Clase media protegida: un nuevo test para el ministro Moreno

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Tanto en el gobierno como en el oficialismo admiten que el programa supone un gran desafío comunicacional. Primero, porque al propio Ejecutivo le ha costado identificar cuál es la clase media  y porque amplios sectores de la ciudadanía se identifican con el segmento sin precisamente pertenecer a él. Un problema que puede abrir un flanco respecto a las expectativas que genera el anuncio del programa, que ya fue advertido por parlamentarios oficialistas el lunes en el comité político.


Pasadas las 10 horas de hoy,  el Presidente Sebastián Piñera llegó hasta a la comuna de Estación Central acompañado del ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, con quien -minutos después- presentó finalmente el programa de red de clase media protegida, iniciativa que crea un sistema de protección social para enfrentar diferentes vulnerabilidades a las que queden expuestos las personas, por ejemplo, una enfermedad grave.

En un estacionamiento rodeado de casas, Moreno -quien lidera el tema- fue el primero en intervenir para dar a conocer los alcances de la iniciativa, que es considerado uno de los proyectos "más relevantes" del Ejecutivo, que apunta a un estrato social que han definido como "estratégico" y que busca aunar diferentes iniciativas que tienen precisamente ese foco.

Con esta iniciativa en el Congreso -que se enviará dentro de los próximos días- el gobierno tendrá finalmente todos los proyectos emblemáticos de su administración desplegados, justo en vísperas de la segunda cuenta pública que realizará Piñera el próximo 1 de junio. Por esta razón, el Ejecutivo ya prepara un diseño para hacer las "bajadas" comunicacionales del tema, donde se refuerzan conceptos como informarle a la clase media que "ya no están solos" y que el segmento "dejó de ser invisible para el Estado". En todo eso, el ministro Moreno tendrá un rol protagónico.

Esta mañana, usando el podio presidencial, Moreno relevó la importancia de la iniciativa, que abarca seis áreas: salud, empleo, previsión, seguridad, vivienda y educación. "Hoy es un día muy importante: por primera vez se reconocerán las vulnerabilidades de esa clase media, que hoy es la mayor parte de nuestro país, creando un sistema de seguridad social frente a las grandes dificultades de la vida que lo pueden golpear y volver a la pobreza", sostuvo.

No será la primera vez que Moreno encabeza una agenda primordial de la actual administración. Ya el año pasado fue uno de los protagonistas del impulso de la agenda de infancia, con iniciativas que siguen tramitándose en el Congreso.  También fue el rostro visible de "compromiso País", agenda anunciada en octubre pasado con el fin de aunar esfuerzos entre el mundo público y privado para ir en ayuda de sectores vulnerables de la sociedad. Otro eje que ha atravesado toda su gestión es el Acuerdo Nacional por La Araucanía, plan que sufrió un fuerte retroceso tras el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca.

La irrupción del programa de clase media protegida encuentra a Moreno como uno de los ministros de mayor aprobación del gabinete (59%, según la encuesta Cadem), aunque esa cifra contrasta con su bajo conocimiento (recién esta semana superó el umbral del 40%). Y aunque en el gobierno reconocen que este anuncio pondrá a prueba su liderazgo ya que será el encargado de coordinar y el responsable de que se vean avances en esta materia, descartan que se juegue todo su capital político, porque se trata de una agenda que depende en buena medida del avance legislativo de una serie de proyectos de distintas áreas del gobierno.

En lo concreto, la iniciativa no contempla grandes anuncios nuevos, sino que busca hacer un uso más eficiente de beneficios sociales que ya existen. Por esta razón, es que a través de la plataforma web que crearon el programa incluyeron 70 beneficios que ya existen de 11 ministerios diferentes para que las personas con una clave única puedan acceder a ellos y ver si les corresponde o no por su situación socioeconómica.

En esa línea, tanto en el gobierno como en el oficialismo admiten que el programa supone un gran desafío comunicacional. Primero, porque al propio Ejecutivo le ha costado identificar cuál es la clase media  y porque amplios sectores de la ciudadanía se identifican con el segmento sin precisamente pertenecer a él. Un problema que puede abrir un flanco respecto a las expectativas que genera el anuncio del programa, que ya fue advertido por parlamentarios oficialistas el lunes en el comité político. En La Moneda reconocen que efectivamente se puede generar un problema, tomando en cuenta además que muchas de las iniciativas que contempla en el programa ya existen y están focalizadas en personas que han sufrido deterioros o percances particulares, es decir, que no todas las medidas tienen un alcance masivo.

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