Ausentismo docente llega hasta el 20% en comunas de liceos emblemáticos: lo atribuyen a aumento “considerable” de licencias
Las movilizaciones estudiantiles de Santiago y Providencia han encontrado en la mayoría de los casos un pedido común: darle solución a la creciente falta de profesores y asistentes de la educación tras el retorno a la presencialidad.
Al menos entre la semana pasada y esta que inicia, cuatro establecimientos educacionales emblemáticos de la Región Metropolitana se encontraban tomados (Lastarria y Liceo Siete en Providencia; Aplicación e Inba en Santiago) y otros cuatro (Tajamar y Carmela Carvajal de Providencia; Instituto Nacional y Barros Borgoño de Santiago) estaban movilizados.
Dentro de las razones que han esgrimido los distintos centros de estudiantes para justificar estas acciones hay una que se repite en varios de ellos: los problemas asociados al ausentismo docente y la falta de reemplazos para estos.
Así por ejemplo, el Centro de Estudiantes del Instituto Nacional le hizo saber a Irací Hassler (PC), alcaldesa de Santiago, lo que en un comunicado describieron como “la evidente falta de profesores, inspectores, asistentes de aseo, falta de psicólogos”. O Evelyn Matthei (UDI), edil de Providencia, también está al tanto de lo que piden desde el Liceo Siete: “En la situación de falta de docentes y asistentes de la educación, sea por licencia, Covid-19 u otros, no existe un protocolo o reemplazo para su puesto” y que se solicita “la implementación urgente de docentes de reemplazo”.
Estas dificultades, si bien se arrastraban desde antes del regreso a la presencialidad, tras dos años de clases a distancia a causa de la pandemia se han agravado a niveles pocas veces vistos. Así lo reflejan las cifras sobre ausentismo que entregan a La Tercera algunos municipios.
Desde la Dirección de Educación de la Municipalidad de Santiago (DEM) detallan que si entre enero y marzo de 2019 -el último año antes del Covid- 622 docentes y asistentes de la educación pidieron licencia, en lo que va de 2022 ya van 767 de sus 2.839 docentes y asistentes de la educación con licencia médica, es decir, un 27%. La comparativa se traduce además en 938 licencias médicas en 2019 y 1.156 en 2022 y 12.867 días de ausencia hace tres años y 15.870 durante este.
Sobre esta temática el Centro de Padres del Internado Nacional Barros Arana fue muy claro y a través de un comunicado dio su total respaldo a los alumnos: “La falta de reemplazo de profesores por licencias médicas no es un tema de hoy. Esto se viene viendo desde hace años. La brecha educacional cada vez es más grande. Los gobiernos tanto de izquierda, derecha o concertación están al debe, los discursos dados no sirven, hay que actuar, hay que demostrar que sí les importa”.
Rodrigo Roco, jefe de la DEM de Santiago, toma el guante y analiza que en esta problemática confluyen, al menos, dos factores: el aumento “considerable” de licencias médicas en este inicio de año y que, en general, pocos quieren trabajar por reemplazos, lo que se intensifica si son por periodos breves.
“En el caso de los docentes, si tomamos como referencia la suma de días de licencia de marzo en todo Santiago, esta cifra se multiplicó por dos comparándola con marzo de 2019 y por cuatro si se la compara con marzo 2021, pasando de cerca de 1.400 a 6.000 días aproximadamente”, argumenta. Y sigue: “La confluencia de estas causas es el principal motivo por el cual no ha sido fácil encontrar reemplazos de las licencias médicas de las y los funcionarios en las diferentes tareas que son esenciales para los establecimientos. Esto es parte central de los desafíos que estamos viviendo con el regreso a la presencialidad”.
La concejala por Santiago Rosario Carvajal (independiente por Dignidad Ahora), asegura que esta es una situación que han “constatado en varios liceos y escuelas de la comuna y es parte del petitorio de los estudiantes. Hay temas de licencias, a veces muy cortas, entonces no se alcanza a reemplazar. Hay un problema con los reemplazos desde la Dirección de Educación”.
En ese sentido, asegura que “no basta con decir que los temas de educación los heredamos de otras administraciones, porque sabíamos el abandono de la educación pública en Santiago. No es excusa, esto ya lo sabíamos, el punto es encontrar soluciones y gestiones rápidas”.
Y como la problemática no ha dejado indiferente a nadie, en el concejo municipal de Santiago de la semana pasada, la concejala Carvajal traspasó la propuesta de un grupo de apoderados, que tiene relación con que estudiantes de pedagogía en práctica pudieran colaborar con la solución. “Uno de los puntos más importantes de los petitorios estudiantiles es la falta de docentes a causa de la gran cantidad de licencias de profesores de planta”, se lee en un afiche que llama a mandar el curriculum vitae a la propia concejala a quienes “creen en la educación pública y pueden colaborar desde 11 días a tres meses de reemplazo”.
“Lamentablemente la DEM no ha sido capaz de resolver y es una situación grave, porque al no tener clases los estudiantes, es donde se producen momentos en que no están en proceso educativo y eso significa que están solos y solas y ahí se provocan todo tipo de situaciones de convivencia o situaciones de violencia. Un deber básico de una sostenedora es entregar todo el cuerpo docente”, ahonda. Y cierra: “Hay un problema y es que los establecimientos no tienen sus equipos completos y eso significa que en momentos tan complicados, saliendo del encierro de la pandemia, los establecimientos están más débiles para enfrentar estos escenarios nuevos y complejos, sobre todo de violencia”.
Pero desde la DEM retrucan y aseguran que se están desarrollando una serie de acciones en el corto y mediano plazo que apuntan a disminuir las brechas y, con ello, dar celeridad al reemplazo de las y los trabajadores.
“En el corto plazo, en el caso de los docentes algunas medidas que estamos adoptando son: digitalización del proceso para disminuir los tiempos del levantamiento de necesidades en las escuelas y liceos; un Plan de Apoyo Pedagógico para la recuperación de los contenidos en el periodo de ausencia del docente, a través de la contratación de docentes que estén siempre disponibles; llamado a estudiantes de cuarto año de pedagogía quienes con habilitación por parte del Mineduc estén autorizados para realizar clases”, detalla Roco.
Mientras, agrega que en el caso de los asistentes de la educación, una de las medidas adoptadas es la contratación del reemplazo por todo el periodo del primer semestre, con especial foco en labores auxiliares, además de haber generado cuadrillas de aseo para apoyar esta labor en las escuelas y liceos. “Es importante considerar que la exigencia de contar con cuarto medio para ser asistente de la educación genera menos gente interesada para realizar labores de aseo y auxiliares. Las cuadrillas nos han permitido, en parte, superar este problema”, asegura.
En Providencia, en tanto, informan que de sus 608 profesores, el 10,45% se encuentra con licencia actualmente y que en 2019, la cifra era casi la mitad, con 6,31%. En este municipio declinaron referirse al ausentismo que los aqueja y solo se limitaron a dar los números antes consignados.
El problema, en todo caso, parece no solo afectar a las comunas con establecimientos emblemáticos, lo que se ve reflejado en aquellas con mayor matrícula, como Maipú, donde entre enero y abril de 2019 tuvieron un total de 1.991 licencias médicas, mientras que en el mismo periodo de este año fueron 2.131.
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