Bolsonaro revuelve reñida elección interna UDI

Llegó hoy en la mañana Río de Janeiro y esta tarde se reunirá finalmente con él, con lo que la senadora y presidenta UDI Jacqueline Van Rysselberghe se quedará con el inadjetivable trofeo de ser la primera dirigenta política chilena que se encuentra en vivo con el más que probable próximo presidente del Brasil. Jair Bolsonaro, la carta de la extrema derecha que inclusó arrastró a toda una bancada militar al Congreso con un discurso donde lucen frases como "el error de la dictadura fue torturar y no matar", o "sería incapaz de amar a un hijo homosexual", se está convirtiendo en un factor ordenador o desordenador -depende de cómo se mire- de la derecha chilena.

Casi no hay dirigente, desde el Presidente Sebastián Piñera, que no se haya manifestado ante su triunfo en primera vuelta y ante el inminente balotaje (28 de octubre) el viaje flash de JVR ya desata una carrera por quién llega a felicitarlo. Si hasta un grupo de diputados evangélicos anunció sus ganas de viajar. Mientras, sigue en suspenso la presencia allá de  uno de los primeros en apoyarlo: José Antonio Kast, el ex UDI que hoy lidera Acción Repúblicana y que esta decidido a subir la marca del medio millón de votos que sacó en la última presidencial chilena.

A la vista de lo ocurrido hasta este mediodía, el próximo 2 de diciembre será la primera ocasión de medir el impacto Bolsonaro. Ese día serán las disputadísimas elecciones internas en la UDI, donde Van Rysselberghe se enfrentará al retador Javier Macaya. Gane quien gane, los entendidos apuestan a que habrá gente que se irá de sus filas.

Aparte de Macaya (quien, sin embargo y pese a competir contra la senadora, sostuvo que "no habría ido a Brasil pero si fuera brasileño votaría por él", el diputado Jaime Bellolio cuestionó el viaje de la presidenta UDI aludiendo precisamente a la interna: "No sé si va supuestamente en representación de todo el partido o en su condición de candidata a la reelección", afirmó.

La jefa UDI fue recibida en Río por dos lugartenientes de Bolsonaro: Onyx Lorenzoni y el diputado electo y coronel de ejército Luciano Lorenzini Zucco. La acompañaron el senador UDI José Durana y su asesor, el ex alcalde Gonzalo Cornejo.

La senadora Van Rysselberghe y el diputado Macaya se han disputado palmo a palmo ya no las poblaciones a los comunistas -como diría Jaime Guzmán-, sino que los favores y apoyos de hasta el último o última senador, diputado, alcalde y concejal gremialista repartido por el territorio nacional. Y la presión de Kast (aun cuando éste no haya abierto su boca a favor de uno u otro) la ha hecho cargar su discurso más hacia la derecha. En su equipo han  dicho que por lo mismo ella le ha manifestado al ministro del Interior, Andrés Chadwick (mentor de Macaya) que le ofrece, a cambio de su apoyo o por último su neutralidad, evitar que más UDIs deserten y se vayan a las filas de Acción Republicana.

Desde entonces ha secundado casi al calco varias apuestas de Kast.

Y lo que no lograron meses de campaña lo logró el candidato brasileño: el senador Juan Antonio Coloma -en su calidad de vicepresidente de la UDI- también criticó el viaje. "Bolsonaro no nos identifica, no es un viaje oportuno. (…) No me siento representado con la opción de Bolsonaro. Si él fuera chileno, no estaría en nuestro partido, eso es seguro. Nuestros valores son distintos a los que está planteado él", comentó el senador, que de apoyar a Van Rysselberghe la vez pasada pasó en los hechos a apoyar a Macaya, pero sin proclamarlo hasta ahora.

Desde el comando del diputado para la elección interna señalan que se le pidió a Coloma que saliera a dar su opinión sobre el viaje para reforzar la crítica contra la senadora. Eso sería interpretado además como un apoyo del senador a la lista de Macaya, donde su hijo –el diputado Juan Antonio- se postula como secretario general.

Y si este quiebre en la directiva UDI se hace poco, también salió a demandar explicaciones -reclamando que el viaje fue inconsulto- el ex presidente UDI Patricio Melero, otro de los que en esta vuelta se alineó con Macaya en vez de con la senadora: "Este es un viaje personal en el contexto de una campaña interna que ella tendrá que justificar y explicar. No fue tratado en ninguna de las instancias partidarias. La forma de pensar y el estilo de actuar de Bolsonaro está a kilómetros de distancia de lo que piensa y actúa la UDI, él no puede ser un referente internacional para la UDI".

