Allamand y la jabonosa reintegración tributaria: "No existe ninguna fractura con el ministro Larraín"

"Gracias por la sugerencia, pero escuchen a las pymes de Chile". El viernes, hace tres días, el ministro de Hacienda les mandó decir eso por los diarios a él y a un grupo de senadores gobiernistas. Los RN Andrés Allamand, Manuel José Ossandón, José García, y los UDI Luz Ebensperger, José Durana e Iván Moreira sugerían a Palacio no seguir insistiendo en la reintegración tributaria mientras no haya piso en la Cámara Alta, y pensar en otras alternativas para evitar una derrota. "El realismo político indica que no existen los votos", había dicho el ex ministro y nuevamente aspirante a candidato presidencial, pidiendo así al gobierno tener "un Plan B".

El asunto ha desordenado el horizonte estratégico del gobierno. Poco antes, había sido el ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien había dicho que "las herramientas no son dogmas", frase de la que luego intentó desdecirse. Y hoy, el Presidente Sebastián Piñera cerró la puerta a transar el denominado corazón del proyecto al decir que "no se puede negociar lo que es esencial". Se jugó así a favor de Felipe Larraín, quien ha subrayado con destacador que hay un compromiso con las pymes y con la DC. Este trato se cumplió en la Cámara, pero se ve bien difícil de alcanzar en el Senado.

Ante este ir y venir, este vaivén de discursos y mensajes -y en rigor el mapa sigue casi igual- que hace más jabonoso fijar el relato el gobierno en uno de sus proyectos bandera, Allamand aclara que aunque él y sus pares sugieran tener a mano otra solución, apoyarán la reintegración en la sala, aunque se pierda. Y que solo entonces echarán a andar otras medidas.

-Así como usted dijo que el "realismo político indica que no hay votos", ¿es realista que el Presidente diga ahora que "No se puede negociar lo que es esencial"?

-El Presidente Piñera está reafirmando el planteamiento central del gobierno, en orden a la importancia que tiene la reintegración. Tiene todo el derecho a insistir en ese planteamiento, que fue una de las base del acuerdo con la DC, y que fue refrendado en la Cámara de Diputados. Yo estoy de acuerdo con las ventajas que tiene el sistema de reintegración. Sin embargo, lo que algunos senadores hemos planteado es que si la negociación sobre la base de la reintegración no prospera en el Senado por el rechazo de la misma, es necesario tener un planteamiento alternativo.

Recalca: "Todos estamos por apoyar, en una primera fase, la integración. Pero si ésta no prospera, algunos pensamos que hay que tener un Plan B".

-Pero el Presidente cierra la puerta a un Plan B al decir que "no se puede negociar lo que no es esencial. Son dos posturas divergentes, excluyentes. ¿Qué es más realista, qué tiene más realismo político? ¿Tener o no tener un "Plan B"? ¿Con qué realismo lo dice él?

-Creo que el Presidente está empujando con toda razón lo que es el planteamiento esencial de su propuesta. En consecuencia, está haciendo todo lo posible porque el acuerdo alcanzado con la DC se mantenga en el Senado.

"Nadie se opone a ese esfuerzo del Presidente y del gobierno; lo único que algunos de nosotros hemos hecho es plantear que es posible tener que enfrentarse un escenario en que tal propuesta no prospere. En ese escenario eventual, hay dos caminos: o dejar caer la reforma, o abrirse a un planteamiento alternativo. Pero yo estoy de acuerdo en que se agoten todas las instancias para dar cumplimiento al acuerdo entre el gobierno y la DC", recalca.

-¿Tiene realismo político la alternativa del PPD, de que a cambio de que el gobierno ceda en la reintegración, ese partido apoye la idea de legislar con la fórmula de bajar en 1% el impuesto corporativo a las empresas?

-El planteamiento de algunos sectores es, de alguna manera, reemplazar la reintegración con una baja en el impuesto corporativo a las empresas. En el evento que no prospere la reintegración, eventualmente habrá que ver esa fórmula y otra alternativa.

