Carlo Siri, dueño de la Antigua Fuente, a cinco años del estallido: “Estamos solos, el Estado no nos va a proteger”
A cinco años del estallido social que cambió su vida, acá la conversación extendida con el empresario gastronómico Carlo Siri, dueño de la ex Fuente Alemana, entrevistado en el marco de la docuserie “El mes más tenso: regreso a un país estallado”, que puedes ver en las plataformas de La Tercera. "Obviamente que a nosotros nos cambió la vida, porque a nosotros nos arrebataron la vida, a nosotros como familia y a nuestros trabajadores", dice Siri sobre la violencia que le tocó enfrentar.
“A nosotros nos arrebataron la vida”. Así Carlo Siri, dueño de la Antigua Fuente, ex Fuente Alemana, emblemática fuente de soda ubicada en plena Alameda a pasos de la Plaza Italia, resume las consecuencias del estallido social. Siri, cuya historia de resistencia a las turbas inspira una película protagonizada por Luis Gnecco, se refiere al proceso de los últimos años en el marco de la docuserie de La Tercera “El mes más tenso: regreso a un país estallado”, que puedes ver en las plataformas de este medio.
¿Cómo recuerda el inicio del estallido?
El mismo 18 fue bien raro, se empezó a juntar mucha gente, muy rápido, y de un momento a otro había barricadas armadas, se veían estos tipos con lanzas, con escudos, con un montón de cuestiones, con máscaras antigases, que era una cuestión rara, nunca se había visto, con todo ese equipamiento. Y la verdad que tú en ese minuto dices “aquí hay algo raro, aquí esto no está bien”. Después, claro, llega Carabineros y se arma una pelea campal. Fue bien chocante, desde el día 1. A veces a uno se le confunde esto, porque ha pasado tiempo y no sé qué pasa en la mente de uno que como que empieza a condensar, no sé si es por sanidad mental o qué, porque uno empieza a confundir fechas, pero yo diría que así fue desde el principio. Ese día nosotros también despachamos temprano a la gente porque no se podía hacer nada y se tiraron contra nuestra reja, y cuando ese gallo choca, con patada voladora, nosotros salimos y se encontraron con nosotros. De ahí no se tiraron contra el local, el local no estaba solo. Entonces ahí cambió la película para ellos respecto a este local. Esta cuestión tenía una organización y después uno la empieza a entender.
¿Pero a usted le hacían sentido las demandas sociales en ese entonces?
Claro que me hacían sentido. ¿Sabes por qué? Es verdad lo que se estaba pidiendo. Es verdad el tema de las pensiones, es verdad los temas de educación, es verdad los temas de salud, es verdad el tema de la vivienda, es verdad lo del tema del Tag, hay temas ahí que hay que resolver. ¿Pero sabes qué? En la medida en que pasa el tiempo y se va sacando conclusiones de muchas cosas, ha pasado harta agua bajo el puente, primero nos vendieron la pomada de que éramos el país más desigual, y al final eso era mentira. Obviamente que si nos comparan con países desarrollados, claro que tenemos eso, pero porque nos falta desarrollo, que es distinto. Entonces, a uno le hacen sentido las demandas, pero después uno va viendo que íbamos caminando hacia ciertas soluciones, unas más lentas y que deberían haber sido más rápidas, pero íbamos caminando. En nuestro negocio antes del estallido había mucha gente que llevaba trabajando 20, 30 o 40 años con nosotros y muchas no habían terminado ni el colegio, pero esta humilde pega les dio para comprarse su casa propia, les dio para educar a sus hijos en la universidad. Entonces tú te vas dando cuenta que en el fondo fuimos engañados, también en ese tema, como que nos decíamos que éramos lo peor.
¿La negociación por una nueva Constitución lo veía como una salida de la violencia?
Para mí era bien raro, porque creo que alguna vez vi una pancarta enanita de Nueva Constitución. Las quejas eran otras y de repente aparece esta cuestión de una nueva Constitución. Bueno, uno dice serán los caballeros (políticos) que hacen su pega, sabrán lo que están haciendo. Pero el final no era la salida, no fue la salida. Si en realidad ¿sabes lo que nos salvó a toda la zona de que no nos destruyeran y quizá a muchos más? Fue la pandemia. Porque cuando se declaró el 20 de marzo del 2020 la cuarentena aquí, hasta ahí llegó la violencia, porque antes de esa fecha la violencia más menos, dependiendo el día, el grado, pero más o menos, la violencia se daba de lunes a domingo. Ese era el tenor de lo que pasaba aquí, de que esta cuestión ahora se llamaba Plaza Dignidad, era el tenor que había una Radio Dignidad, que estaba en el edificio de aquí al frente, que les ponía música, que los azuzaba, que hacía de todo. ¿Esos tipos yo no sé por qué no están presos? Pero bueno, así es el cuento en este país, eso era lo que pasaba antes. Y si no hubiese sido por las cuarentenas, nosotros a lo mejor no estaríamos.
¿Cómo recuerda la decisión de enfrentarse en su momento a los manifestantes?
