Boric versus Lula: el diseño del Presidente para posicionarse en la región que tensiona las relaciones con Brasil
El Mandatario chileno se ha trazado como objetivo utilizar a su favor -en espacios multilaterales- lo que lo diferencia de otros gobiernos de izquierda de América Latina, por ejemplo, la condena a las violaciones de derechos humanos en regímenes de su mismo signo político y su categórica crítica a la guerra de Rusia en Ucrania. Así, en la comitiva que lo acompaña por Europa leyeron el desmarque del líder brasileño -respecto del llamado que hizo Boric en la Celac-UE- como una respuesta al “rol de liderazgo” que ha asumido.
“Ayer el Presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo que era triste que los líderes latinoamericanos pasaran dos días debatiendo si la guerra era o no contra Ucrania. También dijo que hoy es Ucrania, pero tal vez mañana podamos ser nosotros. ¿Comparte su visión de la reunión?”.
Esa fue una de las primeras preguntas que tuvo que responder esta mañana el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, en una rueda de prensa en la que hizo un balance de su paso por Bruselas en el marco de la III Cumbre entre la Celac y la Unión Europea.
Pese a que el tema central del foro -que finalizó ayer en la capital belga- no era la guerra de Rusia contra Ucrania, la invasión digitada por el Kremlin se tomó parte de este y terminó dejando en evidencia las diferencias en América Latina, donde países como Nicaragua, Cuba y Venezuela se mostraron contrarios a una condena clara a la ofensiva bélica de Vladimir Putin.
Boric, en cambio, asumió una posición que lo diferenció de algunos de sus pares de la región. El mensaje principal de su discurso ante el plenario del foro multilateral, de hecho, fue un emplazamiento a los países de América Latina a condenar de manera clara la “guerra de agresión imperial inaceptable”.
“En este lugar ha estado en debate la situación en Ucrania. Creo que es importante que desde América Latina lo digamos con claridad: lo que sucede en Ucrania es una guerra de agresión imperial inaceptable donde se viola el derecho internacional”, dijo el Mandatario en la oportunidad, agregando que “en esto no dudemos por complacencias que se puedan tener en uno u otro momento con cualquier líder. Da lo mismo si cae bien o cae mal el Presidente de un país. Lo importante es el respeto al derecho internacional y acá se ha violado claramente, no por las dos partes, por una parte que es invasora y que es Rusia. Y creo que es importante que lo digamos claramente para poder avanzar en acuerdos”.
El gesto terminó -dicen en la comitiva chilena- dejando en una posición “incómoda” a otros países -incluyendo a Brasil- que no han sido tan categóricos como el Mandatario respecto de la ofensiva rusa. Así leen, lo habría dejado entrever el propio Lula al responder a las preguntas de la prensa sobre la mirada de Boric. “Todos nosotros sabemos lo que piensa Europa, todos sabemos lo que está pasando entre Ucrania y Rusia. Todos sabemos lo que piensa América Latina. Yo no tengo por qué estar de acuerdo con Boric, es una visión de él”, manifestó el brasileño.
En ese sentido, el líder de Planalto comentó: “Posiblemente, la falta de costumbre de participar en estas reuniones hace que un joven sea más ansioso, más apresurado. Pero así es como suceden las cosas”.
Las palabras del líder de Brasil encontraron al Presidente Boric en Ginebra, donde este miércoles ha tenido actividades relativas a la ciencia -visitando el Centro Europeo para la Investigación Nuclear-, además de reuniones con instancias multilaterales como la Organización Mundial de la Salud y la Organización Mundial del Comercio.
En la delegación interpretaron el desmarque de Lula como una manifestación de un objetivo cumplido para Chile. Esto, porque en la antesala de la Celac-UE en La Moneda señalaban que el Mandatario tenía como objetivo aprovechar el espacio que otros liderazgos de la región no copan, por ejemplo, relativo al respeto de los derechos humanos y sobre la situación de Ucrania en Rusia. “El Presidente destaca como un líder de la región y eso puede incomodar a algunos”, dicen en la comitiva presidencial.
Las mismas fuentes recalcan que las señales del Mandatario fueron valoradas principalmente por Europa, donde su liderazgo causa interés. Tanto así que el propio canciller Alberto van Klaveren ha revelado que tuvieron que dejar solicitudes de bilaterales pendientes, por lo ajustada de la agenda en Bruselas y porque concedieron al menos diez citas.
En la delegación afirman que el Presidente ha demostrado que tiene una convicción genuina sobre el tema de los derechos humanos y el respeto al derecho internacional, lo que apuestan sirva para que destaque como un interlocutor relevante para Europa en América Latina.
Otros desmarques de Boric con Lula
En la comitiva chilena, además, subrayan que esta no es la primera vez que Boric se desmarca del brasileño y eso puede generar inquietud en ese país. Las distancias que ha marcado Boric con Lula han sido evidentes en los últimos meses.
A fines de mayo, de hecho, Boric no escondió -aún cuando Lula oficiaba a de anfitrión en Itamaraty- que no compartía sus declaraciones respecto de la situación de derechos humanos en Venezuela. Tras reunirse con Nicolás Maduro, el líder del PT, aseguró que lo que vivían los venezolanos era una “narrativa construida” sobre “prejuicios”.
“Nos alegra que Venezuela retorne a las instancias multilaterales, porque es en estos espacios donde se resuelven los problemas y no con declaraciones en que solo nos atacamos los unos a los otros. Eso, sin embargo, no puede significar meter debajo de la alfombra o hacer la vista gorda frente a temas de principios. Manifesté respetuosamente que tenía una discrepancia con lo señalado por el Presidente Lula”, dijo Boric en esa oportunidad.
