Boric pide “tregua” a los partidos para encontrar soluciones de Estado ante la crisis de seguridad
Tres carabineros asesinados en el ejercicio de sus funciones en menos de un mes han agudizado la crisis de seguridad que enfrenta el Mandatario desde que asumió en marzo de 2022. Afectado por un nuevo mártir en la institución, el Presidente activó ayer nuevas medidas e insistió en la tesis de la unidad nacional contra los delincuentes ante los partidos de todo el arco político.
Una tregua que evite las descalificaciones de lado y lado y ponga en el centro al país. Esa fue la petición que hizo el Presidente Gabriel Boric la noche de ayer a los partidos políticos -de oficialismo y oposición- que concurrieron a La Moneda para abordar soluciones a la crisis de seguridad cuyo punto de quiebre se vivió la madrugada de este jueves, con el asesinato del cabo Daniel Palma Yáñez (33), el mártir 1.233 de Carabineros de Chile.
La cita fue la última que lideró el Mandatario, quien activó un plan de contingencia ante la tercera muerte de un funcionario policial en el ejercicio de sus funciones en el último mes. En el encuentro -al que concurrieron desde la UDI al PC, incluyendo a Demócratas y la Democracia Cristiana y del que solo se restó el Partido Republicano-, el Presidente le pidió a las colectividades asumir esta crisis con una mirada de Estado, evitando las descalificaciones y desconfianzas y poniendo a Chile por delante.
Acompañado de Carolina Tohá (Interior), Camila Vallejo (Segegob), Antonia Orellana (Mujer) y Luis Cordero (Justicia), el jefe de Estado también conminó a los líderes políticos a debatir de buena fe, compartir los éxitos y dejar atrás los aprovechamientos políticos de lado y lado.
Así lo confirmaron a la salida los distintos dirigentes de todo el arco político y la propia Vallejo en conversación con MegaNoticias. “Tenemos diferencias, obviamente, pero el Presidente hoy día hizo un llamado a la tregua, a entender que podemos (...) entrar a trabajar en aquellos aspectos que son eficaces en los elementos que se requieren reparar, que podamos rascar donde pica y no solamente caer en frases grandilocuentes, en ataque al que está al frente, en guerra de cuñas, sino que ser responsables con una ciudadanía que demanda que seamos todos capaces de estar a la altura de las circunstancias”, afirmó tras la cita la portavoz de La Moneda.
El timonel de Comunes, Marco Velarde, señaló -a su vez- que “en la reunión el Presidente nos convocó al oficialismo y oposición a que el tema de la seguridad sea una política de Estado y que todos breguemos por empujar en conjunto la solución. El Presidente nos expresó lo necesario que es que los partidos en esto hagamos una tregua”. Su par del PPD, Natalia Piergentili, afirmó que “el Presidente nos pidió una tregua en el sentido de dejar las hostilidades, no dejar las diferencias, no dejar de lado los puntos de vista distintos, pero trabajar con un sentido más honorable respecto de que aquí nadie va a sacar ventajas cortas”.
Y en la misma línea, el presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, sostuvo que “este llamado a tregua es necesario para avanzar en una política de Estado, no es una política de trincheras, y desde ahí sacamos algunos acuerdos en limpio: avanzar en el Ministerio de Seguridad Pública, avanzar en la Defensoría de las Víctimas, en la ley de control de armas (...), en la modernización de nuestros puertos (...)”.
“El Mandatario hace un llamado a tener un tono constructivo y yo creo que nosotros siempre lo hemos tenido, pero lo más importante es invitar al oficialismo en todas sus versiones y almas de también tener señales al unísono porque una cosa puede ser que el presidente haga un planteamiento, pero hay otra alma más ligada a la izquierda que pone trabas”, dijo a la salida el representante de la UDI, Rodrigo Delgado.
Según presentes, además, ante la petición de la senadora Ximena Rincón (Demócratas) y Delgado (UDI) de decretar estado de excepción constitucional en la Región Metropolitana, el Mandatario aseguró que ese “no es el camino”.
El llamado de tregua del jefe de Estado se da luego de que en sus propias coaliciones subieran el tono de las recriminaciones cruzadas durante la jornada. Todo se había crispado este miércoles en el Congreso, donde el PC y el Frente Amplio se desmarcaron del acuerdo oficialista por la ley Nain-Retamal y fueron más allá al anunciar que ingresarían un requerimiento de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional.
Durante la tarde de ayer, de hecho, era una preocupación para La Moneda el clima político en Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático y la propia ministra Vallejo ya había hecho un llamado al “orden” y la “racionalidad” tanto de los propios como “de los de al frente”, recalcó.
