Claudia di Girolamo declaró ante juez por supuesta amenaza a Simón Pesutic: “Qué poder e interés podría tener yo para destruir la carrera de una persona”

Pese a que la periodista Verónica Neumann ha desmentido el haber declarado ante el juez Edgardo Gutiérrez una situación que involucra a su hijo, el actor Simón Pesutic, y su compañero de labores, Pedro Campos, fue en medio de la investigación por supuestos abusos cometidos por Cristián Campos que la intérprete de “La Fiera”, Claudia di Girolamo, tuvo que declarar en dos oportunidades. La segunda vez que fue citada, el tribunal la requirió a hacerse cargo de los dichos de Neumann sobre una supuesta amenaza que su hijo menor habría hecho -a través de un llamado- en medio de este proceso penal.

El 24 de octubre del año pasado, la recordada protagonista de telenovelas del “Canal 7″ fue interrogada por el tribunal respecto a si ella supo de lo que declaró Neumann respecto a que su hijo Pedro Campos había llamado a Simón Pesutic diciéndole que se había enterado que su madre declararía a favor de su progenitor, y que si eso ocurría su propia madre se encargaría de acabar con su carrera laboral en la TV.

“A su pregunta, nunca supe de la supuesta llamada de mi hijo Pedro Campos a Simón Pesutic, nunca me enteré. Y de la supuesta amenaza a que se refiere Neumann a través de su hijo Simón, no me coincide con el carácter de mi hijo Pedro, quien es una persona pacífica y dialogante”, dijo Claudia di Girolamo al ser requerida por el magistrado.

Junto con esto, y desacreditando todo lo que dijo en el proceso penal la periodista de TVN, la actriz aseveró: “Insisto que él (Pedro Campos) jamás me hizo un comentario respecto a que María Neumann declararía en esta causa, ni de la supuesta llamada al hijo de ella”.

Finalmente exclamó: “Y por otra parte, siendo seria y realista, qué poder e interés podría tener yo para destruir la carrera de una persona”.

Pese a que Neumann durante casi toda su declaración habla de distintos episodios que recuerda de su pasado en TVN y que involucran al ícono de las teleseries de ese canal, Di Girolamo apenas dice haber tenido relación con ella.

“A la señora Neumann la conocí en la época de los 90, pero tuvimos contacto tangencial y superficial de dos personas que se saludan por educación y no por amistad”, se lee en su segunda declaración adjuntada al expediente.

Otro de los tópicos a los que la confrontó el juez Gutiérrez, era si tenía conocimiento del consumo de drogas por parte de su hija mayor, quien motivó la apertura de esa investigación. Dichos antecedentes, según conocedores del caso, surgieron por parte de testigos que declararon ante el tribunal.

“A su consulta, debo señalar que yo nunca supe ni tuve conciencia de que Raffaella consumiera alguna droga, tampoco recuerdo ningún llamado de mi exsuegra la señora Rosa Ibar. Quiero además aclarar que mi relación con la señora Rosa Ibar era muy distante desde mi separación con el padre de Raffaella (Ismael Frigerio), a pesar de que yo sabía que Raffaella la amaba mucho y ella amaba mucho a Raffaella, insisto, no recuerdo ese llamado telefónico”, dijo.

Junto con esto, debió hacerse cargo de parte de la declaración de Campos, quien aseguró que le había dicho a ella que era necesario que la joven fuera a terapia, episodio que fue desestimado por la actriz.

“Nunca me hizo presente Cristian ese comentario, sobre la necesidad de que Raffaella en su adolescencia necesitara una terapia, y reflexionando sobre eso vuelvo a la pregunta que hice en mi primera declaración con respecto a que si él consideraba que mi hija necesitaba tratamiento de algún tipo, ¿por qué durante lo que el acusa que fueron 14 años de sufrimiento (desde que supuestamente la joven le dijo que lo denunciaría) no fue capaz de llamarme o reunirse conmigo para informarme lo que ocurría?”, cuestionó.

El 10 de abril de 2024 fue la primera vez que Di Girolamo declaró ante el tribunal. En esa oportunidad le dijo al juez que sabía por qué estaba citada y ratificó en el acto cada uno de los hechos que su hija había plasmado en la querella que presentó en contra de su expareja, y padre de dos de sus hijos, el también actor y director de teatro Cristián Campos.

En la primera parte hace un resumen del nacimiento de Raffaella y la relación que tuvo con su padre, con quien estuvo casada. Ahí detalla una serie de episodios violentos que terminaron con su separación en 1979. En esa época Ismael Frigerio se fue a vivir a Nueva York y, como detalla la misma Claudia di Girolamo, “mi hija Raffaella lo visitaba de vez en cuando siendo muy pequeña, a cargo de una tutora”.

