Briones candidato, ¿A quién amenaza y cómo lo miran los comandos de Chile Vamos?

Briones

Si termina sin dramas su salida en cámara lenta del gobierno, y si Evópoli lo inscribe a la primaria presidencial, Ignacio Briones entrará a una contienda que ya tiene cuatro nombres lanzados. ¿Cuánto le pesará haberse opuesto a los retiros anticipados de pensiones? ¿O su papel en las medidas ante la pandemia? ¿Podrá o no desmarcarse de Piñera? ¿Le hará mella a los otros candidatos? ¿Terminará mejor o peor que Felipe Kast el 2017? ¿Le conviene o no al futuro del senador?


“Ignacio Briones le va hablar a la gran mayoría de chilenos preocupados de la incertidumbre de su futuro económico, de su bienestar. Pero lo hará con un lenguaje cercano, entendiendo la economía no solo como parámetros, sino que acercándose a la parte humana. Felipe Larraín hablaba del PIB; Briones es capaz de conectar su lenguaje con la economía cotidiana, con lo que el chileno común y corriente entiende por progreso ante la dificultad”.

Hasta ahí llega Andrés Molina, presidente de Evópoli, cuando se le pregunta por dónde irían los tiros del futuro candidato del partido a la primaria presidencial de Chile Vamos (5 de julio). Asumiendo que resulte cero falta la jugada del senador Felipe Kast, el ministro de Hacienda de Sebastián Piñera competirá en una contienda que -hasta ahora, puede haber más sorpresas- pinta a cinco bandas con los ya lanzados Evelyn Matthei, Joaquín Lavín, Mario Desbordes y Sebastián Sichel.

En la cocina de Evópoli anticipan que jugará la carta de la responsabilidad fiscal, la moderación. Que buscará perfilarse como un nombre nuevo en el clan de los políticos, que empatice con una fracción de ese electorado.

Su gente asume impensable que gane esta partida. Lo que quieren es que -ojalá- no marque menos que el 14,4% con que el mismo Kast llegó tercero en la primaria 2017, detrás de Sebastián Piñera y Manuel José Ossandón. Que deje atrás a Desbordes y que le plante lucha a Sichel, rival político del partido: creen que le puede disputar votos en el nicho menos ideologizado y más inclusivo. Calculan que puede crecer a costa suya y de Matthei, detrás de quien leen un votante oficialista más instruido y de elite.

Ahí, parece, se acaba la mitad llena del vaso.

El riesgo de un candidato encadenado a Piñera

En Chile Vamos -pese a los parabienes públicos que le han dedicado ministros y dirigentes- son harto menos indulgentes fuera de micrófono con los pronósticos. En los equipos de los otros cuatro competidores no le temen como una amenaza letal ni para ellos ni para el resto, más allá de los votos que logre quitarle a uno u otro.

Aunque prematuras, algunas apuestas lo dan llegando colista en la primaria. En la UDI piensan que podría rematar con entre 6% y 8%; si alcanza los dos dígitos sería un exitazo, comentan. “No cambia nada el mapa, pero lo hace más entretenido”, apuntan en RN.

¿Ninguneo gratuito? No, explican en el resto del bloque. ¿Entonces? Enumeran razones, partiendo porque dan por hecho que cargará con el lastre político de ser el ministro de Hacienda de Piñera que ejecutó la oposición al primer retiro del 10% de pensiones y también al segundo, aunque al final haya logrado sacar una versión alternativa a nombre del gobierno. “Para un candidato del sector es casi tan letal como haber votado Rechazo”, advierte un dirigente gremialista.

Lo mismo lee el director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno: “Haber sido el rostro del rechazo del gobierno al 10% es muy difícil de revertir. La gente no hace la lectura de que él ve las cosas desde la perspectiva del Estado y que cuida las finanzas públicas, sino que se opuso. Y que las medidas que implementó al comienzo de la pandemia llegaron tarde y fueron pocas”.

Eso lleva al siguiente punto que anotan en RN y la UDI: Briones podría quedar electoralmente arrinconado ante sus competidores si durante la campaña tiene que desgastarse en dar explicaciones por su paso por el gobierno y defenderlo, con poco o nulo margen para darle la espalda al Presidente. “Sería desleal, mal visto, que criticara al gobierno que sirvió. No puede distanciarse de Piñera, está atado a él y esa es una enorme mochila”, sentencia el investigador del IES Pablo Ortúzar.

Sí le reconoce que “es uno de los mejores preparados para enfrentar el desafío de la reactivación económica” y que por ese perfil pinta como “el candidato de la ‘responsabilidad fiscal, mezclado con cierto compromiso con las políticas públicas bien hechas y un compromiso social. Pero, nuevamente, esos elementos los carga junto con esa mochila con que entraría a competir. Además, siempre es fácil pegarle al que como ministro decía que no había más plata”.

