Adel al-Jubeir, ministro de Estado para Asuntos Exteriores de Arabia Saudita: “Queremos aumentar nuestra presencia en Sudamérica”
El diplomático del país petrolero conversó con La Tercera sobre las relaciones bilaterales con Chile y también de los lazos con distintos países del Medio Oriente. “El conflicto israelí-palestino es la única barrera que se interpone entre Israel y todo el mundo musulmán, no solo Arabia Saudita”, señaló.
El ministro de Estado para Asuntos Exteriores y enviado para Asuntos Climáticos de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir, es un destacado diplomático saudita. Desde 2015 a 2018 ejerció como ministro de Relaciones Exteriores, siendo la segunda persona que no pertenece a la Casa de Saud en ocupar el cargo. Previamente se había desempeñado como embajador en Estados Unidos de 2007 a 2015. También fue asesor de política exterior del rey Abdullah.
Al-Jubeir estuvo de visita en Chile esta semana, donde se reunió con el canciller Alberto van Klaveren para estrechar los lazos bilaterales y conocer la experiencia de Arabia Saudita en el desarrollo de infraestructura para gestionar y desalinizar el agua.
“Queremos asegurarnos de que mejoramos nuestras relaciones con Chile y con los países de América del Sur en general. Cuando analizamos nuestra política exterior, nos dimos cuenta de que había un déficit en nuestras relaciones con Sudamérica y Centroamérica, por lo que queremos aumentar nuestra presencia mediante la apertura de embajadas e incrementar el contacto entre nosotros. Chile comparte nuestra visión sobre nuestras prioridades nacionales, que son el empleo, el Estado de derecho, la transparencia, un sector público eficiente, la capacitación de los jóvenes y las mujeres, la apertura de sectores para la inversión, tanto nacional como extranjera, ya sea en ocio, entretenimiento, inteligencia artificial, tecnología, energías renovables”, dijo el diplomático saudita en esta entrevista con La Tercera.
“Nuestras economías no compiten, se complementan. Hay muchas oportunidades para que trabajemos juntos en este sentido. Ahora, el desafío que tenemos es que con Chile, con 78 años de lazos amistosos, pero por la distancia, la relación no creció al nivel que debería, a pesar de los puntos en común de perspectiva y filosofía que tienen nuestros dos países. Vine a Chile como parte de una gira para seguir reforzando a nuestro ministro de Inversiones, que vendrá en julio con una delegación comercial.
“Hemos realizado visitas a otros países de Sudamérica. Creo que existe una percepción anticuada de Arabia Saudita. Y en Arabia Saudita, la percepción de Chile es que está muy lejos. Nosotros somos una sociedad dinámica, innovadora, que avanza hacia la inclusión, que empodera a los jóvenes y a las mujeres, que se basa en la tecnología, que se centra en hacer frente al cambio climático, que se centra en las energías renovables. Y esto es algo de lo que la gente no es consciente. Tenemos una comunidad artística, una comunidad científica y una comunidad cultural. Queremos que eso forme parte del paquete. Queremos que nuestros estudiantes vengan aquí. Queremos que sus estudiantes estudien en Arabia Saudita. Queremos que vengan artistas. Queremos que sus artistas vayan a Arabia Saudita y que desarrollemos una relación sólida, amplia y normal”, añadió.
Desde mayo del año pasado usted es el enviado de Arabia Saudita para Asuntos Climáticos. Siendo su país un productor de petróleo, ¿qué medidas ha implementado Riad en este sentido?