Luego de eso, relata su entorno familiar en esa época. “Mi vida se continuó desarrollando, mi mamá era trabajadora social y trabajaba en la Vicaría de la Solidaridad, que se formó en el año 1974, y una amiga de mi madre, Estela, tenía un jardín infantil donde llevaba a Raffaella. Mi padre también trabajó en la Vicaría de la Solidaridad y también se dedicaba al teatro. Mis abuelos maternos prácticamente no los conocí porque fallecieron cuando era muy pequeña y mis abuelos paternos eran nuestra columna, mi abuelo artista plástico, entre otras cosas, y mi abuela materna se dedicaba a hacerlo feliz”, dijo.

Tras esto, comentó, vino su relación con el actor Cristián García-Huidobro, “nos fuimos a vivir juntos con Raffaella”, y que “en esa relación también sufrí violencia física y psicológica, mi padre no estaba de acuerdo con esta relación”.

Después de dos años, esa relación también terminó y conoció al denunciado. “(Para) Cristián (Campos) no fue fácil aceptarme con una hija, por ejemplo le incomodaba que no pudiéramos salir los fines de semana porque yo debía cuidar a mi hija, no recuerdo habernos sentado a conversar del tema, pero creo que él realizó una asimilación natural a que en la pareja estaría incluida Raffaella. El recuerdo que tengo es que tuve una lucha, tratando de hacerlo entender que Raffaella sería parte de nuestra relación, hasta después de casarnos”.

Junto con esto, recordó que “nos casamos en el año 1984 y nos fuimos a vivir juntos, pero siempre sentí que tenía celos y resistencia a incorporar a mi hija, le costaba ir como familia donde sus hermanos, pienso que él nunca se sintió realmente cómodo y ahora tengo la sensación que Cristián siempre odió a la Rafaella”.

Cuando Campos se ganó una beca y se fueron a Austin, en EE.UU., según Di Girolamo, “él me pidió que Raffaella no fuera parte de este viaje, yo le dije que por ningún motivo y si no viajaba ella, no iba yo, ni mi hijo Antonio, respondiéndome Cristián que él nunca pensó que tendría que cargar con un “bulto” refiriéndose a mi hija Raffaella”.

La actriz asegura que ella dejó su carrera por acompañarlo: “Estaba todo el día en casa, me levantaba a las 5 de la mañana para llevar a Antonio al colegio y a la Raffaella la dejaba en la esquina de la calle y la pasaba a buscar el bus del colegio. Estaba todo el día haciendo las labores del hogar y mi relación con Raffaella era preciosa, ella siempre ha sido muy alegre, naturalmente feliz, lo que a mí me ayudó mucho desde que estaba chica, porque era difícil vivir como una mamá soltera, pero ella me inyectaba su energía”.

Fue en esa época, según declara, que a su hija un día se le cayó la mitad de la cara. “Me llamó la atención porque en ningún momento lloró, mostrándose con madurez. La llevé al médico y me dijeron que había sido por estrés, entonces el doctor comenzó a preguntar sobre las relaciones familiares y de su vida en Chile que le podría haber provocado. Después yo le pregunté a Raffaella, qué le ocurría y me decía que la estresaba el hecho de escuchar a Cristián reclamando por que su padre no traía dinero”, recordó.

Di Girolamo describe ese viaje como enriquecedor, y que pese a que Campos estaba muy poco en casa, ella lo aprovechó ya que fue feliz, pudiendo cuidar y disfrutar de sus hijos.

“Cristián era una persona muy egocéntrica protagonista y encantador, él necesitaba la aprobación constantemente. Desde mi perspectiva Cristián era una persona sociable, en su núcleo familiar era el centro de la atención, el tiene una hermana melliza de nombre Sara Campos, una mujer muy inteligente, pero retraída, insegura, y en cambio Cristián siempre ha sido el centro de los lugares y uno lo rodeaba no más, siempre me mantenía al margen”, detalló la actriz.

Junto con esto, sostuvo ante el tribunal que “en cuanto a su conducta dentro de la relación y rutina familiar siempre era yo la que me preocupaba de todos detalles cotidianos, del cuidado de los niños y labores del hogar, si los niños estaban bien o si comían, etc. y Cristián se preocupaba solo de él”.

Sobre la relación que tenía, aseguró que “Cristián era muy agresivo, recuerdo en una oportunidad tuvimos una discusión muy larga, no recuerdo por qué fue, pero cuando yo me fui a acostar él me tiró literalmente un jarro de agua en mi cara. En otra ocasión me tomó fuerte de los brazos, me lanzó a la cama y me agarró muy fuerte la cara, yo tuve una reacción muy extraña como que mi mente salió de mi cuerpo, dejé de sentir dolor y yo ya no me defendía y Cristián al verme así dejó la violencia en ese momento”.

La descripción que siguió haciendo al tribunal era que “cuando había alguna discusión, yo trataba de no seguir más allá, solo le respondía un par de cosas para no provocar algún episodio mayor de violencia”.

