Acusación contra Jackson en los descuentos: La Moneda se despliega para “arropar” al ministro más cercano al Presidente
Cuando quedan solo días para que el libelo impulsado por el Partido Republicano se vote en la Cámara de Diputados, los ministros del comité político activaron un amplio despliegue para apuntalar a uno de los hombres fuertes del gobierno del Presidente Gabriel Boric, a quienes los une una larga amistad y trayectoria política. En Palacio aseguran que se jugarán todo para que la acción no pase la valla de la Cámara Baja y así evitar enfrentar un escenario más adverso en el Senado.
Una cita con el jefe de bancada de la Democracia Cristiana, Eric Aedo, y otra con el senador socialista Gastón Saavedra tuvo hoy en La Moneda el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson. Los encuentros con ambos no fueron al azar.
El secretario de Estado tiene un objetivo claro de aquí al jueves, día en que la sala de la Cámara de Diputados se pronunciará (desde las 10.00) sobre la acusación constitucional en su contra: evitar -con el apoyo de diversos sectores- que el libelo prospere y fuerce un complejo escenario para su futuro político de pasar a la Cámara Alta.
Es en esa corporación donde el militante de RD cosechó malas relaciones, especialmente en bancadas oficialistas, en su paso por la Secretaría General de la Presidencia, cargo que ostentó desde el 11 de marzo hasta el 6 de septiembre pasado. Y, por lo mismo, él y el gobierno del Presidente Gabriel Boric se la jugarán para que el texto no pase la valla de la Cámara Baja. Esto, sobre todo, cuando el libelo impulsado inicialmente por el Partido Republicano ha logrado adeptos en sectores de Chile Vamos y los exparlamentarios del Partido de la Gente.
El libelo -entre otras cosas- acusa al ministro de “abuso de poder”; subejecución presupuestaria en materia de compra de tierras; de infringir el principio de probidad en torno a la bullada salida de la exseremi metropolitana Patricia Hidalgo; dejar sin ejecución la ley que crea el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y también la de Garantías y Protección Integral. Sobre todo aquello, la defensa del secretario de Estado sostiene que “no hay acción ni omisión imputable a este ministro”.
El momento político en que Jackson enfrentará la acusación en la Cámara Baja no es el mejor, y así lo reconocen en el gabinete. Los errores que rodearon la concesión de indultos a condenados por delitos cometidos en el estallido social -y que terminaron con la salida de la exministra de Justicia, Marcela Ríos, quien también enfrenta un libelo en su contra- han tensionado al máximo las relaciones entre la oposición y el oficialismo, pero también entre las coaliciones gobernantes; Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático. En la centroizquierda, además, no le perdonan al secretario de Estado ser uno de los referentes de la tesis del reemplazo y le asignan el haber apoyado la idea de terminar con el Senado durante el frustrado proceso constituyente.
En ese escenario y, pese a las gestiones particulares de Jackson, en Palacio recalcan que la estrategia principal para conseguir los votos necesarios para frenar la acción fiscalizadora está concentrada en la Segpres que lidera hoy la ministra Ana Lya Uriarte, quien partió temprano la mañana de este lunes a Valparaíso para reforzar las tratativas en favor del secretario de Estado y tiene contemplado quedarse allá toda la semana de ser necesario. La División de Relaciones Políticas e Institucionales de esa cartera inició gestiones una vez ingresado el libelo el 3 de enero pasado y ahora, tras volver de una licencia médica, será la propia secretaria de Estado la que tomará el timón. Tanto así que ayer fue acusada de “intromisión” por parte de los impulsores del libelo. Esta mañana en el comité político ampliado, el gobierno le pidió a sus partidos que si habían votos oficialistas complicados o en duda en sus bancadas, le avisaran a Uriarte.
Se espera, según dicen en La Moneda, que la ministra del Interior Carolina Tohá se sume también a esos esfuerzos. De hecho, ella y sus equipos también se desplegaron este lunes en el Congreso.
“Arropar” al ministro
El futuro del libelo preocupa al Presidente y así lo ha transmitido a su entorno más cercano. Por lo mismo, en el Ejecutivo no descartan que -como ha hecho en otras oportunidades- intervenga personalmente con parlamentarios para evitar un revés para su amigo y ministro. Sin embargo, el Mandatario, según las mismas fuentes, espera que todo el comité político se vuelque a evitar una derrota en la Cámara Baja.
De hecho, algunos ministros han tenido que modificar su agenda para acompañar al secretario de Estado y estar disponibles para hacer las gestiones que sean necesarias. No pasó desapercibida una fotografía que se difundió el sábado pasado en que aparecía Jackson y los ministros Mario Marcel (Hacienda) -el mejor evaluado del gabinete- y la ministra Jeannette Jara (Trabajo), revisando los últimos detalles del proyecto que ingresa este lunes al Congreso y que contempla una serie de beneficios sociales.
