Caso Canserbero: abogados de los presuntos asesinos del rapero llevan a Chile a la CIDH para que el Estado los proteja ante Venezuela

La historia en Chile de Natalia Améstica, la asesina confesa del rapero Canserbero

Ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recurrieron los abogados en Chile de los hermanos Améstica, imputados por el doble homicidio contra Tyrone González y su mánager, Carlos Molnar. La solicitud de la medida cautelar pide que el Estado chileno proteja y garantice sus derechos en el país caribeño. "Han sido sujeto de malos tratos -e incluso de tortura- para obtener confesiones mediante el uso de la fuerza", sostienen los abogados.


Los hermanos Natalia y Guillermo Améstica, quienes se encuentran en prisión preventiva en Venezuela luego de haber declarado ser los autores del asesinato del rapero Canserbero, representados por sus abogados presentaron un recurso de protección ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esto, luego de haber denunciado que durante su encarcelamiento han sido víctimas de tortura y que fueron obligados a declarar que ellos fueron los culpables el asesinato del rapero y de su mánager.

Los representantes legales en Chile de los hermanos de nacionalidad venezolana-chilena, los abogados Ciro Colombara, Jénnifer Alfaro, Aldo Díaz y Amanda de la Fuente, piden que el Estado chileno proteja a sus clientes, quienes se encuentran en una “situación grave y urgente de sufrir un daño irreparable”, dijeron.

Los abogados agregan que el “Estado de Chile ha fallado en la coordinación estatal en este tipo de casos, para prestar ayuda consular a los hermanos Améstica”, quienes apelan a su país de origen para que, por derecho, pueda intervenir.

Los hermanos se encuentran en prisión preventiva desde el 15 de diciembre del 2023, luego que se haya reabierto el caso un mes antes. El asesinato contra Tyrone González, Canserbero, y su mánager, Carlos Molnar, perpetrado el 20 de enero del 2015, fue desarchivado a fines del año pasado.

Los abogados acusan que la reapertura del caso, por decisión del fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, se hizo “arbitrariamente” y que a los hermanos Améstica se les han vulnerado las “garantías del debido proceso. Así, no se les ha permitido el acceso al expediente investigativo, se les forzó a renunciar a sus abogados, no se les ha permitido designar abogados de confianza y se les ha negado la recepción de solicitudes de traslado”, se lee en el libelo presentado ante la Corte IDH.

Además, el documento afirma que han sido “víctimas de un proceso judicial viciado que ha infringido las normas internacionales de derechos humanos sobre garantías judiciales” y que “ante la imposibilidad fáctica y jurídica de ejercer su derecho a defensa se ha recurrido al Estado de Chile, al ser nacionales de este país”, sin embargo, alegan que no ha existido respuesta.

“Me insultaron para que confesara”

El equipo judicial de los hermanos sostiene que “han sido sujetos de malos tratos -e incluso de tortura- para obtener confesiones mediante el uso de la fuerza”.

Asimismo en el documento presentado a la Corte IIDH detalla que la declaración “fue obtenida a través de métodos de tortura, sin la presencia de ningún juez ni de abogados defensores. Incluso, se observa que en dichos videos -grabados a altas horas de la madrugada- Natalia y Guillermo Améstica se encuentran atados de manos y pies.

Así, Guillermo Améstica, acusado de ser uno de los autores del crimen contra los artistas venezolanos, dijo: “Me insultaron para que confesara, yo no confesé nada. Claudia, me iban a matar. Con música de Canserbero y una vaina de tortura atrás”, se escucha en un audio enviado, revelado por T13, a su hija Claudia.

El imputado acusa que fue obligado por la autoridad a confesar el delito y agrega que “me pusieron una bolsa en la cabeza y me ahogaron cinco veces”.

Además dijo que para que les disminuyeran la pena “había que decir exactamente lo que ellos dijeron. Y todos los fiscales estaban ahí”, sostuvo en los audios filtrados.

Los hermanos Natalia y Guillermo Améstica son dos chilenos cuya familia se trasladó en 1974 a Venezuela, luego un exilio producto de la dictadura cívico-militar ocurrida en 1973. Desde esa fecha se establecieron allá.

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