Alistando un blindaje y con punto fijo de carabineros: cómo opera el Cesfam de Puente Alto amenazado con ser “reventado”
El Centro de Salud Familiar Raúl Silva Henríquez, en Bajos de Mena, refuerza su seguridad tras amenazas a su personal después de la balacera de la semana pasada que dejó un muerto y dos heridos. Con efectivos policiales siempre presentes y la medición de las áreas a blindar en marcha, los funcionarios siguen enfrentando agresiones mientras intentan reanudar la atención médica.
Visualmente, la escena era decidora para quienes llegaban este lunes al Centro de Salud Familiar (Cesfam) Raúl Silva Henríquez, de Bajos de Mena, en Puente Alto, luego de que la semana pasada un grupo de funcionarios recibiera amenazas por atender a víctimas de una balacera que terminó con dos menores heridos y un adolescente de 17 años muerto. Quienes pudieron ver el lugar dan cuenta de que es evidente que algo pasó recientemente: un punto fijo de Carabineros, se estaban llevando a cabo mediciones para blindar el lugar, mientras médicos y ambulancias paralizaban actividades.
Esas movilizaciones se dan porque los funcionarios denuncian precarias medidas de seguridad para atender a la población, y que obligaron al Ministerio del Interior a responder con un punto fijo de Carabineros que operará por 30 días y 24/7 en el Cesfam. Según informó en su momento la ministra Carolina Tohá, este punto fijo no se levantará sin antes “haber conversado previamente con los equipos. Si en algún momento es necesario levantarlo, lo vamos a avisar y lo vamos a coordinar”. De hecho, la medida podría extenderse en el tiempo.
Pero quizás si lo más llamativo es que, tal como ocurre en otros recintos de salud de zonas conflictivas del país, se comprometió un proyecto de blindaje del Cesfam, financiado por la Municipalidad de Puente Alto, que busca proteger de balas algunas a las dependencias del recinto. Al respecto, la secretaria de Estado señaló que “Carabineros realizará un estudio de seguridad tanto en este consultorio como en otros para identificar las medidas adicionales necesarias para mejorar la protección de trabajadores y usuarios”.
Y este se inició -al menos sus mediciones de metrajes- este lunes. Según aseveraron desde el municipio, estas pretenden instalarse en el área de Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAPU) del centro familiar. También se busca cambiar y mejorar las barreras en algunos de los box de atención, con el fin de resguardar al equipo de salud.
Una medida que incluso fue respaldada por la Presidenta del Colegio Médico (Colmed), Anamaría Arriagada, quien afirmó que desde el mundo de la salud “necesitan protección” frente a este tipo de hechos, señalando que se trata de “una violencia que gana espacio cuando se cierra un Cesfam”. “Hay que blindar los vidrios y las paredes, porque hay mucho impacto de balas locas que en cualquier día pueden matar a alguien que esté adentro”, agregó.
La declaraciones llegan luego de que la semana pasada, mientras los heridos eran trasladados al Cesfam, sujetos armados intimidaron a los trabajadores que estaban de turno durante la madrugada, afirmando que “reventarían” el lugar si es que los lesionados eran atendidos.
“Nos dijeron que si se salvaba a la persona que llegó herida, iban a venir a rematar al consultorio”, señaló una de las trabajadoras a radio ADN, que también dio cuenta de que médicos y funcionarios no quieren volver a trabajar, lo que afectó la atención del día.
Parte del equipo médico del sector afirma que hoy están tratando de volver a la atención normal, pese a mantenerse en movilizaciones. Este lunes se retomó la atención solo a pacientes que cuenten con categorización C1, C2 y C3, es decir, de graves a complejidad media. Lo mismo sucedió con los funcionarios de ambulancias, quienes además han mantenido el “código naranja”, que se desarrolla cuando llegan varios pacientes en esta situación.
Pero lo anterior ha desencadenado nuevas agresiones al personal de salud. Es más, desde el equipo médico del Cesfam aseveran que durante el sábado se vivió un nuevo episodio donde funcionarios fueron agredidos por pacientes que no fueron atendidos.
“Pese a que tenemos a un carabinero con nosotros en el punto fijo, las agresiones verbales continúan. La gente se molesta porque si tienen categorización menor a C3 no las podemos atender, pues no amerita atención de urgencia”, comenta una funcionaria del Cesfam.
La ministra Tohá anunció que las medidas del punto fijo de Carabineros también se extenderían al Cesfam Karol Wojtyla, ubicado a solo una cuadra del centro de salud donde ocurrieron los hechos de violencia de la semana pasada. Si bien en su momento esta era solo una posibilidad, el general de Carabineros y director nacional de Orden y Seguridad, Enrique Monrás, decidió que se haría efectivo. Desde este lunes ya está funcionando.
Desde Puente Alto, en tanto, afirman que las medidas de blindaje no han sido las únicas. Desde este lunes también se han estado gestionando otros proyectos de infraestructura que buscan mejorar los centros de salud y específicamente el factor seguridad alrededor de los centros de salud, como el cierre de calles.
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