Anecdotario de la visita de Trump a Reino Unido: mucha pompa y poco protocolo

La visita de tres días del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Reino Unido, no solo ha remecido la carrera por la sucesión de la primera ministra Theresa May, además de reflotar los temores de un Brexit sin acuerdo, sino que también ha dejado una serie de anécdotas que los medios británicos han resaltado.

La segunda jornada de Trump se inició a eso de las 9:30 am cuando llegó en helicóptero al Palacio de Buckingham. Desde ahí fue trasladado en auto hacia el Palacio St. James para una reunión con líderes empresariales. Posteriormente, el mandatario fue trasladado a 10 Downing St. para una reunión con Theresa May y otros ministros, y luego participaron de un "almuerzo de trabajo".

Fue en ese momento en que se produjo una de las primeras anécdotas del día, puesto que Trump y Theresa May no se dieron la mano para saludarse, mientras que el mandatario estadounidense y su esposa Melania Trump sí se dieron la mano con Philip May, el esposo de la premier británica. Una fuente de Downing St. señaló a The Telegraph que "uno solo se da la mano una vez al día y ellos ya se habían encontrado previamente en el Palacio St. James".

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La Reina Isabel II junto a Donald Trump en la cena en su honor en el Palacio de Buckingham Palace. FOTO: AFP[/caption]

Larry, el famoso gato de la residencia de la primera ministra, también tuvo protagonismo. El animal, un tabby marrón y blanco que lleva años acompañando a los dirigentes británicos, decidió esconderse debajo de la limusina de seguridad que traslada a Trump, conocida como La Bestia. La lluvia había empezado a caer en Londres y Larry, a la vista de todos los periodistas emplazados en el lugar, decidió meterse debajo del auto sin que nadie pudiera sacarlo de ahí.

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El gato Larry en Downing Street, debajo de "La Bestia", la limusina de Donald Trump. FOTO: AFP[/caption]

Al final de su primer día de visita, Trump y Melania, y los hijos de Trump que lo acompañaron en el viaje (Donald Jr, Eric, Ivanka y Tiffany) fueron invitados a un banquete real en el Palacio de Buckingham con 14 miembros de la familia real y 171 invitados. El menú redactado en francés incluía de plato de fondo cordero y timbal de zanahoria, además de papas al estilo "Elizabeth" y una selección de verduras de verano.

Entre las anécdotas de este lujoso banquete, se menciona el hecho de que el Presidente Trump pareció tocar ligeramente la espalda de la Reina Isabel II mientras ella hacía el brindis, lo que significa una violación del protocolo real. Para poder tocar a la Reina, el protocolo dicta que primero debe ofrecerle su mano.

Sin embargo, no es la primera vez que pasa. En 2009, Michelle Obama también rompió el protocolo y llegó a abrazar a la reina.

Por otro lado, también hubo algunas ausencias en este banquete, como el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, quien rechazó la invitación. En abril había señalado que la primera ministra "no debería extender la alfombra roja para una visita de Estado en honor a un Presidente que destruye tratados internacionales vitales, respalda la negación del cambio climático y utiliza una retórica racista y misógina". Trump, más tarde, tuvo duras palabras para Corbyn. Tampoco participó de la cena el orador de la Cámara de los Comunes, John Bercow, quien se hizo altamente visible luego de las votaciones sobre el acuerdo del Brexit. La duquesa de Sussex, Meghan Markle, tampoco asistió ya que está con postnatal.

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FOTO: REUTERS[/caption]

La familia real y la pareja presidencial de Estados Unidos se hicieron regalos en esta segunda visita del mandatario estadounidense a Reino Unido. La Reina Isabel II le regaló a Trump un libro de Winston Churchill sobre la Segunda Guerra Mundial. El regalo para Melania fue una caja de plata especialmente encargada con la tapa esmaltada.

Donald Trump y Melania le regalaron a la reina un broche de plata y seda de Tiffany & Co. en un joyero de madera personalizado de la Casa Blanca, mientras que el príncipe Felipe recibió una chaqueta personalizada del Air Force One y una primera edición firmada de la autobiografía del comandante aéreo de la Segunda Guerra Mundial, James Doolittle.

Mientras Trump se reunía con los dirigentes británicos, cientos de manifestantes marcharon desde Trafalgar Square hacia Whitehall, en dirección a Downing Street, justo cuando un globo inflable que representa a "baby Trump" volaba por los aires. Quienes protestaban esperaban a Jeremy Corbyn, quien comandaba estas manifestaciones. Luego se dirigió a las masas y señaló: "Así que les digo a nuestros visitantes: piensen, por favor, en un mundo de paz y desarme, que respeta los valores de todas las personas. Un mundo que derrota al racismo".

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Protestas contra Trump afuera del Parlamento británico en Londres. FOTO: AFP[/caption]

El gobierno de Estados Unidos ha gastado millones de dólares en lujosas suites de hotel, vehículos con chófer y seguridad para la visita de Estado de Donald Trump a Londres. Los contratos otorgados por el Departamento estatal demuestran que los contribuyentes estadounidenses han gastado US$ 1.223.230 en alojamiento VIP en el hotel InterContinental en Park Lane en Mayfair.

Además, se han gastado otros US$ 339.386 en "habitaciones de hotel en apoyo de la visita" en el Hilton en Park Lane, y en "alquiler de automóviles".

El mandatario estadounidense llevó a sus cuatro hijos adultos al viaje, además de un equipo de apoyo administrativo y detalles de seguridad, que aumentó significativamente el número de personas que lo acompañan.

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Donald Trump junto a Theresa May, en una conferencia de prensa conjunta en el segundo día de la visita del mandatario de EE.UU. en Londres. FOTO: AFP[/caption]