La estrategia, dicen en Palacio, es “arroparlo” lo más posible y recalcar que -pese a las diferencias personales que pueda tener Jackson con distintos sectores- destituirlo e inhabilitarlo para ejercer cargos públicos de aprobarse la acusación en el Senado, son palabras mayores que golpean directamente al Presidente Boric.
Ese fue el mensaje que instaló ayer Uriarte en entrevista con Estado Nacional de TVN. “El Presidente de la República tiene un gabinete ministerial y aquella persona que quisiera desbancar a un ministro del Presidente, está ofendiendo directamente al Presidente”, afirmó Uriarte, agregando que sería una “total sorpresa” que hubiese votos oficialistas en contra de Jackson. “El gobierno completo, en una forma profunda, dedicada y radical, estamos apoyando enteramente al ministro”, agregó.
Escenario incierto
Los conteos preliminares apuntan a que La Moneda enfrentará un escenario incierto. Aún no es claro si Chile Vamos (22 RN, 23 UDI y 4 Evópoli) se alineará detrás de los 13 votos republicanos. Pero si a esos 62 votos, se le suman los ex-PDG que se inclinarían por apoyar (3 legisladores), la diputada Sara Concha (Partido Conservador Cristiano) y los independientes Gonzalo de la Carrera, Gloria Naveillán, Enrique Lee, Francesca Muñoz (ex-RN), daría un piso hipotético de 70 votos en contra del ministro.
Si a eso se añaden los cuatro miembros del subcomité PDG-independiente, faltarían solo cuatro votos para asegurar la mayoría para acusar a Jackson, de participar todos los legisladores en ejercicio. Incluso, es posible que se necesiten menos sufragios, pues basta una mayoría circunstancial presente en la sala para que el libelo sea aprobado. Ello obliga al gobierno a bregar desde abajo para conseguir el apoyo de independientes y de sectores no alineados. En estos últimos grupos figuran legisladores DC, ex-DC, ecologistas y diputados sin militancia como Pamela Jiles, René Alinco, Felipe Camaño y Érika Olivera.
Quienes siguen en duda son los votos ecologistas. “Estoy meditando y consultando con la gente. Los dichos de la exseremi son graves, pero las instancias legales deben seguir su camino. El objetivo de fondo es conocer la verdad de los hechos, y, principalmente, que se aclare lo que pasó con la aprobación de la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas San Isidro en Quilicura, que fue la línea de mi intervención en la Comisión de Desarrollo Social. Queremos evitar situaciones del tipo ‘la orden viene de arriba’ desde los seremis, como lo que vivimos en Maipú con el trazado del oleoducto de SONACOL el 2019, cuya lógica observamos en los comités evaluadores por sobre las voces ciudadanas”, sostuvo la diputada de ese sector, Viviana Delgado.
Con todo, esta mañana en La Moneda veían con buenos ojos las señales de sectores de RN, por ejemplo, el diputado Andrés Longton, quien aseguró que “no estoy convencido para votar a favor -aún- de la acusación contra el ministro Jackson (...). Hay que analizar con mucho detenimiento y mucha responsabilidad esto. Estoy lejos de ser convencido”. El legislador aseguró -eso sí- que esta era una posición personal y que la bancada de su partido se reunirá este martes para ver si dan libertad de acción o definen una postura institucional. La DC, por su parte, estaría por jugar al misterio hasta el final, pero Aedo también ha dado señales de que no le parece abusar del instrumento.
En la UDI, si bien hay quienes están por no salvar al ministro, algunos como Álvaro Carter han sostenido que no harán lo mismo que el Frente Amplio le hizo en el pasado a la administración de Sebastián Piñera, donde presentaron 9 acusaciones constitucionales, dos de ellas en contra del propio Mandatario.
“Esperamos que de buena fe, con un análisis riguroso (...) Chile Vamos y por supuesto que el oficialismo nos acompañen para evitar que esta acusación constitucional se concrete”, dijo ese lunes Uriarte.
Adicional a todo el despliegue del gobierno, Jackson tiene previsto seguir con las actividades propias de su cargo esta semana, pero -sobre todo- concentrar vocerías respecto de las ayudas sociales. De hecho, hasta el cierre de esta edición participaba de un conservatorio con vecinos de Til Til para explicar los alcances de los beneficios que impulsa La Moneda. Otra forma de apuntalarlo.
Respecto de la estrategia de su defensa, en tanto, ya es claro que su abogada -Claudia Sarmiento- deducirá cuestión previa por lo que la Cámara Baja tendrá que pronunciarse primero sobre la forma y -de desecharse esa solicitud- entraría recién al fondo de las acusaciones que pesan sobre el ministro.
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