Y agregó que la situación de derechos humanos en Venezuela “no es una construcción narrativa, es una realidad, es seria, y he tenido la oportunidad de verla en los ojos y en el dolor de cientos de miles de venezolanos que están en nuestra patria y que exigen una posición firme y clara respecto a que los derechos humanos deben ser respetados siempre”.
En círculos diplomáticos sostienen que, al asumir el gobierno, el Presidente Boric se trazó como un horizonte jugar un rol en América Latina y así lo ha transmitido a sus equipos. La idea de que fuera él quien asumiera un rol articulador de un eje de izquierda con el ascenso de otros líderes como el propio Lula y su par de Colombia, Gustavo Petro, era visto con buenos ojos de parte de la administración del Jefe de Estado. Esto, porque juntos podrían potenciar las ideas del sector en la región.
De hecho, en su primera reunión con la prensa internacional en el Palacio de La Moneda, el 14 de marzo de 2022, el recién asumido Presidente Boric, dijo que quería tener una buena relación con Brasil, pero subrayó que existían grandes divergencias entre la agenda de su gobierno y la de Jair Bolsonaro, quien por entonces vivía su último año en el Palacio de Planalto.
En esa oportunidad, recuerda el diario Folha de Sao Paulo, Boric declaró que tenía afinidad con el en ese momento expresidente Lula, a quien convidó a su ceremonia de investidura. Según el Mandatario chileno, el petista rehusó la invitación para no causar molestias diplomáticas, lo que, agregó, representa una buena característica del líder del PT.
Boric también dijo que tuvo conversaciones con políticos del PT, subrayó que era necesario “aprender de los errores cometidos” y explicitó su apoyo de cara a las elecciones presidenciales que tendrían lugar en octubre de ese año en Brasil: “Estamos apoyando a Lula”.
Pese a la apuesta de posicionamiento del Presidente chileno, en círculos diplomáticos transmiten que Lula siempre ha eclipsado al resto de los liderazgos de la región, no solo por el peso específico de Brasil sino también por su trayectoria. “Lula es Lula y Brasil es Brasil”, dicen fuentes que conocen cómo operan las relaciones diplomáticas.
Y si bien Boric estaría lejos de asumir un liderazgo regional -por las diferencias que han quedado en evidencia con esos países-, en la delegación apuestan a que con su discurso impulsado durante su gira en Europa quede en una buena posición para los desafíos futuros.
”Un mal ejemplo para la izquierda en América Latina”
Las gestos iniciales que transmitió Boric -antes de que Lula volviera a la Presidencia de Brasil- han ido quedando atrás y han surgido roces entre ambos mandatarios. El pasado 30 de mayo, el mismo día que el líder brasileño encabezó una cumbre de líderes de Sudamérica en Brasilia, Folha de Sao Paulo se refirió no solo a la visita de Boric a Brasil y su condena a los dichos de su par brasileño sobre Venezuela, sino también a la imagen que el inquilino del Palacio de Planalto tendría del Presidente chileno.
Mônica Bergamo, columnista del diario paulista, señaló entonces que “el gobierno de Lula ve a Boric como un rehén de la derecha y a Chile como un mal ejemplo para la izquierda en América Latina”. “En el entendimiento de los miembros del gobierno, Boric se convirtió en lo que Lula tiene que evitar a cualquier costo: un líder que no entendió el contexto de su victoria, las limitaciones de su fuerza y que terminó permitiendo que la derecha, en poco tiempo, dominara nuevamente las pautas del país”, escribió.
En su columna, Bergamo recordó que Boric lideró las discusiones sobre una nueva Constitución en el país. “Una líder indígena presidió la Asamblea Constituyente chilena, que tuvo paridad de género y aprobó propuestas consideradas ‘progresistas y avanzadas’”, como la legalización del aborto.
“La población, por medio de un plebiscito, sin embargo, impuso una contundente derrota a Boric y sus aliados en la Asamblea Constituyente, rechazando la nueva Carta escrita por ellos. Se convocó un nuevo proceso electoral, y la derecha y la extrema derecha eligieron a la mayoría de los nuevos constituyentes. En marzo de este año, Boric vio derrotada su reforma fiscal, nuevamente por la derecha. La propuesta era una de las principales promesas de campaña del presidente chileno”, remarcó la periodista brasileña.
“Yo con Lula tengo respeto, cariño”
El Presidente Boric, durante un punto de prensa que realizó este miércoles, respondió a los dichos de su par de Brasil. “Yo tengo un respeto infinito y mucho cariño, además, por Lula. Pero si me preguntan ¿quiere que termine la guerra? Sí, quiero que termine la guerra y creo que tenemos que ser muy claros en decir que esta es una guerra de agresión inaceptable independiente, tal cómo dije en el discurso, de las posiciones que uno pueda tener respecto de las presidencias temporales de uno u otro país. Lo importante es que podamos defender el derecho internacional a toda costa. Porque cuando un país agrede a otro, no olvidemos que el día de mañana podríamos ser nosotros. Ninguna potencia puede pasar por encima del derecho internacional, violando su integridad territorial, y ademas realizando la masacre que estamos viendo en estos tiempos”, manifestó.
En esa línea, señaló que “yo con Lula tengo respeto, cariño, no diferencias sustantivas en esto y no me cabe dudas de que ambos estamos por la paz “.
Y agregó: “No me siento ofendido, me siento muy tranquilo. Las veces que he tenido la oportunidad de conversar con él…tengo la mejor impresión. Somos de la misma familia política y hoy podemos tener matices respecto de esto pero la posición de Chile es una posición de principios sobre la importancia de la defensa del derecho internacional. Y en esto tengo la profunda convicción de qué hay que ser categóricos, claros, no podemos dejar ningún espacio a la duda y eso es algo que a la larga a los ojos de la historia envejece bien”.
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