110 días tras las rejas: exsubsecretario Manuel Monsalve pide a la justicia salir de la cárcel

Si hay alguien que ha estudiado al revés y al derecho los antecedentes de la investigación por violación y abuso sexual que tramita la Fiscalía Centro Norte en contra del exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve, es el propio Manuel Monsalve.

Y es que los 110 días de prisión preventiva que cumple este miércoles 12 en el Anexo Capitán Yáber no han sido en vano, y los tiempos en que ha estado privado de libertad los ha aprovechado para analizar cada detalle de las pruebas obtenidas por el Ministerio Público que le permitan a su defensa demostrar en juicio lo que él y su entorno alegan fervorosamente desde que fue denunciado por una subalterna de 32 años: su inocencia.

Pero antes de que los antecedentes de fondo sean expuestos ante los juzgadores, Monsalve ya resolvió con su defensor -Víctor Providel- solicitar que el Séptimo Juzgado de Santiago revise la medida cautelar que pesa sobre él desde el 20 de noviembre. Esta es la primera vez en tres meses que la exautoridad del gobierno se someterá a este examen ante un magistrado de garantía.

El tribunal, de hecho, ya agendó una audiencia ante esta petición. Según pudo conocer La Tercera, se desarrollará el 1 de abril a las 9:00 horas.

Quienes conocen de su estrategia de defensa plantean que tanto Monsalve como su abogado estaban a la espera de una serie de diligencias que había solicitado a comienzos de año ante el fiscal jefe Francisco Jacir. Entre ellas estaba la realización de una nueva declaración de la exjefa de Inteligencia de la PDI, Cristina Vilches, quien -para el médico de 59 años- es una testigo clave de la hipótesis que ha planteado desde un inicio, y es que habría sido drogado, al igual que la víctima, y que no recuerda nada de lo ocurrido la noche del 22 de septiembre del año pasado, cuando salió a cenar junto a la denunciante.

Hace algunas semanas el fiscal Jacir concretó un nuevo interrogatorio a la exjefa policial, quien fue removida en medio de este caso, y se le requirió respecto a la solicitud de Monsalve. Este plantea que la mujer le mostró -antes de ser denunciado por su subalterna- unas imágenes captadas por cámaras cercanas al Hotel Panamericano, donde ocurrieron los hechos, que no están ahora en poder de la Fiscalía.

En el registro, según les ha comentado a sus cercanos el exsubsecretario, se ve que tanto la víctima como él se bajan del taxi que los trasladó hasta el recinto en condiciones similares, es decir, a juicio de la otrora autoridad es una prueba relevante para demostrar que esa noche estaba bajo la influencia de una sustancia que los privó de voluntad.

A eso se sumaría la solicitud de revisión de los peritajes biológicos que se han desarrollado en el caso y que -según la versión de Monsalve- demostrarían que no hay certezas, más allá de toda duda razonable, de que se concretó un acto de connotación sexual como ha manifestado la mujer. A eso se suman las conversaciones posteriores al 23 de septiembre que mantuvo con la víctima y que cuando se decretó su prisión preventiva, en noviembre del año pasado, la justicia no tuvo a la vista.

El exsubsecretario es consciente -tal y como plantean también su equipo de defensa y su familia- que su caso tiene un componente comunicacional relevante. Por eso mismo, Monsalve no quiso solicitar la revisión de cautelares hasta que estuviera completamente seguro de que cuenta con antecedentes que pueden ser ponderados por un tribunal para dejarlo bajo otra cautelar tan gravosa como puede ser un arresto domiciliario total, pero sacarlo de la cárcel a meses de lo que demorará el inicio de su juicio.

Y es que está en la retina de su entorno lo que ha ocurrido con otros casos mediáticos como el que afecta al exfutbolista Jorge Valdivia y a la propia exalcaldesa de Maipú Cathy Barriga, quienes han salido y retornado a la prisión cada vez que han revisado su situación judicial. Luego de tres meses de investigación, su defensor y él mismo tienen la convicción de que están en condiciones de persuadir a un tribunal que las circunstancias judiciales han cambiado y que no existe necesidad de cautela, pues está dispuesto a enfrentar este proceso judicial en libertad.

Pero sus aspiraciones se toparán con las de la Fiscalía y la abogada que representa a la denunciante. Ambos, según ha trascendido, se opondrán a que se sustituya la medida cautelar, reiterando los argumentos que lo dejaron preso: la gravedad de los hechos, la pena de 20 años de presidio que arriesga (peligro de fuga) y que su libertad es un peligro para la sociedad.

A eso se suma que existe una arista pendiente y que podría sumar cargos en su contra, un eventual mal uso de gastos reservados.

Quienes saben de esta embestida en tribunales aseguran que en esta pasada Monsalve se juega su partida “all in”: de ser rechazada la jugada es posible que esté muchos meses más bajo la sombra de un penal.