¿Ciudad de Dios? La historia de cómo “Lucho Plátano” reclutó a menores de edad a quienes proveía armas para homicidios
Según los testimonios de los conocidos del imputado por el homicidio del comisario Daniel Valdés, los niños y adolescentes que lo acompañaban eran conocidos como "los perros". "‘Lucho’ tenía su banda con puros menores y que era como un ejemplo para ellos y que allá en la población San Gregorio", declaró un testigo.
Si hay algo que han dejado en evidencia la serie de declaraciones que han tomado los funcionarios que están tras la investigación del homicidio del comisario Daniel Valdés Donoso (42) de la PDI, es que el presunto autor del crimen, Luis Vásquez Villenas (20) -conocido públicamente como “Lucho Plátano”-, contaba con una red de apoyo y de “seguidores” que lo ayudaban en sus labores delictuales. Entre ellos, como se desprende de documentos contenidos en la causa, varios menores de edad que veían en el imputado una suerte de “líder”.
Así, por ejemplo, se desprende del testimonio que entregó su pareja, María Jesús Fernández Uribe (27), el 28 de enero ante funcionarios policiales, quien fue clara en sostener que su pololo era conocido en el sector y que la primera vez que escuchó de él, fue a través de vecinos que residían en su mismo edificio en la comuna de San Bernardo.
“En ese tiempo también llegó al Block 2 departamento 12 un “cabro chico” que conozco como ‘Julito’ con su pareja (Damaris) (...) Él me empezó a hablar que ‘Lucho’ era muy conocido en su comuna, que tenía su banda con puros menores y que era como un ejemplo para ellos y que allá en la población San Gregorio, en La Granja, también era un ejemplo para los cabros chicos”, sostuvo la joven, quien fue formalizada por el robo con homicidio de Valdés Donoso en calidad de encubridora, pues como indicó la Fiscalía durante su formalización, fue una de las principales responsables de mantener oculto al presunto autor material del asesinato.
Asimismo, Fernández Uribe manifestó que sabía que su pareja les enseñaba a robar a los menores de edad que reclutaba, “y todo lo que tiene que ver con eso”. Agregó, de igual formal, que Damaris era una de las amigas más cercanas a “Lucho Plátano”, y que él habría sido quien la instruyó en el mundo delictual.
Entre las declaraciones, además, aparece es testimonio de otra joven que confirma lo señalado por la polola de Vásquez Villenas, y que precisamente era pareja de otra presunta víctima de él.
Según lo que describió a detectives, la mayoría de los sujetos que acompañaban a “Lucho Plátano”, a quien denominó como “los perros”, eran menores de edad y se caracterizaban por ser sumamente violentos. “Llegaban a los domicilios en autos robados y con pistolas (...) Todos los amigos del Lucho andan siempre armados”, relató la mujer.
Como se da cuenta de la declaración de otro testigo que colaboró en la indagación de otro homicidio atribuido a Luis Vásquez Villenas, además, la banda que conformaba el imputado junto a menores de edad era conocida como “Los Parra”, y tenían como “especialidad” el robo de vehículos en la modalidad “portonazos”.
“Los voy a matar a todos”
Lucho Plátano no solo era conocido en los sectores donde vivía por sus constantes robos de vehículos y ayudar a su mamá en el tráfico de drogas, sino que también por sus constantes conflictos con bandas y familias rivales, además de la violencia con que actuaba, muchas veces, ayudado por sus soldados.
Uno de los primeros hechos que inició esta serie de conflictos con otras familias se dio cuando Danilo Moya Araneda, quien era conocido como el mejor amigo de Vásquez Villenas, le disparó reiteradas veces a su primo Giovanni Araneda Cofré, apodado “Tonyo”, debido a que este se quedó con la totalidad del dinero de un robo que habían cometido juntos. En esta ocasión un adolescente de 15 años, quien era conocido como “El Menor” salió en defensa del Tonyo resultando herido de bala.
Producto de esta situación Moya Araneda, quien era llamado “Karino”, fue detenido. Esto generó un permanente conflicto entre la familia de Lucho Plátano y otra del sector, a quienes acusaba de haber delatado a su amigo ante la policía. Según las declaraciones de implicados, la banda de Vásquez amenazaba permanentemente a la familia aliada de El Menor y del Tonyo. “Nos decía: los voy a matar a todos” y a veces disparaba aunque hubieran niños en la calle”, afirmó un testigo protegido.
Eliminando cabos sueltos
Este conflicto llegó al punto máximo el 24 de mayo del año pasado, cuando Matías Ortega Yáñez, apodado “Camión”, regresaba a su casa luego de ir al mall con unos amigos. En una pasarela ubicada en la población San Gregorio fue interceptado por Lucho Plátano, quien estaba junto a otros cuatro sujetos y empezó a amenazar a Ortega con un arma de fuego. El Camión y Vásquez comenzaron a forcejear, pero finalmente Matías recibió un disparo en la pierna y sus atacantes huyeron.
Esa misma noche, Lucho Plátano junto a otros integrantes de su banda asesinaron a sangre fría a José Bórquez Zapata, apodado como “Fachini”, quien vivía junto a una traficante de la zona. Según declaraciones de testigos, el Camión y Fachini eran amigos y pertenecían al clan el cual también integraba El menor y el Tonyo, por lo que este intento de asesinato y homicidio tiene directa relación con la detención de Danilo Moya Araneda.
Sin embargo, esta pugna entre ambas familias permaneció. El 1 de septiembre del 2022 Lucho Plátano intentó asesinar nuevamente a Matías Ortega Yáñez mientras se encontraba en el pasaje Isla San Javier de La Granja, pero “el Camión” logró escapar de los ataques de Luis Vásquez. “Los problemas que tengo con el Luchito se arrastran de hace rato, ya me había disparado antes, pero no quise denunciar, porque uno sabe cómo es la calle”, declaró la víctima en aquella ocasión.
Luego de intentar asesinar a Ortega, Lucho Plátano fue a buscar a su otro objetivo: Giovani Araneda, a quien le disparó en la calle Isla Melchor de la misma comuna. Según testigos, en dicha ocasión, el imputado por homicidio se encontraba junto a su madre de nombre Karina y uno de “los perros”, llamado Gonzalo Rivera.
Araneda fue asesinado un día antes de un juicio contra Danilo Moya, y según su familia, iba a declarar en su contra, por lo que postulan que ese homicidio fue planeado por Lucho Plátano y su mejor amigo, quien se encuentra detenido.
El último homicidio que registraba Luis Vásquez antes de ser el imputado por el asesinato del comisario Valdés ocurrió el 17 de octubre del año pasado. Este se encontraba en una plaza de La Granja frente a la sede del club de fútbol amateur Real Atlético, cuando llegó al lugar Vito Osses Reyes, según testigos, este comenzó a gritarle a Lucho Plátano “yo soy puro choro, no te sarpí” amenazándolo con una pistola. La respuesta de Vásquez fue un disparo en el pecho, produciendo la muerte de Osses.
“El Lucho Plátano andaba con otro cabro chico y arrancaron en auto. Yo lo conozco de hace tiempo, pero no soy su amigo, sé que anda metido en otros homicidios”, declaró ese día un testigo del hecho.
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