-En el supuesto que, después de una votación adversa en sala usted y los otros senadores de Chile Vamos hagan una propuesta alternativa, ¿en qué líneas generales sería? ¿Algo en el estilo de bajar 1% al impuesto corporativo? ¿U otra idea?

-En el escenario alternativo una nueva propuesta debe trabajarse con el gobierno. No corresponde hablar de cifras en esta etapa, pero es obvio que si no hay integración debe haber una rebaja significativa del impuesto a las empresas.

-Pero todo este escenario ya se sabía. Estaban sobre aviso hace meses que los senadores DC rechazaron al pacto del gobierno con ese partido en la Cámara. El presidente de su partido, RN, dijo hace varias semanas que había que ceder. ¿No se está desgastando de más el gobierno?

-No creo que todavía haya desgaste, ya que está abierta la posibilidad de que la fórmula del gobierno y de la DC adoptada en la Cámara prospere. Sin embargo, tal eventualidad enfrenta problemas objetivos: tanto el PS como el PPD han señalado que no van a apoyar la reintegración. Y lo mismo han hecho, sino todos, algunos de los senadores de la DC. Lo que hay que hacer es, simplemente, agotar las fases; el gobierno debe impulsar el acuerdo ya alcanzado, y si éste no prospera, le insisto, hay dos alternativas: o que no haya reforma, que sería muy negativo, o que pueda alcanzarse un acuerdo distinto. Pero el gobierno tiene todo el derecho de impulsar la reforma en la forma que está establecida.

-¿Qué impacto político tendría el primer camino, que fracase la reforma por un dogma?

-Todavía va a pasar mucha agua debajo de los puentes, así que no creo que sea razonable ponerse en las alternativas más extremas. El país necesita una reforma tributaria que simplifique el sistema, que sea pro inversión, y que simultáneamente contribuya a la situación de las pymes, junto con alivios a sectores, como de la tercera edad.

"En todo caso, no veo que exista un conflicto entre el gobierno y algunos de los senadores de Chile Vamos. Hay una apreciación estratégica diferente, pero todo estamos de acuerdo en impulsar en una primera fase la reintegración. No veo ningún conflicto entre el gobierno y quienes lo respaldamos en el Senado", reitera.

-Si el Presidente insiste en no ceder, ¿ustedes van a apoyar eso mismo en sala o presentará indicaciones?

-Vamos a apoyar la reintegración. Simplemente, en el evento que ésta se rechace se abren distintos escenarios, y en ese caso haremos ver nuestros puntos de vista. Pero en la primera fase todos vamos a respaldar la reintegración.

-Es decir, votarán a favor en la sala y no presentarán indicaciones. Solo si se rechaza en la sala.

-Efectivamente, eso es así. Vamos a respaldar la reintegración, pero si fracasa se abre un nuevo escenario

-¿En qué pie queda el ministro de Hacienda? ¿No queda muy horquillado? Él les dijo a ustedes "gracias por la sugerencia, pero prefiero que piensen en las pymes".

-No veo que el ministro de Hacienda quede para nada comprometido. El gobierno está agotando sus esfuerzos para sacar adelante el proyecto sobre la base de la reintegración. Nosotros hemos hecho una anticipación de escenarios. Nuestro planteamiento adquirirá vigor si el proyecto es rechazado tal como está. Pero no existe ninguna fractura entre el ministro Larraín y los senadores de Chile Vamos.

-¿Está conversando esto con el Presidente y el ministro?

-Las conversaciones cotidianas están centradas en los representantes de Chile Vamos en la comisión de Hacienda: los senadores José García y Juan Antonio Coloma. Ellos son los que mantienen la conversaciones con el gobierno, y en concreto, con el ministro de Hacienda.

-¿Ya le han dicho que ven en esto un afán suyo de diferenciarse del gobierno? ¿Que lo hace; tal vez, porque es precandidato presidencial como Ossandón?

-Para nada. Creo haber sido, y seguiré siendo, uno de los senadores que más firmemente ha apoyado la gestión del gobierno. Voy a mantener esa posición. E incluso he dicho que uno de los ejes de mi postulación presidencial es la proyección del gobierno a un segundo mandato. Hay una exageración en las eventuales diferencias entre el gobierno y los senadores de Chile Vamos.