¿Casa de herrero, cuchillo de palo?: tribunal condena a la Dirección del Trabajo por acoso y actos de homofobia contra abogado

Una larga disputa entre un trabajador y su empleador, que llegó a tribunales, llegó a su fin hace algunas semanas.

El caso se remonta a 2016, cuando un abogado, identificado como C.A.G.G., de 46 años, acusó que comenzó a ser víctima de una serie de burlas y comentarios homofóbicos por su condición de homosexual. Así las cosas, inició un juicio por tutela laboral, denunciando la vulneración de sus derechos fundamentales como trabajador y persona.

El abogado comenzó sus labores en dicho organismo el 1 de septiembre de 2013. Tres años después, “a raíz de los vínculos de confianza formados con algunos funcionarios”, llegaron a su persona una serie de “rumores sobre bromas homofóbicas sobre él, las que se daban en los desayunos, en charlas que él debía impartir a los funcionarios, en el casino y en otros espacios de tiempo libre”. Así se señala en el fallo del Juzgado de Letras del Trabajo de Talca, del 25 de julio de este año, donde se condenó a la Dirección del Trabajo.

Advierte que incluso sus jefes hacían comentarios sobre su sexualidad como: “si eres homosexual, ¿eres el hombre o mujer de la relación?”, “deberían poner una silla de bicicleta, con el puro fierro, sin el sillín, para que sea feliz” o si llegaba atrasado comentaban “debe estar peleando con otro hombre”, “seguro cuando llegue no se va a poder sentar”. Estos dichos, dice la sentencia que está anonimizada en cuanto a la víctima, generaban risas entre los funcionarios masculinos de la oficina.

De acuerdo al abogado, estos comentarios no solo se quedaban en “bromas” de índole sexual, sino que también alcanzaron, por ejemplo, cuando quiso tomar vacaciones. “Jamás se le otorgasen vacaciones en el mes de febrero, pues el otro abogado siempre las tomaba ese mes y él “era solo y sin hijos”, “no tenía familia””.

Así las cosas, estos episodios “comenzaron poco a poco a mermar su salud y estabilidad”. Bajo ese escenario, en 2016 pidió una licencia, que también alcanzó cuestionamientos. “La secretaria señaló que el jefe había abierto su licencia y le habría preguntado si sabía algo de su depresión, o si habrá peleado con su pareja, o algo”.

La “inestabilidad psicológica” del denunciante, provocada por la sumatoria de estos hechos, le llevó a “depresión y angustia”. Bajo ese escenario, en 2021 pidió ser trasladado a la Dirección Regional del Trabajo. Sin embargo, esto no acabó con las burlas: “En los aniversarios o reuniones debía soportar de igual modo las bromas burdas y comentarios que se hacían sobre su persona y su cambio de lugar de trabajo a la Dirección Regional”.

En otro de los hechos denunciados, que fue patrocinado por las abogadas Alondra Santibáñez Casanova y Mayely Soto Yenzen, se señala que el 13 de marzo de 2023 aceptó un cambio temporal de su lugar de trabajo, que duraría tres meses, pero que luego, cumplida esa fecha, no fue respetado. En ese sentido, le dijeron que en su puesto original, en Talca, “ya no contaban con cupos”.

Asimismo, se sostiene en el fallo, una compañera de trabajo de la Inspección de Curicó le comentó los duros epítetos con que el director del organismo se refirió a su persona: “El weón flojo, no cuida la pega, vive con licencia y es un m... sin hijos”.

“Hoy día (el abogado) se encuentra con licencia médica, enfermo y en una situación económica, emocional y de salud mental que difícilmente podría ser peor. Indica que se encuentra enfermo, en malas condiciones para trabajar, debido al daño recibido por su empleador, y que su situación económica, emocional y de salud mental es gravísima”, dice el fallo.

En agosto de 2023, luego de estar con licencia, se reincorporó a sus funciones “donde siguió siendo víctima de acoso directo”, lo que le llevó a interponer un recurso de protección contra su empleador en la Corte de Apelaciones de Talca. Sin embargo, cuando su empleador se enteró de este recurso fue citado “con celeridad a una reunión donde se le indicó que debía retirar todos los recursos judiciales que hubiese interpuesto a fin de asegurar su puesto en Talca”. “Ante tal advertencia no pudo más que desistirse de sus acciones que ya habían llegado a la Corte Suprema”, dice la sentencia.

Así las cosas, considerando dichos perjuicios, el profesional demandaba la suma de $20.000.000, o la suma mayor o menor que se determinase. Sin embargo, el tribunal condenó a la DT al pago de $2.5 millones por daños morales y ordenó que, dentro de dos meses desde que quede ejecutoriada la presente sentencia definitiva, “todos los funcionarios de la Dirección Regional del Trabajo de Talca se deberán someter a una capacitación sobre derechos fundamentales dentro de la empresa, con un curso presencial de a lo menos 12 horas pedagógicas, que deberá ser dictada, a costa de la denunciada, por una universidad estatal acreditada”.

La sentencia se dio en la antesala de la Ley Karin, que entró en vigencia el 1 de agosto.

Consultada por La Tercera, Natalia Pozo, jefa del Departamento Jurídico de la Dirección del Trabajo, señaló: “La Dirección del Trabajo siempre ha acatado todas las sentencias de los tribunales siempre que estén a firme y ejecutoriadas”.

Agregó que “sobre esta situación en particular, no le corresponde a la DT dar opinión ya que está siendo resuelta en tribunales de justicia y todavía quedan etapas que, en el marco del debido proceso, vamos a recurrir. En este momento están operando los mecanismos internos que definirán una eventual responsabilidad administrativa”.