Hasta la sede de la UDI en calle Suecia llegaron el miércoles pasado un grupo de dirigentes de la UDI para ayudar a la directiva, presidida por el senador Javier Macaya, a evaluar los escenarios políticos en medio de la negociación por el proceso constituyente. El encuentro se produjo dos días antes de que el viernes pasado se retomaran las reuniones con todos los sectores políticos para abordar cómo darle continuidad al proceso constituyente. Ese día la UDI -junto a sus pares de Chile Vamos, RN y Evópoli- propusieron una serie de principios o “bordes” de materias que deben estar incluidas de antemano en la elaboración de una nueva Constitución.

En ese encuentro participaron distintos personeros, entre ellos, la secretaria general, María José Hoffman, el analista político Gonzalo Cordero, el exsubsecretario de la Segpres Máximo Pavez, el exministro Jaime Bellolio, el jefe de bancada de los diputados, Jorge Alessandri y el senador Juan Antonio Coloma.

Y es que ese puñado de personas se ha convertido durante el último tiempo en parte de los dirigentes que más escucha Macaya, y se han transformado en una especie de consejeros. Y es que el senador se ha transformado en uno de los principales interlocutores de la derecha en la negociación por el proceso constituyente y, por lo mismo, el líder de la UDI, dicen en su entorno, es de escuchar una gran cantidad de opiniones antes de tomar una decisión.

Si bien ha radicado sus escuchas en la institucionalidad del partido -como la comisión política y lo que han definido como un comité comunicacional - Macaya tiene entre sus orejeros a ciertos referentes que van desde exautoridades de de la UDI, hasta actuales legisladores.

Así, por ejemplo, suele escuchar mucho al expresidente de la UDI Ernesto Silva, quien es uno de los cercanos de su “lote”, al ser parte de los referentes jóvenes del gremialismo. Silva, de hecho, ha promovido algunas de sus tesis públicamente, como la que dio hace dos sábados en La Tercera en que dijo respecto de un acuerdo constitucional que “ojalá estén todos, pero Chile ya conoce de acuerdos en que no han estado todos los extremos”.

En esa facción también se encuentra el diputado Guillermo Ramírez, como uno de los orejeros del lote de jóvenes. Por lo mismo, el mismo exministro Bellolio se ha convertido también en uno de los más escuchados.

Además, durante el último tiempo Macaya ha estrechado su relación de confianza con Hoffmann. Con ella toman decisiones juntos sobre la mesa y suelen viajar a lo largo del país para escuchar a las voces gremialistas regionales.

Otros consejeros Macaya son la exministra y asesora en el Senado Isabel Plá, al exconvencional Rodrigo Álvarez, y al analista político y académico Gonzalo Müller.

En esos diálogos se aborda cómo debe la UDI enfatizar el rumbo de la negociación constituyente y también se ha conversado sobre algunos de los principios establecidos que se deben inculcar en la nueva Constitución.

A veces también habla -aunque en su entorno dicen que “no mucho”- con el exministro Andrés Chadwick, uno de los referentes de la UDI, quien es considerado como el mentor político de Macaya. En Rancagua -de donde el timonel es gremialista- siempre fue su delfín desde que le ofreció ir de candidato a diputado.

Dentro del círculo de constitucionalistas, Macaya durante el último tiempo ha recurrido bastante al exsubsecretario Máximo Pavez, quien elabora documentos para la directiva y participó de un encuentro que hubo el miércoles pasado con el resto de las directivas de Chile Vamos.

En menor medida, el timonel gremialista habla con otros abogados como el académico de la PUC Sebastián Soto y el jurista DC Jorge Correa Sutil. Otro abogado que consulta es al jurista de la bancada de diputados, Rodrigo Pinochet.

A nivel de parlamentarios, Macaya escucha bastante en el Senado a Coloma y en la Cámara a Alessandri. De hecho, en la UDI se atribuye que es el histórico coronel uno de los promotores de la idea de fijar “bordes” dentro de la discusión constitucional.

Además, constantemente está intentando dialogar con gente distinta a los consejeros habituales. Por ejemplo, ayer se juntó con el abogado constitucionalista cercano al Partido Republicano y a José Antonio Kast, Jorge Barrera, mientras que la semana pasada se reunió con miembros de la sociedad civil y también ha sostenido encuentros con fundadores del partido o miembros históricos como Manuel Cereceda, Domingo Cruzat, Gabriel Villarroel y Magdalena Matte, entre otros.

“Antes (Pablo) Longueira (expresidente UDI) movía una ceja y cuadraba a la UDI”. Con esas palabras una fuente de la UDI grafica el desafío que ha tenido la directiva para alinear a los militantes.

Y es que -tanto Macaya como Hoffmann- han tenido que lidiar con militantes de sectores duros de la UDI que no quieren darle continuidad al proceso constituyente. Así, el primer flanco que se le abrió al senador fue cuando un grupo de parlamentarios se resistía a que acudiera a La Moneda a dialogar con el Presidente Gabriel Boric sobre la elaboración de una nueva Carta Fundamental.

Posteriormente, sufrió presión y críticas en sus redes de militantes que lo criticaron por haberse abierto inicialmente a una nueva Convención, luego de que se entendiera que había suscrito un acuerdo con todos los sectores políticos, lo que más tarde tuvo que desmentir junto al resto de Chile Vamos.

Lo último se dio con una rebelión de senadores -como David Sandoval- que le reprocharon lo que sintieron como un apuro de Macaya en las negociaciones.

Por lo mismo, Macaya y Hoffman han reforzado su proceso de escucha para alinear a las bases de la colectividad. Recorren las distintas regiones y dialogan con la comisión política (que sesionó ayer). El senador, además, todas las semanas suele ir desde el Senado hasta la Cámara de Diputadas y Diputados para hablar con los legisladores.

A lo anterior, se suma la incertidumbre sobre si levantará una disidencia a Macaya en las internas de la UDI que podrían ser en diciembre. Algo que, dicen en el partido, dependerá de cómo lidere este proceso de escucha.