A qué viene y cómo remueve las aguas el retorno de Bachelet ad portas del plebiscito
El retorno de la exmandataria -tras anunciar que no repostulará a la oficina del Alto Comisionado para los DD.HH. de la ONU- no dejó a nadie indiferente. Mientras la derecha ya prepara una ofensiva, en el gobierno y el oficialismo celebran porque calculan que un rol activo de la expresidenta podría favorecer al Apruebo.
Fue en febrero cuando la alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, le transmitió al secretario general de la ONU, António Guterres, que no iría por un nuevo periodo en el cargo. La decisión de la exmandataria tampoco era desconocida en Chile: ella misma se lo hizo saber a sus cercanos en su última visita al país, que se extendió por casi tres meses.
Aunque Guterres -dicen cercanos a Bachelet- le pidió permanecer en el cargo, hoy la expresidenta anunció que regresa a Chile, declinando repostular por otro período. Es así como aterrizaría en Santiago a fines de agosto, cuando solo resten días del plebiscito fijado para el 4 de septiembre, después del cual -afirman fuentes ligadas a la exmandataria- podría volver a viajar a Ginebra para realizar su mudanza y regresar definitivamente a Chile a principios de octubre. Según la exministra de Salud Helia Molina (PPD), quien es cercana suya, se instalará en el país en octubre próximo.
“Mi familia me necesita ahí y mi país me necesita ahí. No me han pedido algo específico, pero quiero estar ahí, porque creo que Chile está viviendo un momento muy importante en su historia, entonces quiero estar cerca”, dijo en una conferencia de prensa. La frase de la alta comisionada movió el tablero político a primera hora de la mañana, partiendo por el propio Presidente Gabriel Boric, quien respondió rápidamente al tuit en el que ella confirmó su decisión. “Bienvenida de vuelta!”, le escribió.
Así, desde Ginebra, y después de la 50ª sesión del Consejo de DD.HH., la expresidenta reafirmó que “es hora de volver” y aclaró que hace dos meses atrás se lo comunicó a Guterres. “He sido presidenta dos veces, así que he recibido muchísimas críticas en mi vida. Esa no es la razón por la que tomo decisiones”, replicó. Lo anterior, con el fin de despejar dudas por las duras críticas que recibió tras la visita que realizó a China entre el 23 y 28 de mayo desde países como Estados Unidos hasta ONG como Human Rights Watch. De hecho, fue el director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth, una de las voces más duras en contra del viaje que realizó la exmandataria. “No pudo ir mejor para el gobierno chino en su esfuerzo por ocultar las detenciones masivas y los abusos en Xinjiang”, declaró Roth, señalando que la alta comisionada había “adoptado la retórica de Beijing”.
Su círculo más íntimo en Chile afirma que ya tenía noción de la intención de Bachelet de regresar.
En su última visita -con ocasión de las fiestas de fin de año y la segunda vuelta presidencial, donde entregó su respaldo a Boric- contó con una nutrida agenda y permaneció en el país por cerca de tres meses. Esas semanas también fueron activas políticamente: sostuvo una reunión con el entonces candidato Gabriel Boric, encabezó una comida con el directorio de la Fundación Horizonte Ciudadano y una cita con los convencionales constituyentes del Colectivo Socialista. Posteriormente, también trascendió que en esos días se reunió con la ministra del Interior, Izkia Siches, quien recién había sido designada en el cargo.
Durante esta mañana, el convencional Patricio Fernández señaló en Radio Cooperativa que “estuve con la presidenta Bachelet en el verano y tenía tomada la decisión de volverse. Es un asunto que ella lo acarrea hace rato, no es una decisión repentina”.
¿A qué viene la expresidenta? Sus cercanos dicen que no busca un rol político ni tener un papel protagónico en la campaña del Apruebo, pero que -sin embargo- no se inhibirá de hacer gestos -como grabar un video, como lo hizo con Boric- para entregar su respaldo a la opción favorable a la nueva Constitución. Definición que ya comunicó públicamente hace algunas semanas, cuando dijo “espero que se apruebe, creo que debería aprobarse”, a Bloomberg.
La exministra Helia Molina explicitó que “la Presidenta no va a participar en ninguna campaña del Apruebo porque ella llega después del plebiscito de salida. Ella tiene que estar hasta (...) pasado la primera semana de septiembre en su trabajo, y el último consejo en que va a estar es el que termina en septiembre, entonces no hay ninguna manera de que ella participe en la campaña del Apruebo”.