En mis reuniones respecto de la relación bilateral, hemos discutido ampliamente las cuestiones ambientales y el cambio climático. Somos el mayor productor exportador de petróleo del mundo y la gente piensa que a los sauditas no les interesa la producción de petróleo, la contaminación, los hidrocarburos. Eso no es cierto. Tenemos la responsabilidad de mostrar al mundo lo que estamos haciendo. Estamos llevando a cabo muchas iniciativas a nivel nacional, más de 70 en lo que respecta a la agenda climática. Adoptamos un enfoque que engloba a todo el gobierno. Aplicamos una filosofía denominada Economía Circular del Carbono, que consta básicamente de tres elementos. Un elemento es producir energía de la manera más eficiente y limpia. No quemamos gas. No tenemos fugas en nuestras tuberías. Capturamos los gases y los reinyectamos en los campos para producir más energía, de manera más eficiente. La segunda parte es que estudiamos el diseño de nuestras ciudades para hacerlas más eficientes, de modo que la gente conduzca menos. Cuando conducen menos, contaminan menos, y también ahorran tiempo. Tenemos programas para convertir los residuos en energía. Así, en lugar de gastar 2.000 millones de dólares en la recolección de residuos, ganamos 2.000 millones vendiéndolos como energía. También tenemos un elemento natural de la captura de carbono, que es verde. Así, el 30% del territorio de Arabia Saudita está en proceso de convertirse en áreas reservadas, áreas protegidas. El 30% de nuestras zonas marinas están en proceso de ser protegidas. Tenemos una iniciativa verde saudita en la que queremos plantar 10.000 millones de árboles y arbustos para luchar contra la desertificación y tener vegetación para que tengamos una captura natural de carbono. Tenemos una iniciativa verde en Medio Oriente que incluye a 23 países para hacer lo mismo en la región y hemos comprometido 5.000 millones de dólares para crear una secretaría que gestione esta iniciativa, de modo que podamos ayudar a los países de nuestra región a hacer frente al cambio climático y sus efectos. Estamos estudiando cuestiones relacionadas con las poblaciones indígenas en el Amazonas, en África y en Indonesia. Somos uno de los mayores inversionistas en energía solar, hidrógeno, hidroeléctrica y eólica. Estamos construyendo líneas de transmisión para conectar con los países de la región y con Europa, de modo que podamos producir energía verde y exportarla. Esto tiene mucho sentido desde el punto de vista económico, no es un negocio benéfico. Y sabemos que, como mayor exportador de petróleo, tenemos la responsabilidad de demostrar que podemos ser los más comprometidos en términos de lucha contra el cambio climático, porque eso nos da influencia y elimina cualquier excusa que puedan tener los países que no están haciendo lo suficiente para hacer frente a estos problemas. Creo que hay oportunidades para que trabajemos e intercambiemos información y ciencia sobre el hidrógeno verde, sobre la desalinización, para producir agua potable, sobre la lucha contra los problemas del desierto.
Respecto de las relaciones de su país con Irán, recientemente Teherán nombró a un embajador en Riad. ¿Cómo evalúa usted el estado actual de los lazos bilaterales?
Hemos tenido relaciones tensas con Irán en las últimas décadas. Creemos que nos tenemos que centrar en nuestra situación interna, desarrollar nuestra economía, nuestra gente, darles la oportunidad de sacar lo mejor de sus vidas. Y creemos en la innovación, en ser un estándar, ya sea en medio ambiente, en tecnología, inteligencia artificial. Estamos construyendo un futuro y queremos reducir las tensiones, porque queremos centrarnos en nuestra situación interna. Así que las tensiones con Irán no nos sirven. No le sirven a Irán tampoco. Hemos sido vecinos durante miles de años, seremos vecinos durante miles de años. Así que o trabajamos juntos y cooperamos y construimos una relación muy sólida o tenemos tensiones y conflictos y nadie sale beneficiado de eso. Así que las conversaciones con Irán llegaron a la conclusión de que había respeto por la soberanía de las naciones, respeto por el principio de no injerencia, respeto por el derecho internacional, un deseo de construir las mejores relaciones. Nombramos un embajador y ellos nombraron un embajador. Así que restableceremos las relaciones diplomáticas. Tendremos vuelos comerciales, tendremos delegaciones comerciales. Así que desarrollaremos una relación normal con Irán que creemos que será una contribución positiva a la estabilidad de la región. Y esperamos que podamos tomar este acuerdo y construir sobre él, hacerlo avanzar en beneficio no sólo de sauditas e iraníes, sino también de la región en su conjunto.
¿Cómo evalúa el rol de China?
China tiene una relación estratégica con Arabia Saudita. Son nuestro mayor socio comercial. Tienen una relación muy estrecha con Irán. Y China ofreció sus buenos oficios para ayudar a acercar a los dos países, y lo consiguió. Y por eso, tienen nuestro agradecimiento y nuestro aprecio.