No me acuerdo de esa fecha, pero yo diría que la decisión de enfrentar siempre estuvo aquí. Si se tiraban en contra del local, ahí estábamos nosotros. Si empezaban a romper los zócalos, ahí salíamos nosotros y estábamos en toda esa dinámica, todo el tiempo la tuvimos, ahora no nos íbamos a agarrar a combos, pero “oye, ¿qué pasa con el local?” Y corrían. Hasta ese minuto, en cierta medida había algo de buenas maneras. Si aquí el desparramo quedó, ¿sabes cuando fue? Fue en marzo, ¿en qué año asumió Gabriel Boric?, ¿en marzo de 2022? Aquí, perdonen la expresión, quedó la cagada. Ahí fue cuando nos declaramos la guerra. ¿Y qué pasó? Uno de esos días viernes seguía el tema aquí, que la barricada, que venían 50 gallos y disparaban en toda la zona, no aparecía Carabineros, etcétera. Un día estábamos parados aquí y prácticamente había muy pocos clientes, casi nada, porque está la zona tomada, no había tráfico, no había nada y viene un chico corriendo y yo estaba justo parado afuera. Para mi mala suerte, justo lo vienen persiguiendo ocho, diez cabros y se pone como por acá y yo veo que se le van a tirar encima a pegarle y entonces yo me pongo en el medio y les digo “oye, paren, momento, ¿qué pasa? Tranquilícense, tranquilícense”. Y no estaba muy claro, pero al final yo abrazo a este chico y lo meto para acá. “Quédate aquí y voy pa’ afuera. Oye, tranquilícense”. El tema es que parece que les había sacado un par de fotos, no sé cómo fue el cuento y que por eso le querían quitar el teléfono y le querían pegar. Entonces tratamos de calmar el tema y los gallos en un minuto quisieron meterse dentro del local nomás y ahí los paramos, ahí no agarramos, los paramos y trataron de romper el local, aquí rompieron vidrios. Y ahí es cuando yo decido, “sabes que si aquí no paramos todo esto, estos huevones van a entrar y nos van a romper todo el local y nos van a robar todo y hasta aquí llegó La Antigua Fuente”. Y en fracción de segundos, digo “sabes qué, yo salgo”, y salí y los enfrenté. Y ese día a mí me pasó de todo, piedrazos, patadas afuera, de todo, pero no entraron. Y bueno, tú sabes, todo lo que pasó en los medios... Y al viernes que sigue siempre llegan tipo 16:00 de la tarde aquí y de hacha se tiraron todos al local aquí, a romper y tratar de entrar. Y ahí fue ese día que quedó… había un poco más de público, incluso nosotros ya habíamos cerrado, porque no nos queríamos meter en rollos, cerramos temprano por si acaso. Y se tiraron igual contra el local, tuvimos que evacuar a la gente de emergencia y la cuestión se puso color de hormiga. Ese fue el día en que yo les disparé los postonazos y ahí ya la guerra quedó declarada. Y de ahí para adelante, después hubo otros días en que trataron de quemar el local tres veces y todo lo que todos ya sabemos.
A cinco años del estallido, ¿cuál es el balance que hace?
Yo creo que Chile realmente se deterioró, en forma exponencial y muy rápido. A lo mejor la verdad es que quizás lo veíamos como un cascarón el Estado, nuestras instituciones, todo un cascarón que por fuera se veía rebién, pero nos dimos cuenta que las cosas no funcionan como necesitamos que funcionen, sobre todo en temas de seguridad. Me explico, porque te apuesto que si aquí hacen de nuevo una marcha y se toman esta cuestión, ¿Carabineros los va a sacar? Es una duda, ¿Carabineros nos va a proteger antes de que sucedan las cosas? o ¿Carabineros va a llegar como lo hacía siempre? Yo creo que no estamos protegidos. Y mira, la conclusión más triste de todo esto, ¿sabes qué? Que lamento darles este mensaje a todos los chilenos: estamos solos, el Estado no nos va a proteger. El Estado no va a actuar para ir a buscar a los delincuentes como debe ser, porque si fuera así habrían ido a buscar a todos los delincuentes y a todos los que tienen tomada la Macrozona Sur, los habrían ido a buscar. Que es lo que debería hacer un Estado con los pantalones bien puestos y que protege a sus ciudadanos, porque además nosotros les pagamos impuestos por eso, no es solamente que lo hacen de buena voluntad. No estaríamos pasando lo que pasa en el norte, no estaría pasando nada de esto. A lo mejor tendríamos delincuencia, sí, pero no desbocada como está hoy día.
Y la Antigua Fuente, ¿cómo está a cinco años?
Obviamente que a nosotros nos cambió la vida porque a nosotros nos arrebataron la vida, a nosotros como familia y a nuestros trabajadores. Lo pasamos re’ mal, pero quizás como todos los trabajadores de Chile, que tuvieron que ver también con las cuarentenas, pero sobre todo con el estallido. Lo pasamos muy mal. Son momentos que nunca vamos a olvidar en la vida, que nos marcaron, desgraciadamente, para bien o para mal, nos marcaron. ¿Qué te puedo decir… ¡Uf! Los clientes… mira. ¿Qué te puedo decir de nuestros clientes? Yo solo les puedo dar las gracias, porque apenas pudieron venir, nos apoyaron.
Se está haciendo un película de la Antigua Fuente...
La película. Espero que sea una buena película. Espero que sea un aporte para nuestro país. Espero que esta película muestre el lado B de estas cosas, porque aquí hay grupos de izquierda, Frente Amplio, lo voy a dar con nombre y apellido nomás, Partido Comunista, que tratan de vestir, de darle un aspecto como que esto fue algo heroico, que la ciudadanía, que aquí que allá. Ellos azuzaron a la ciudadanía, ellos violentaron a otros ciudadanos, ellos planificaron todo esto y a mí esa cuestión no me la quita nadie y es lo que yo pienso. Y esta película va a mostrar el lado B, porque acuérdate que el diputado (Gonzalo) Winter dice que esta cuestión no fue tanta la violencia respecto de lo otro, el diputado (Diego) Ibáñez también, dice que nosotros somos un daño colateral respecto de todo este problema. Eso es lo que somos nosotros para ellos, para todo ese grupo de personas, somos gente sacrificable, porque si no se hubiese dado, si se hubiesen dado las marchas y no la violencia, ellos hoy día no estarían en el poder tal cual.
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