El director ejecutivo de Horizonte Ciudadano, Xavier Altamirano, confirmó que la exmandataria vuelve a labores dentro de su fundación y que las definiciones que tome en la antesala del fin del proceso constituyente, serán decisiones que ella misma deberá comunicar.
“Michelle Bachelet lideró un camino participativo para cambiar de Constitución y en gran parte sentó las bases para el proceso constituyente posterior. Está lejos de ser indiferente frente a la posibilidad que Chile tenga una nueva Constitución, su compromiso es conocido. Cómo aportará y qué papel desempeñará específicamente, eso es algo que ella tendrá que decidir (...). Ella vuelve a su fundación, a su casa. Vamos a esperar a conversar con ella para desarrollar sus planes futuros”.
A nivel político, el regreso de Bachelet es visto con buenos ojos desde el oficialismo, especialmente de cara el plebiscito de septiembre. Desde La Moneda, y tras el comité político, la expresidenta de Horizonte Ciudadano y estrenada timonel del PS, Paulina Vodanovic, expresó que “su presencia en Chile puede ser un gran aliciente para que la gente apoye con entusiasmo el Apruebo”.
En el gobierno admiten que un rol más activo de Bachelet de cara al plebiscito podría favorecer al Apruebo. Lo mismo en los partidos del oficialismo donde destacan que es una de las figuras mejor evaluada, según reveló la última encuesta Cadem que midió a personajes políticos. Su capital político, agregan, sigue siendo un activo en la izquierda. Sin embargo, Helia Molina descartó que tenga un rol en la campaña. “No le demos más vuelta a la idea de si va a estar en la franja. No va a estar”, dijo.
Durante la tarde, consultada por el regreso de Bachelet, la ministra vocera Camila Vallejo aseveró: “Obviamente (...) me imagino que cualquier expresidente tendrá el interés de ser parte del momento histórico de cara al plebiscito del 4 de septiembre. Sea cual sean las posiciones o cómo vayan a votar. Pero comprendemos absolutamente la intención de ser parte de este momento histórico y poder vivirlo con sus seres queridos, su familia y sus cercanos”.
En el ámbito más personal, allegados a la exmandataria señalan que durante la misma visita de diciembre expresó que, además del cansancio, el deceso de su madre, Ángela Jeria y la distancia en ese momento la marcó. Un sentir que ella misma confidenció hace casi un año en Revista Ya.
“Yo decía, ‘¿qué hago, cómo me despido de ella?’. Un funeral en mi casa no era algo que me gustara, pero a lo mejor era la única alternativa, pero mis amigos abogados me decían ‘no, está prohibido’. ‘Voy a ver a mi mamá al hospital, a darle un besito antes de que la metan al féretro’… ‘no, porque usted tiene que hacer cuarentena’. Entonces me fui a mi casa. No pude despedirme de mi madre físicamente, tampoco pude participar ni en el velorio ni en el funeral”, contó.
Duras réplicas desde la derecha
En Chile Vamos existía preocupación respecto del rol que viniera a ejercer Bachelet por el Apruebo. Algunos calibran que su popularidad podría conseguir mayores adeptos por adherir al borrador de la nueva Constitución. De ahí que en los partidos salieron rápidamente a marcar límites.
En un punto de prensa, la vicepresidenta y subjefe de bancada de RN, Sofía Cid, dijo que “queremos pedirle a la alta comisionada que respete este proceso y que no participe ni del Apruebo ni del Rechazo. Y recordarle que su cargo le impide formar parte de campañas electorales”.
Mientras que el presidente de la UDI, Javier Macaya, sostuvo que la idea es que la campaña fuera visibilizado por “la sociedad civil, no los rostros políticos tradicionales”.
De todas maneras, algunos en Chile Vamos desestiman que pueda mover la aguja, recordando que su candidata presidencial, Paula Narváez (PS), fracasó en las presidenciales. En ese sentido, la línea estratégica es criticarla si se involucra en el proceso constituyente, y plantear que volvió a Chile al no tener capacidad de reelegirse como alta comisionada de la ONU, por las críticas que tuvo su gestión sobre todo por el reciente viaje a China.
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