90 minutos de vértigo: cómo será la entrega de resultados del mano a mano entre Boric y Kast

CONCEPCION: Conteo de votos en elecciones presidenciales
FOTO: ALEJANDRO ZOÑEZ/AGENCIA UNO

La secuencia se dará entre las 18 y las 19:30 horas, o, si hay algún retraso, hasta máximo las 21 horas. Históricamente el ganador de los balotajes se ha resuelto rápido, pero siempre considerando que la diferencia jamás ha sido menor a 180 mil votos. Acá, algunas pistas de cómo prepararse para mañana, y evitar caer en potenciales errores.


Era, sin dudas, el momento estelar del cargo. La imagen icónica del subsecretario del Interior entregando los cómputos de las elecciones nacionales dejó a varias figuras con instantes históricos: Alberto Cardemil compareciendo pasadas las dos de la mañana en 1988 para oficializar el triunfo del No, el imperturbable tono de Belisario Velasco durante prácticamente una década, el sudor de Guillermo Pickering bajo las luces en el estrecho informe de la primera vuelta de Lagos y Lavín en 1999, Jorge Correa Sutil informando el triunfo de Michelle Bachelet en 2006 y Patricio Rosende reafirmando la alternancia del poder con el triunfo de Sebastián Piñera en 2010.

Pero desde la amplia reforma que se hizo al sistema electoral luego de esos comicios -que, entre otras cosas, dio inicio a la inscripción automática y el voto voluntario-, el modelo cambió y se hizo digital. Con el Servicio Electoral a cargo de los conteos, y la extensión del horario de funcionamiento de las mesas hasta las 18 horas desde el tradicional cierre previo a las 16:30, uno de los puntos que se modificó fue que ya no hay un vocero, sino que se van cargando los resultados directamente en el sitio del organismo preparado para estos efectos, y son las propias candidaturas las que terminan reconociendo al ganador cuando los márgenes son evidentes.

En las dos elecciones previas, de hecho, no hubo misterios ni mucha incertidumbre. En el caso de 2013, lo que se preveía desde el inicio de la contienda como un triunfo de Michelle Bachelet se expresó en una diferencia nítida de casi 25 puntos con Evelyn Matthei (62,17% a 37,83%). Y en 2017, Sebastián Piñera sacó un margen de más de nueve puntos sobre Alejandro Guillier (54,58% versus 45,42%), lo que hizo que, en ambos casos, hubiera un ganador claro apenas 45 minutos después del cierre de las mesas, una velocidad que es envidiada hasta hoy por otros países por el siempre eficiente conteo nacional.

A eso también ayudó que en ambos comicios los triunfos se dieron en forma transversal: Bachelet ganó en todas las regiones y Piñera en 13 de las 15 existentes en ese momento -Ñuble es oficialmente región desde 2018-, perdiendo sólo en Aysén y Magallanes, coincidentemente las dos regiones donde hubo una menor cantidad de votantes.

De hecho, hace un par de días la plataforma DecideChile, de la empresa de big data Unholster, realizó una visualización en que muestra cómo fueron evolucionando las votaciones minuto a minuto en la segunda vuelta de 2017 y en la primera vuelta de este año.

Visualizaciones Unholster Elecciones
Visualizaciones Unholster Elecciones

¿Pero qué pasaría en el caso de que el resultado entre Gabriel Boric y José Antonio Kast sea estrecho? ¿Hay posibilidades que, como ocurrió en algunos estados en la última elección de Estados Unidos, haya un cambio de tendencia en pleno cómputo, con uno ganando primero y el otro recuperando terreno después? ¿A qué hora debiera estar claro el ganador? Ésta es una guía para tratar de entender lo que puede ocurrir, proyectando cómo será el conteo -y sus potenciales circunstancias- a partir de la experiencia de elecciones previas.

1. La diferencia importa

Hay que partir con una precisión: todo apunta a que el conteo será vertiginoso. A diferencia de otras elecciones de este año -como la de convencionales, gobernadores, alcaldes y concejales, o la de primera vuelta, que tenía voto presidencial, de diputados, de Cores e incluso senadores en algunas regiones-, acá sólo hay una papeleta y dos opciones. Es decir, cualquier variación o cambio en las tendencias no ocurrirá en cosa de días ni de horas, sino que probablemente de minutos.

Un segundo punto es que el Servel va informando los resultados de las mesas en la medida que les van llegando, con actualizaciones que usualmente se dan en torno al 5%, 10%, 20%, 35% y 50% de los votos durante la primera hora u hora y media de conteo. En cualquier caso, el escenario inicial será así: a las 18 horas, o máximo a las 18:10, el Servel subirá una primera actualización con los votos del extranjero, y luego irá agregando las mesas a nivel nacional. Cabe destacar que acá no hay una distinción a nivel regional ni una ponderación: se entrega todo apenas llega.

