Cita con republicanos, lamentaciones por WhatsApp y fuga de militantes: los días más ajetreados de Amarillos por Chile
Los amarillos se reunieron con los principales dirigentes del partido de José Antonio Kast para transparentar sus exigencias en el trabajo constitucional. Si bien dicen que la conversación fluyó bien, a la hora de las votaciones fueron ignorados. Los dichos del diputado Jouannet sobre que su colectivo votaría "A favor" en el plebiscito solo complejizó todo. "Cuando leí que estamos por el Apruebo, se me encogió el estómago", dijo Mario Waissbluth.
La semana pasada, la oficina en Las Condes del exdiputado Zarko Luksic fue el epicentro de una seguidilla de intensas reuniones organizadas por Amarillos por Chile a raíz del nerviosismo y la preocupación que sentían al interior del colectivo por las votaciones que esta semana se realizaron en el Consejo Constitucional.
Entre las visitas, hubo un trío que llamó particularmente la atención: el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, el consejero Luis Silva y el jefe de asesores de esa bancada, Jorge Barrera.
El 13 de septiembre, los tres representantes del partido de José Antonio Kast tomaron asiento junto a Luksic -integrante del comité político de Amarillos-, el diputado Andrés Jouannet -presidente de Amarillos-, el abogado Gonzalo García (Amarillos) y el senador Matías Walker (Demócratas). Ellos los esperaban con el fin de hacer advertencias sobre las enmiendas que se visarían esta semana en el órgano constituyente, que se caracteriza por la hegemonía de la derecha.
Hasta la semana pasada, a los amarillos no les convencía por completo el texto que redactaba el Consejo. Por lo mismo, y en conjunto con Demócratas, activaron estas reuniones con el fin de hacer ver a republicanos y a Chile Vamos que ellos estarían dispuestos a apoyar el texto solo si es que sus exigencias eran consideradas.
Además de la cita con republicanos los Amarillos activaron una serie de reuniones para hacer ver sus puntos. Estuvieron con Edmundo Eluchans (UDI), Gloria Hutt (Evópoli) Juan José Ossa (RN), Máximo Pavez (UDI), Germán Becker (RN), Arturo Phillips (Ind-UDI) y la senadora Paulina Vodanovic (PS).
Como parte de esas conversaciones, los partidos de centro enviaron un documento a Republicanos, Chile Vamos y al vicepresidente del Consejo, Aldo Valle (Ind-PS), con sus demandas. El plan de Amarillos era que se lograra rechazar las enmiendas que les causaban ruido y que, de esa forma, pudieran llamar sin titubeos a aprobar el texto.
Según reconocen algunos de los amarillos que conocieron de estos intercambios, Squella, Barrera y Silva se mostraron muy abiertos a escuchar las exigencias de los partidos de centro y evidenciaron interés en sus reparos. Sin ir más lejos, el propio Kast ha dicho que considera clave conseguir que sectores de centro se sumen a la idea de aprobar el texto constitucional.
Consultado por La Tercera, Squella contó que en el encuentro los representantes de los partidos de centro “nos plantearon su mirada constructiva sobre las distintas materias en discusión. Muchas de ellas han sido parte del debate y recogidas en el trabajo constitucional. Hemos tratado de tener muy presente la opinión de los partidos que no alcanzaron a contar con representación en el Consejo (...)”.
Las conversaciones resultaron tan bien, que el domingo, en entrevista con El Mercurio, el diputado Jouannet afirmó que “hoy Amarillos está por aprobar y se la va a jugar por esa opción”.
Sin embargo, a los amarillos rápidamente los pilló la avalancha republicana. Los resultados de las votaciones del miércoles y jueves de esta semana les hicieron ver que la derecha no consideró las advertencias que hicieron como les hubiese gustado. Por ejemplo, el Consejo aprobó la norma de protección de la vida “de quien está por nacer”, que contraviene la recomendación que hicieron los amarillos. También se aprobó una que permitiría que enfermos terminales cumplan su condena en sus casas -que es interpretada como un ‘perdonazo’ a los reos de Punta Peuco-, la que los amarillos recomendaron rechazar.
Al interior de la tienda reconocen que la cuña del diputado no envejeció nada bien. Algunos sugieren que habría sido bueno agregar que respaldarían la propuesta de Carta Magna siempre y cuando se respeten sus demandas.
En todo caso, incluso antes de las votaciones las palabras del parlamentario alertaron a la militancia amarilla. Varios de ellos exigieron a través de distintos grupos de WhatsApp que se hiciera una consulta para determinar institucionalmente cuál sería la posición del colectivo en el plebiscito de diciembre.
En uno de esos grupos, el ingeniero Mario Waissbluth señaló: “Cuando leí en la prensa a nuestro presidente Jouannet afirmando con certeza que estamos por el Apruebo, se me encogió el estómago. No ha habido una consulta a las bases sobre este (...) tema. En nuestra declaración de principios se afirmaba que seremos un partido democrático y participativo. ¿Y entonces?”.
Y agregó: “La gente votará sin leer la Constitución. Y la gente se formará la siguiente ecuación en su cabeza: Amarillos = Republicanos. Y si se forma esa opinión, estamos muertos como partido de centro. Insisto, no estoy diciendo que hay que llamar a votar Rechazo. Pero si no somos capaces de montar una gran campaña comunicacional explicando por qué votar Apruebo no significa que somos republicanos, estamos Kaput (...)”.
En esa misma línea, Tomás Aylwin (Amarillos) señaló a este medio que “si bien no vemos como propio el proceso, sí tenemos interés en que salga bien. Por lo tanto, hay una disposición a aprobar, pero existe molestia porque no se ha discutido a nivel de militancia, no se está conversando con las bases. No ha existido ninguna conversación sobre si vamos a aprobar”.
92 renuncias en tres meses
El dilema constitucional no es lo único que aqueja al partido. En sus primeros cinco meses de vida como colectividad legalmente constituida ha tenido tres presidentes, luego de que los dos primeros -Cristián Warnken y Sergio Micco- renunciaran al cargo.
En paralelo, también ha habido bajas en la militancia. Desde el 30 de junio de este año y hasta el pasado 14 de septiembre, el colectivo acumula un total de 92 renuncias, de acuerdo a datos entregados por el Servicio Electoral (Servel). Hasta el 31 de julio, según información publicada por el mismo organismo, el partido de Jouannet tenía un total de 2.432 militantes.
En comparación, el partido Demócratas, que es dirigido por la senadora Ximena Rincón y que nació de forma casi simultánea, lleva 23 salidas en el mismo período. Y, también hasta finales de julio, tenía un total de 2.517 adherentes.
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