“Nosotros nos hemos comprometido, los presidentes de partido, a sentar a nuestros parlamentarios a cuadrarlos detrás de la posición del gobierno. Para eso vamos a estar trabajando arduamente lo que son las próximas leyes que se introduzcan en el Parlamento, como la ley de Control de Armas, las Reglas de Uso de la Fuerza”, aseveró Ibáñez al respecto.
Las tensas horas en La Moneda
-Presidente, balearon a otro carabinero.
La frase la volvió a escuchar la noche del miércoles el Presidente Boric. Las alertas se encendieron de inmediato en los equipos del jefe de Estado, cuando -cerca de las 21.00 horas- se confirmó que, en medio de una fiscalización en el centro de Santiago, antisociales habían herido gravemente al cabo Palma Yáñez.
Su estado era crítico y así se le informó al jefe de Estado. El Presidente se encontraba volviendo a su casa tras comer fuera, con su pareja, Irina Karamanos, cuando recibió llamados del general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, y de la ministra Carolina Tohá.
La posibilidad de que el uniformado muriera hizo que el propio Boric y sus ministros decidieran trasladarse rápidamente a La Moneda y dar señales de control ante una crisis de seguridad que se agudiza día a día, y cuyo manejo es fuente de discordia en su propia coalición.
Hace solo dos semanas la muerte de la sargento segunda Rita Olivares había reorganizado toda la agenda del gobierno y el Congreso Nacional, desde donde incluso suspendieron la semana de receso legislativo para apurar el tranco en proyectos como la ley Nain-Retamal, que este miércoles fue despachada por el Parlamento.
La ministra Tohá había vuelto hace poco desde Valparaíso a Santiago tras participar de la sesión de la Cámara de Diputados en la que se ratificaron las modificaciones a la norma que se hicieron en el Senado tras un acuerdo entre el gobierno y la oposición -el que moderó aspectos de la legítima defensa privilegiada de las policías-, pero que no dejó satisfechos a todos en el oficialismo. Tanto así que desde el Frente Amplio y el Partido Comunista -a diferencia de sus pares del Socialismo Democrático- anunciaron que llevarían la norma al TC, en una clara muestra del tenso momento por el que pasan los partidos de gobierno. “No es para celebrar tampoco”, decían el miércoles en La Moneda sobre la misma normativa.
Pero todo eso quedó en el aire tras el ataque al cabo Palma.
La jefa del gabinete -quien ya estaba en su casa- se enteró por el mismo general Yáñez de que el uniformado estaba herido y había sido trasladado a la Posta Central. Al lugar concurrieron juntos y compartieron con Darline Vergara, también carabinera y pareja del funcionario policial. Desde ahí mismo la titular de Interior llamó al Presidente Boric y coordinaron una reunión de emergencia en Palacio.
La cita se extendió por varias horas la madrugada de este jueves. El Presidente estaba conmocionado. Ya se le había visto así los días anteriores. Lo golpeó compartir con los hijos de la sargento Olivares el día que concurrió al responso de la uniformada, donde además fue recibido con fuerte resistencia y entre pifias. Con el paso de los días, el jefe de Estado se había involucrado -al menos públicamente- en que la ley Nain-Retamal no fuese aprobada tal como se había despachado por la Cámara Baja. Así abogó el martes por un acuerdo en el Senado, pidiendo sentido de responsabilidad sin cálculo electoral a los parlamentarios.
Pero la noche del miércoles la historia se le repetía al Mandatario. En la cita en Palacio, a la que se sumaron Mario Marcel (Hacienda), Camila Vallejo (Segegob), Luis Cordero (Justicia) y Macarena Lobos (subrogante Segpres), el Mandatario instruyó medidas adicionales. Pidió a Marcel reasignar presupuesto y a la ministra Tohá, adelantar el plan piloto en el que ya venían trabajando para intervenir barrios con altos niveles de delitos graves. También se acordó que -ante la amenaza de llevar al TC la ley Nain-Retamal por parlamentarios de sus propias filas- el gobierno no podía sumarse a medidas dilatorias y daría una señal clara al promulgar a primera hora de este jueves la norma, dejando sin margen a los legisladores para impugnar el texto. Y así se hizo. Antes de eso, desde el Ejecutivo tuvieron que avisar a los parlamentarios que ya no podrían recurrir al tribunal, ante lo cual simplemente anunciaron que no lo harían.