¿Cuándo, entonces, sería la primera opción realista de saber quién ganó y bajo qué condiciones? Hay cierto consenso de que si la diferencia fuera mayor a cinco o seis puntos a la altura del 20% del conteo, sería muy complejo que ese escenario se diera vuelta. Y a esa cantidad de mesas escrutadas se ha llegado, en las elecciones previas, en algún punto -minutos más o menos- en torno a las 7 de la tarde.

El único factor que razonablemente podría alterar este escenario es que, tal como ocurrió en primera vuelta, haya zonas del país donde haya filas largas para votar a las 6 de la tarde, por lo que las mesas no podrían cerrar hasta que vote la última persona esperando, sea adentro o afuera del local. Pero incluso en ese caso, el retraso en esos puntos se ajustó en cerca de una hora.

2. El factor regional

Si la distancia es menor a ese rango, y en especial si es de menos de tres puntos a ese momento, comienza el escenario complejo. Hay un factor que podría ser distinto en estos comicios a lo que ocurrió en las elecciones anteriores: los resultados a nivel regional de la primera vuelta presentaron fuertes diferencias, y en particular la Región Metropolitana -una de las que tuvo mayor participación- fue proporcionalmente detrás en el conteo al inicio.

Eso se notó en que, al 10% de las mesas escrutadas, Kast sacaba una ventaja de 6,3 puntos sobre Boric, pero al final del conteo ésta fue de poco más de dos puntos. Es decir, una variación de cuatro puntos porcentuales, explicada en su mayoría porque el candidato de Apruebo Dignidad tuvo su mejor resultado en el Gran Santiago, justo la zona que iba más retrasada en el conteo.

Es probable que esto pueda volver a pasar, sobre todo si la participación en la RM sigue siendo superior al resto del país, como es la tendencia de las últimas elecciones. Pero, hay que recalcarlo: las diferencias serían cosa de minutos, y es probable que, de existir una discrepancia, el peso de ésta esté claro 90 minutos después del inicio del conteo, alrededor de las 19:30 horas.

En caso de que un candidato parta ganando en ese escrutinio inicial -el que aglutina el 10% de los votos- y luego cambie la tendencia, sería la primera vez que ocurre en la historia de las segundas vueltas, aunque hay que considerar que en tres de ellas (Lagos-Lavín 2000, Bachelet-Piñera 2006 y Piñera-Lagos 2010) el primer cómputo se daba con una elevada cantidad de mesas para justamente evitar esta posibilidad, siempre con un piso mínimo del 50%.

Pero hay precedentes de que eso ha ocurrido en otras elecciones tras la implementación del voto voluntario. Tres casos emblemáticos son la primaria presidencial entre Andrés Allamand y Pablo Longueira en 2013, la elección senatorial de Santiago Oriente en que Manuel José Ossandón repuntó contra su compañero de lista Laurence Golborne ese mismo año, y la segunda vuelta de gobernadores en la Región Metropolitana de este 2021, quizás el caso más extremo: aunque en los primeros conteos Karina Oliva llegó a tener 20 puntos de ventaja con Claudio Orrego, el postulante DC terminó superándola por 5 puntos porcentuales.

3. ¿A qué hora hay presidente?

Si lo más pronto que uno podría asumir que hay presidente electo en caso de que hubiera una diferencia amplia sería en torno a las 18:45, el margen más tardío sería en torno a las 20 horas, cuando ya debiera estar escrutado cerca del 90% de los votos. Si a esa hora la diferencia es mayor a un punto porcentual, sería muy difícil que la tendencia cambiara.

El único escenario que podría extender la incertidumbre es si la diferencia es menor a ese punto, que probablemente representa entre 70 y 75 mil votantes. En general, el punto que se define como la estrechez sobre la cual se esperaría un pronunciamiento formal es de un voto por mesa, y son prácticamente 47 mil en el país. De hecho, el comando de Kast ha señalado que si eso ocurre esperará la certificación oficial de la elección.

Pero si la diferencia es de tres puntos o más, como ha ocurrido en todas las segundas vueltas -salvo la de Lagos-Lavín, un poco por debajo de eso, pero con casi 190 mil votos de distancia-, el resultado debiera estar sellado en los 90 minutos después del cierre de las mesas, es decir, a más tardar a las 19:30. Prácticamente un partido de fútbol de distancia que separará a Gabriel Boric o José Antonio Kast de poder llamarse oficialmente presidente electo.

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