No todo es en negro

En el lavinismo sí le rescatan que pese a no ser un político, ha mostrado cintura. Como esa vez (6 de noviembre 2019, recién asumido) en que su auto quedó atrapado en un taco llegando a Valparaíso y, rodeado por camioneros de la Caravana No Más Tags, se bajó a hablar con ellos diciéndoles “soy sensible a sus problemas”, tomó notas en una libreta, contestó preguntas y les explicó que “siempre me dicen que soy el apretado, el mano de guagua” porque “toda la gente pide lo que quiere pero no podemos darle todo a todos”.

Otros en la UDI leen que ya estaba hablando como candidato hace una semana en Enade, con eso de hay que derrotar al populismo, el desarrollo de mediano y largo plazo dependen de ello”, pero-advierten- ahí “se dirigía al poder, a la elite”. Tal vez por eso ahí algunos creen que su “desde” es el electorado localizado en el barrio alto de la capital, y que “si apunta al sector oriente y le va relativamente bien, a Evópoli le puede salir un candidato a senador”.

Pero para eso tiene que ganar terreno, y en la coalición leen que aunque Briones tuvo un buen debut en Hacienda con un perfil tan distinto a Larraín, políticamente perdió con la pandemia y el 10%. Moreno explica que “si Briones tuvo un buen momento, ya pasó. Su valoración positiva se ha erosionado” y que en la Central han medido en redes sociales “un efecto contagio de la animadversión a Piñera, como le pasó a Enrique Paris, a Karla Rubilar, Rodrigo Delgado”.

A quién le puede morder votos

En el partido de Matthei y Lavín algunos especulan con que -según cómo se plante en la cancha- el ministro podría cruzarse tangencialmente en el campo de la alcaldesa con eso de la responsabilidad fiscal, y también en el de Sichel porque compartiría un nicho parecido. Pero insisten en que no le hará mucho daño a nadie. La gente del ex presidente del BancoEstado argumenta lo contrario: que a él le conviene porque “el perfil de elite de Briones es justo donde Matthei (ojo, que entre ella y Sichel hay ropa tendida) es fuerte”.

Ortúzar no lo ve “como una amenaza electoral importante para los otros candidatos, es difícil que les pueda competir por la mochila del gobierno; lo veo como un activo muy valioso para cualquier otro que pueda encabezar otro gobierno del sector”. Moreno piensa que “a Matthei no la perjudica para nada” y que “con Sichel apoyado por empresarios, Lavín un poco desgastado, Desbordes tratando de marcar un voto militante, Briones va a recoger lo que quede, que no es muy significativo”.

Pero Cristián Valdivieso, de Criteria Research, lee que “podría afectar un poco al resto. Con el que más podría competir es con Sichel: Briones es un liberal, un rostro nuevo, con buena llegada al empresariado y eso lo asimila. La posición en que llegue es discutible. Esto se va seguir moviendo”.

¿Le hará sombra a Kast o no?

En Evópoli, o al menos entre quienes empujaron esta operación, dicen tener ya respuestas para estos frentes críticos. Asumen que no podrá criticar a Piñera, pero que Sichel y Desbordes también fueron ministros y responsables. Que cuando le saquen en cara lo del 10% podrá culpar a los parlamentarios que lo empujaron, que no votó en contra, que estuvo por el Apruebo. ¿Las medidas pro pandemia llegaron tarde? Pues que él hizo lo que pudo, pero que la oposición en el Congreso no lo dejó avanzar más.

A los aliados de Briones les interesa que su partido no saque la peor parte en la primaria e insisten que no pueden quedarse fuera justo cuando necesitan crecer. “A veces en política hay buenas razones para perder”, resume Valdivieso, porque “siendo un candidato con muy pocas probabilidades de ganar, le resuelve un problema a Felipe Kast -que no iba a marcar-, a Evópoli y revuelve un tablero más de lo que estaba”.

Moreno también cree que “lo postulan porque quieren salvar el voto del militante Evópoli; alguien tiene que mantenerlo”.

Hay otra arista. En Chile Vamos, incluyendo una facción de Evópoli -sí señor, hay facciones ahí-, sobran quienes sospechan que Kast ungió a Briones y no a otros interesados (léase los diputados Francisco Undurraga, que se bajó, y Luciano Cruz-Coke, quien nada ha dicho) para que después de la primaria el economista “no le haga sombra” y así el senador por la Araucanía pueda volver a probar suerte en la próxima vuelta.

Los aliados de Briones comentan que el elegido no tiene otras ambiciones políticas y que lo ven volviendo a la Universidad Adolfo Ibáñez cuando todo esto concluya.

“Kast intenta un riesgo calculado. Briones no se va convertir en el líder de Evópoli que él es hoy. Kast gana más que pierde”, suscribe Moreno, pero Valdivieso cierra diciendo que “a lo mejor Kast puede pensar que esto le es funcional, pero considerando que es un irresponsabilidad que Briones deje el gobierno, si da el salto es porque tiene ambición; es un potencial problema para el senador”.

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