Agregó el diputado por Pudahuel que "lo único que hace esto es alentar las caricaturas que la izquierda nos ha propiciado siempre. Es un error político ponerlo como referente. (...) Bolsonaro es la antítesis de lo que la UDI piensa. Es la batalla que durante décadas dimos, con Jaime Guzmán, para construir un partido de derecha en Chile que tuviera ejes muy distintos a los que promueve Bolsonaro".

¿Y en RN? Pasaron dos cosas. Una, el senador Manuel José Ossandón, quien también había apoyado a Bolsonaro, hoy señala a La Tercera PM que "no he comprado pasajes y no tengo considerado hacerlo". Y ante el cuadro de hoy en la mañana, comentó que "Jacqueline Van Rysselberghe tiene toda la libertad de hacer los viajes que ella estime conveniente; por mi parte estoy concentrado en el trabajo legislativo donde tenemos varios temas importante en juego".

Y el diputado y presidente de ese partido, Mario Desbordes, reivindicó su favoritismo por el ultraderechista, aunque había desestimado la invitación a viajar. Pero hoy dijo esto: "Entre Haddad, que es heredero de los gobiernos corruptos del PT, y Bolsonaro con sus propuestas de gobierno, prefiero a Bolsonaro. Pero eso no significa que él sea el candidato de Renovación Nacional. (...) Este tipo de cosas (la invitación) hay que conversarlo con la directiva para ver qué está sucediendo en ese país tan importante para América Latina".

"Sí, estoy de acuerdo que hay una memoria colectiva que se cultivó por parte de varios sectores, tanto respecto del golpe como después del plebiscito. Se divulgó mucho más esta vez. Por varias razones. Una es el valo simbólico que tienen los aniversarios con múltiplos de cinco o de diez, que tienden a ser considerados hitos más importantes", observa el historiador de la Universidad Austral, Sebastián Hurtado, quien cree que este año septiembre ha durado más que lo habitual en materia de debates, discusiones y revisiones.

"Pero también tiene que ver con hitos coyunturales y contemporáneos que tienen los distintos actores que buscan darle más realce a esto. Por ejemplo, para el sector desde el centro hacia la izquierda, que haya un gobierno de derecha en el poder que fue partidaria del gobierno militar... es indudable que pone de nuevo el tema en el tapete".

-El gobierno, ¿también contribuyó a levantar el tema, organizando actos?

-Sí. Pero en vista de la posición que tratan de tomar el gobierno y Piñera, de buscar esta especie de retorno al espíritu de los gobiernos de la Concertación, hay una ganancia política en tratar de realzar las características de ambos eventos. Por eso Piñera esta vez le puso énfasis a los que condujo a la ruptura de 1973.

-¿No pudo el gobierno haberse marginado de esta polémica y no convocar a nada, en vez de dos ceremonias que dividieron a sus partidos?

-El gobierno tuvo mucha incidencia, pero ¿pudo no participar en ese debate, que de todas maneras iba a ser propuesto por otros grupos? Y al tener que presentar una postura, se aprovechó de enviar un mensaje no sólo a las fuerzas de oposición al gobierno, sino que también al ala más a la derecha. Por eso Piñera fueron tan cuidadosos en hablar de lo que condujo al quiebre de la democracia el 73 y luego, de manera muy explícita, en abrazar el hito del plebiscito.

-Ya pasamos la mitad de octubre. Que se haya alargado tanto septiembre ¿cuánto tiene que ver con lo de Bolsonaro en Brasil o que acá un candidato como JA Kast haya sacado medio millón de votos?

-Es indudable que el factor Bolsonaro está reempoderando un discurso mucho más duro de parte de la derecha chilena. No sé si coincidió tan claramente con la conmemoración del 11 de septiembre y el 5 de octubre. Que Bolsonaro hable tan a favor de las dictaduras militares será un factor importante en que esa ala más a la derecha (la misma a la que Piñera trata de arrinconar) busque tratar de fortalecerse, ahora con mucho menos vergüenza, dentro de ese pasado.

"Las fuerzas conservadores de Brasil han sido siempre influyentes en la política latinoamericana. La dictadura militar chilena se inspiró en la dictadura militar brasileña. Brasil ofrece una caja de resonancia mundial muy favorable en términos de construcción de capital político en Chile. Ese pinochetismo nunca ha dejado de existir y que ha tenido sus momentos de reflote (la detención de Pinochet en Londres, por ejemplo). Bolsonaro es un factor", resume Hurtado.