Plan de intervención de Nicolás López apunta a que aún mantiene “prejuicios sexistas” y alerta un “alto riesgo de reincidencia”

Controles semanales y tratamientos enfocados a establecer límites en el ámbito laboral -al menos el primer año-, es parte del plan de intervención con el que deberá cumplir el cineasta nacional Nicolás López (40), condenado a dos penas de tres años y un día de libertad vigilada por dos delitos de abuso sexual. Y es que según establecieron profesionales del Centro de Reinserción Social de Gendarmería, el director de Qué pena tu vida presenta un “alto riesgo de reincidencia”, ya que tiende a justificar su actuar, manteniendo “prejuicios sexistas” y racionalización de “episodios desajustados”.

Por lo mismo, en el documento elaborado por los psicólogos Nathalia Contreras y Rodrigo Gonzáles, y que la mañana de este martes fue visado por el Juzgado de Garantía de Viña del Mar, se recalca que López requiere aumentar “su juicio crítico frente a su actuar”. No estaría siendo suficiente, por ahora, su concurrencia a misa todos los domingos, sus constantes meditaciones y sus reuniones con familiares y amigos cercanos, actividades que manifestó realizar con regularidad tras ser condenado.

“No logra un reconocimiento de los delitos de acuerdo a la verdad jurídica establecida en sentencia condenatoria, desplegando un discurso en el cual establece aceptación de los hechos que lo condenaron, no obstante, justifica sus conductas minimizando su intencionalidad, y atribuyendo factores externos facilitadores de la ocurrencia de los hechos, aludiendo elementos tanto personales como contexto social en los cuales se registran los ilícitos, manifestando actitudes tendientes a la racionalización y desplazamientos de responsabilidades”, se señala en el escrito de ocho carillas al que tuvo acceso La Tercera PM.

En atención a ello -conforme a lo establecido tras realizarle cinco entrevistas, una a su pareja y una visita a su domicilio-, se fijaron distintos niveles de intervención. El primer año, se estableció, el objetivo es que López logre establecer límites en el ámbito laboral y que gestione prosocialmente factores estresadores y/o de riesgo. Así, deberá emprender acciones con miras a desarrollar el concepto de “acoso laboral y sexual en el trabajo mediante psicoeducación”, y también, para identificar y modificar pautas “de conductas desajustadas o disfuncionales”.

Aquello, según se desprende del análisis desarrollado por los citados profesionales, porque “al explorar la interacción y la dinámica relacional con las víctimas, se observan indicadores de un ciclo abusivo interrumpido por las afectadas, lo cual, se puede extrapolar a un patrón relacional a rectificar mediante una intervención especializada en esta materia, consistente en: establecer contextos difusos con las víctimas para la seducción, en tanto, se instaura un escenario donde se mezcla el ámbito laboral-formal y social-relacional”.

También el primer año, el cineasta deberá demostrar adherencia a los tratamientos psicológicos y farmacológicos a los que está sujeto. Y adicionalmente generar adherencia a intervenciones que le permitan “propender al cambio”. El segundo año, se le fijó como objetivos: modificar pautas de vinculación y creencias asociadas al establecimiento de relaciones de pareja, y modificar distorsiones cognitivas que sustentaron la comisión del ilícito.

Y el tercer año, en tanto, tendrá que desarrollar un estilo de vida prosocial. Para ello, será derivado al Servicio Médico legal para evaluación sobre tratamientos por consumo de alcohol y para evaluaciones de personalidad.

Esto, de acuerdo con lo establecido por los evaluadores, porque Nicolás López presenta indicadores de personalidad que requieren monitoreo. Se describe, en ese sentido, que demuestra desinterés por los sentimientos de los demás, dificultad para experimentar culpa o vergüenza frente a los comportamientos desadaptativos, deficiente manejo de la ira y personalidad intimidante/controladora, grandilocuente y encanto superficial, así como la presencia de rasgos narcisistas.

Según se desprende del mismo documento, se fijó como fecha de término para la primera condena el 15 de febrero de 2026, y para la segunda, el 16 de febrero de 2029.

En medio del análisis realizado al condenado, se hace presente que, en relación al ámbito de pareja, refiere presentar alrededor de siete vínculos de pareja que ha considerado importantes. Así, se hace presente que, “respecto a éstas (salvo la última, que es su pareja actual), indica que, si bien habría existido un vínculo amoroso, estas habrían terminado de manera abrupta, generalmente por él, sin considerar que tanto las causas del término como de su forma de terminar con ellas les habría causado daño emocional, mostrando escaso interés, empatía o preocupación”.

“Asimismo, indica que la razón del término de estas relaciones habría sido producto de ‘querer vivir la vida’, debido al éxito y la fama que habría estado ganando a medida que estrenaba sus películas. No obstante, respecto de sus relaciones esporádicas, refiere haber sido ‘torpe, falto de responsabilidad afectiva, vínculos desechables’, utilizando también el término de ‘relaciones automáticas’, observándose, en estos casos, una vinculación de orden instrumental, superficial y ganancial, específicamente en el ámbito sexual”, se lee en el texto.

A diferencia de aquello, el director reconoce mantener una “buena” relación con una mujer de 35 años desde que salió del penal donde cumplió 13 días de prisión preventiva. Ella, quien también fue entrevistada, “si bien discursivamente manifiesta no estar de acuerdo con la realización de estos actos (por los que López fue condenado), sí se pesquisa una justificación de los mismos, en los cuales indica que todo habría dependido del contexto en el que se encontraban, así como de tener una tendencia a la externalización de la responsabilización en las víctimas”, señalaron los examinadores.

Considerando lo anterior, el informe hace presente que “se aprecian, algunos problemas en la autorregulación sexual. Al indagar sobre cómo encontraba satisfacción en este ámbito, al no encontrarse con pareja formal y/o estable, describe relaciones esporádicas con otras mujeres, manteniendo una actividad sexual activa. Desde el momento de los hechos a la actualidad, refiere una sexualidad satisfactoria con su pareja, no obstante, este aspectos es un elemento a abordar mediante la intervención, al registrarse el factor de riesgo específico déficit en la intimidad, resultando el discurso del entrevistado contradictorio con lo evaluado en el proceso diagnóstico inicial”.