Cecilia Frei, hija del expresidente, jefa de Unidad de Atención a Víctimas en la Fiscalía y un rol clave en la denuncia contra Monsalve
Como jefa de la unidad especializada de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, acompañó a la presunta víctima al Servicio Médico Legal para constatar lesiones.
María Cecilia Frei Larraechea, jefa de la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte e hija del expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se ha convertido en una figura central en la investigación que tiene al exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, en la mira por una acusación de violación. Su labor, esencialmente técnica en el Ministerio Público, adquirió un carácter político al verse involucrada en un caso que ha sacudido a La Moneda y generado un sismo al interior del gobierno.
La presunta agresión, que habría ocurrido el 22 de septiembre, ha generado un amplio interés público, especialmente tras la renuncia de Monsalve, quien, hasta ese momento, ejercía como una de las figuras más visibles de la gestión del Ministerio del Interior y Seguridad Pública y se posicionaba como una de las cartas fuertes para asumir el Ministerio de Seguridad.
El caso que salió a la luz el 14 de octubre, cuando la denunciante, una funcionaria de la Subsecretaría del Interior, llegó al Cuartel General de la Policía de Investigaciones (PDI) para presentar su denuncia. La mujer alegó haber sido vulnerada por Monsalve, un episodios reciente que habría ocurrido en un hotel de Santiago, tras una reunión en un restaurante peruano en el centro de la capital.
Y ahí la participación de Frei, al acompañar a la presunta víctima al Servicio Médico Legal (SML) para constatar lesiones, marcó un punto clave en el avance de la investigación, precisamente debido a la connotación pública del acusado.
“El trabajo de nuestra unidad es garantizar que las víctimas puedan ejercer sus derechos en el contexto del proceso penal”, explicaba Frei en su calidad de jefa de la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte en uno de los seminarios dictados por ella misma sobre la atención a víctimas, donde agregaba que “muchas veces cuando se habla de participación nos parece una palabra vacía, porque muchas víctimas no tienen acceso a los procesos penales, ya sea por falta de información o recursos. Nosotros debemos velar porque la víctima pueda efectivamente participar en el proceso”.
Y es que en medio del caso y según entendidos al tratarse de una denuncia sobre una autoridad, Frei asistió a la denunciante para resguardar el proceso. O al menos esta primera parte. Ocurre que el trabajo de su unidad es clave para que las víctimas reciban el apoyo necesario durante todo el proceso. En varias ocasiones ella ha reiterado la importancia de garantizar que las víctimas puedan ejercer plenamente sus derechos.
La trayectoria de Frei en el ámbito de los derechos de las víctimas se ha ido consolidando a lo largo de los años. En su cargo actual en la Fiscalía, a la que llegó el 3 de julio de 2001, ha supervisado casos de gran resonancia, como el incendio en la fábrica Kayser en 2019, donde también prestó asistencia a los familiares de las víctimas.
El caso Monsalve no es el primero en el que Frei, hoy también parte del directorio de la Fundación Eduardo Frei, está involucrada, pero sin duda es uno de los que más atención genera. Asimismo, su cónyuge, Domingo Eyzaguirre Marchant, forma parte del directorio de Saturno. En tanto hija de un expresidente, su figura adquiere una dimensión pública que va más allá de lo técnico, y su participación en casos tan sensibles reafirma su papel como una de las voces influyentes en la defensa de las víctimas en el sistema judicial chileno.
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