¿Cree que se pueda normalizar la relación con Israel tal como lo hicieron otros países del Golfo?
No tenemos relaciones formales con Israel. Hemos presentado la Iniciativa de Paz Árabe (propuesta aprobada por la Liga Árabe en la Cumbre de Beirut de 2002, y que ha vuelto a ser aprobada en las cumbres de 2007 y 2017) que pedía una solución (al conflicto palestino-israelí) de dos Estados y una normalización entre Israel y todos los países árabes. Nosotros y todo el mundo islámico aceptó este plan, así que sigue sobre la mesa. Hemos considerado los acuerdos que Israel firmó con los Emiratos y con Bahréin y con otros países como una cuestión soberana que deben decidir esos países. Y expresamos nuestra esperanza de que esto conduzca a más acuerdos de paz y a una resolución del conflicto palestino-israelí. Así que aquí es donde estamos. Y creemos que hay intereses comunes. La paz en la región puede reportar enormes beneficios. Creo que hemos malgastado toda la región durante 70 años en conflictos y tensiones y no hemos conseguido la paz ni la seguridad. Los habitantes de nuestra región se merecen algo mejor. Si pudiéramos dejar atrás este conflicto, el potencial que desataría es tremendo en términos de ciencia, tecnología, comercio y desarrollo. Y esa es una de las razones por las que hemos puesto la iniciativa de paz sobre la mesa. Esperamos que se pueda llegar a un entendimiento y a un acuerdo entre Israel y los palestinos para hacer avanzar este proceso. Hemos dado pasos para señalar nuestro deseo de un movimiento hacia la paz, pero tenemos que asegurarnos de que la paz sea completa.
¿Entonces, para que Arabia Saudita normalice sus relaciones con Israel, se tiene que solucionar el conflicto entre palestinos e israelíes?
Sí, hemos dicho que el conflicto israelí-palestino es la única barrera que se interpone entre Israel y todo el mundo musulmán, no sólo Arabia Saudita. Mientras, creo que se han dado pasos tanto por parte de los israelíes como de los países árabes para crear confianza y demostrar que la paz es posible. Así que todo el mundo está enviando indicaciones a los demás para llegar a ese punto. Y yo creo que al final habrá paz en nuestra región. Es una cuestión de cuándo, no de si la habrá. Y mi esperanza es que sea más pronto que tarde. Pero para nosotros, la cuestión palestina, ese conflicto, tenemos que encontrarle una solución de un modo u otro. Creo que podemos encontrar una manera de resolverlo para que podamos pasar de un conflicto y una inseguridad a la paz y la prosperidad.
Por primera vez desde 2011, el Presidente sirio, Bashar Assad, asistió a la cumbre de la Liga Árabe que se realizó en Yeda la semana pasada, y Arabia Saudita fue uno de los promotores para que esto sucediera. ¿Cómo evaluó la presencia del mandatario en el encuentro?
La guerra siria es una tragedia. Las pérdidas han sido tremendas y no hay un final a la vista. La decisión de que Siria se reincorporara a la Liga Árabe fue una decisión unánime adoptada por todos los países árabes. La decisión se tomó en el contexto de iniciar un proceso político y de diálogo en Siria que pueda sacar al país del estado de guerra y llevarlo a un estado de reconstrucción. Y esperamos que se pueda llegar a un entendimiento para abordar la reconstrucción, el fin de la guerra, el retorno de los refugiados y que los sirios puedan llevar una vida normal. Y para ello, hay que comprometerse con la gente. Por eso apoyamos firmemente esta cuestión, porque creemos que debemos reducir las tensiones en nuestra región. Nadie se beneficia cuando hay conflictos pendientes. Estamos trabajando para poner fin a la guerra en Yemen y tenemos planes para la reconstrucción de ese país, para que los yemeníes puedan vivir una vida normal, enviar a sus hijos a la escuela, tener trabajo y oportunidades, en lugar de vivir en un estado de conflicto. Estamos trabajando con las partes en Sudán para lograr un alto el fuego. Tenemos uno temporal para permitir la entrada de ayuda humanitaria, y esperamos poder apoyarnos en eso para lograr un alto el fuego más permanente, de modo que el país pueda evitar el colapso y avanzar hacia la seguridad y la paz. Estamos trabajando con nuestros socios para intentar poner fin al conflicto en Libia. Estamos trabajando con nuestros aliados y socios en Europa y Estados Unidos para derrotar a Boko Haram en los países del G5, en el Sahel (Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger), y para tratar de ayudar a los países del Sahel para que puedan reducir la pobreza y hacer que sea más difícil para la gente abrazar el extremismo. Así que estamos trabajando en todas esas áreas, porque nuestro objetivo es construir un futuro mejor para nuestro pueblo. Y construir un futuro mejor para los habitantes de nuestra región. Y el conflicto, la tensión, ya sea con Irán, ya sea en Afganistán, en Irak, en Siria, en Israel-Palestina, en Yemen, en Sudán, en Somalia y Libia, no nos sirve de nada. Necesitamos centrarnos en el futuro.