Presión propia y opositora
Un tema obligado -sostienen fuentes de gobierno- fue la presión que se incubó incluso antes del fallecimiento del uniformado y que han impulsado principalmente figuras de la oposición y algunas del oficialismo, como el senador PS Juan Luis Castro: decretar estado de excepción constitucional en la Región Metropolitana. En el gobierno evaluaron que la medida podría ser contraproducente. Según quienes conocieron de esa evaluación, se informó que no sería una medida recomendable. Al menos por ahora.
Mientras todo eso se discutía en un tenso ambiente en La Moneda, se seguían recibiendo reportes del estado de salud del cabo Palma. Tras ser intervenido había sido llevado a la Unidad de Cuidados Intensivos y su pronóstico era sombrío. Solo cuando Carabineros de Chile confirmó el deceso, pasadas las 2.00, la ministra Vallejo salió a lamentar los hechos ante la prensa que se mantenía en Palacio.
A eso de la 1.30, el Presidente liberó al resto de sus ministros y se fue a su casa para descansar unas horas. A las 7.40 de este jueves ya estaba en La Moneda para desplegar un diseño que también se acordó anoche: que él liderara una ronda de reuniones para buscar respuestas unitarias ante la crisis.
A primera hora encabezó una reunión con el general Yáñez, a la que también se sumó el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quien se vio obligado a suspender sus días de descanso. Por esas horas ya se habían extendido invitaciones desde la Presidencia al Poder Judicial, a los presidentes de ambas cámaras del Congreso y también a los partidos políticos.
La ministra Tohá, antes de dar inicio al consejo de gabinete mensual que se mantuvo en agenda, fue la encargada de dar a conocer las medidas adicionales que tomará el gobierno. Junto a la ministra Vallejo, ambas de negro, reiteraron a primera hora las condolencias del gobierno a la familia Palma-Yáñez y llamaron a todos los sectores políticos y la sociedad en su conjunto a actuar en unidad.
Pocos minutos después, el Presidente se sumaría al consejo de gabinete. Ahí se le vio serio y cansado. Junto a sus ministros hizo un minuto de silencio por el cabo asesinado y firmó cuatro decretos promulgatorios para fortalecer las facultades de las policías y aumentar penas en delitos como porte de armas y secuestro, incluyendo la ley Nain-Retamal.
El jefe de Estado y sus ministros Tohá, Vallejo y Cordero dieron una señal más simbólica durante la jornada de ayer: visitaron a la familia del uniformado en el marco del responso en su memoria, para dar sus condolencias personalmente.
Ahí el Presidente tuvo la oportunidad de hablar con la madre del cabo Palma. En un registro que fue difundido posteriormente, el jefe de Estado se ve conteniendo a la mujer. “Me lo mataron, me lo mataron a mi hijo”, repetía entre sollozos ella, mientras el jefe de Estado arrodillado la abrazaba.
Al responso -en la Iglesia San Ramón, en Providencia- también llegaron los expresidentes Sebastián Piñera, Michelle Bachelet y Ricardo Lagos.
Nuevas medidas
Tras volver a La Moneda, Boric se dirigió por primera vez al país haciendo anuncios adicionales. Los más significativos: destinar un total de US$ 1.500 millones anuales en régimen para el fortalecimiento de las capacidades de las policías. Y que, “sumados a los incrementos que ya hemos hecho, considerados en el Presupuesto 2023, involucrarán un incremento en torno al 40% real del presupuesto público asignado a todas las funciones relativas a la seguridad a las que me he referido anteriormente”.
“Los carabineros mártires de la institución, son mártires de todo Chile (...). El mensaje que entregamos hoy, cuando se trata del combate a la delincuencia y el respaldo a carabineros: no hay fisuras, al crimen organizado lo enfrentamos con el Estado y la sociedad organizada. No hay gobierno ni oposición (...) en esta cruzada estamos todos unidos”, dijo el Presidente, a la vez que recalcó que “el crimen y la delincuencia tienen claro que su principal adversario es un Chile en la unidad, por eso están intentando dividirnos, no nos prestemos a ese juego”.
Y agregó: “Respeto las legítimas diferencias y posturas políticas, pero no voy a dejar de trabajar hasta conseguir una unidad aún más amplia y robusta para proveer de seguridad a las familias. Es nuestra unidad el arma más poderosa frente al crimen y si somos capaces de sostener y ampliar esa unidad, los días del crimen tal como lo hemos conocido los últimos meses están contados”.
Al cierre de esta edición, en la Alameda manifestantes, entre ellos, el alcalde de La Florida, Rodolfo Cárter, marchaban hacia Palacio como un gesto hacia Carabineros de Chile y en protesta al gobierno del Mandatario.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.