios al gobierno crece a un ritmo superior que la conquista de nuevos partidarios”.
Por eso, dicen en el oficialismo, los intentos de la Secom por entender los factores de los adherentes a Boric se han hecho necesarios. El gobierno está por entrar a su último año y pese a que hay voces del oficialismo que después de las elecciones de gobernadores dijeron que la presidencial está abierta, el sector sabe que corre con desventaja ante Chile Vamos, una coalición que está ordenada detrás de la exalcaldesa Evelyn Matthei. Por eso, el apetito por subir los niveles de aprobación son cada vez más grandes y sobre todo la presión por empezar a cosechar resultados positivos que hagan que ese 30% empiece a crecer.