La cumbre también contó con la visita del Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky. ¿Cuál es la postura de Arabia Saudita en este sentido?
Nuestra posición ha sido la misma desde el principio. No aceptamos la violación de la soberanía de un país ni la violación de sus fronteras. Creemos en la resolución pacífica de las disputas. Apoyamos la resolución de las Naciones Unidas que condenaba la invasión. Apoyamos la resolución de la ONU que rechazaba la anexión de territorio. Pero hemos mantenido una posición de neutralidad, porque queríamos mantener buenas relaciones con Rusia y con Ucrania, y queríamos utilizar nuestras relaciones con ambos países para ver si podíamos ayudar a reducir la tensión. Pudimos llevar a cabo un intercambio de prisioneros entre ambos países en el que participaron ciudadanos de varios países. Pudimos trabajar en la liberación de prisioneros retenidos posteriormente. Pudimos trabajar en la apertura o la autorización de las exportaciones de grano de Ucrania al mundo, porque teníamos escasez de alimentos. Y seguimos abogando por una solución negociada y hablando con ambas partes. Y proporcionamos más de 400 millones de dólares en ayuda humanitaria a Ucrania. Trabajamos con Rusia para estabilizar el mercado energético. Así que intentamos utilizar nuestra posición para poner fin a este conflicto. Creemos que el conflicto en el corazón de Europa es muy peligroso para el sistema global. Hemos visto las consecuencias en términos de seguridad energética y hemos visto las consecuencias en términos de seguridad alimentaria. Y queremos que este conflicto llegue a su fin. Que no perdure.
En los últimos años Arabia Saudita ha llevado adelante un proceso de modernización, ¿qué nos puede contar sobre eso?
El país se encuentra en medio de una gran transformación social, cultural y económica. Se ve el empoderamiento de las mujeres, el empoderamiento de la juventud. Y mientras hablamos, tenemos a una astronauta austriaca-saudita, Rayyanah Barnawi, camino a la estación espacial. Es una científica saudita. Esa no es la imagen que la gente tiene de Arabia Saudita. Tenemos jóvenes de 19, 20, 21 años creando empresas tecnológicas. Tenemos avances en materia de medio ambiente y tecnología medioambiental. Y tenemos artistas sauditas, tenemos cineastas sauditas, tenemos músicos sauditas. Somos un país muy dinámico, el 92% de los sauditas cree que el país va en la buena dirección. Y estas no son nuestras cifras, son encuestas de empresas internacionales. La juventud saudita es la más optimista del mundo árabe. El 70% de nuestra población tiene menos de 32 años. El año pasado fuimos la economía de mayor crecimiento del G20 porque todo el mundo se está moviendo a toda máquina. No separamos entre hombres y mujeres en los restaurantes ni en los lugares públicos. La gente puede hacer lo que quiera. Tenemos cines, tenemos entretenimiento. Tenemos el mayor evento musical, llamado Middle Beast, con DJ de todo el mundo. Hay sauditas que hacen escalada, que trabajan en la preservación de la vida salvaje, también se han distinguido como chefs, empresarios tecnológicos, como literatos, científicos. Y cuando digo sauditas, son hombres y mujeres, no hay diferencia.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.