En cuanto a la relación de su expareja con su hija, dice que “cuando era pequeña, antes de irnos a Austin, siempre noté la relación distante, poco amable de parte de Cristián, era poco cariñoso con ella, por lo menos cuando yo estaba presente, a mí me pareció que él siempre puso una distancia pequeña o grande pero distancia con mi hija. A mí me producía mucho miedo, siempre estaba atenta a Raffaella, para evitar que ella sintiera el rechazo de Cristián hacía ella. Cuando Raffaella estaba más grande, no tengo conciencia que Cristián se acercara de manera amable hacia Rafaella o de incorporarla. Si bien durante esa época hay muchas fotografías donde aparecemos todos como familia, yo siempre sentía la tensión entre ellos”.

Di Girolamo dijo que en los eventos sociales era el momento en que Campos se mostraba más amable con Raffaella.

“Cada vez que Raffaella quiere relatarme algo le produce mucha angustia, hace un gran esfuerzo y mi sensación es que cada vez que me cuenta algo es como que lo estuviera viviendo, veo que sus narraciones son con palabras simples, pero uno puede percibir la intensidad que tenían esos episodios”, dijo al ser consultada por el juez por cómo sentía que su hija se comunicaba con ella.

“Después me explicó que sentía la idea de algo peligroso y que muchas veces tenía la sensación de que debía proteger a su hermano Antonio”, sostuvo.

“A su consulta en cuanto a la adolescencia de Raffaella, fue complicada por los cambios que afrontaba en ese momento y ella se apagó, ella dejó de ser la Raffaella alegre”, dijo.

Junto con esto describió la relación de ella con la familia paterna, de aquel padre que -según ha relatado en TV- no quería serlo. “Respecto de la relación de Raffaella con su familia paterna, ella era muy unida a la abuela Rosa, sus tíos, que eran personas muy adorables, muy preocupados por Raffaella, ella tenía una muy buena relación y yo no tenía problema que ella fuera a visitarlos, porque para ella era una casa muy entretenida y de comidas muy ricas”.

Pero vino una época, dijo, en que su hija se alejó de esa familia y nunca supo el porqué. “En ese período Raffaella estaba muy contestadora, pero no agresiva. Recién ahora me contó Raffaella que Cristián le metió miedo respecto de su familia paterna, que terminaría igual que ellos, jaleros entre otras cosas”.

La actriz recordó que “Cristián siempre se refería con insultos a Ismael, no sé si esos cometarios los hacía cuando estábamos solos o cuando estaban los niños presentes. Pero recuerdo que cuando estábamos en Austin también hacía ese tipo de comentarios y el departamento donde vivíamos era pequeño por lo cual Raffaella igual escuchaba los insultos. Ella comenzó a distanciarse de esa familia”.

Di Girolamo confirmó que con Campos tenían un acuerdo en materia laboral. “Uno trabajaba 6 meses y el otro se quedaba a cargo del cuidado, por eso trabajamos en elencos distintos para tener esos tiempos. Nunca tuve un papel protagónico en esa fecha, por lo cual mi jornada no era tan extensa, a veces llegaba alrededor de 16:00 horas, lo que me permitía ir en ocasiones a buscar a Raffaella al colegio, durante en ese periodo también teníamos una asesora del hogar puertas adentro, tuvimos muchas y no recuerdo sus nombres”.

Luego de eso, en la declaración describe cómo vino la develación de los abusos denunciados por su hija. Fue para una Navidad.

“Ocurrió en mi departamento después de la navidad en la casa de mi padre, era la primera navidad desde el fallecimiento de mi madre. Mi padre siempre leía cartas y ese año fue especial porque en aquella carta se refirió a mi madre que ya no estaba, antes de irnos Raffaella me dijo que tenía que conversar conmigo, yo sentí que se me helaba la sangre, llegamos a mi casa nos sentamos en el comedor y Raffaella me entregó la carta, yo la leí y al terminar le pregunté: “¿Fue Cristián? y ella me respondió que sí, la abrace, la senté en mis piernas y la consolé mientras ella lloraba”, recordó.

Sobre ese episodio y luego que el juez le exhibiera la carta, que estaba incorporada como prueba, Di Girolamo dijo que ese día “noté a Raffaella extremadamente seria, me entregó la carta y mientras yo la leí la miraba y sentí que ella se volvía cada vez más chiquitita y si bien en esa carta no dice el nombre del abusador, yo le pregunte a Raffaella y si era Cristián el abusador, y me dijo que sí. Le ofrecí quedarse a dormir conmigo en casa prefirió irse a ver a sus mellizos, en el momento le pregunté si yo podía contarle a mi pareja Vicente Sabatini y ella me señaló que sí. Inmediatamente que me enteré de los abusos yo busqué desesperadamente las fotos que tenía guardadas en un libro y las encontré”.

Luego de eso, al día siguiente, la actriz le contó a Sabatini, quien se sorprendió, “pero no de la persona que la había abusado”. Agregó que, junto a esto, “le mostré las fotos y el quedó horrorizado. Poco después que le conté a Vicente, él quiso que la Raffaella supiera que él estaba con ella y que la apoyaría”.

Sobre las fotos, se refiere a 13 imágenes tomadas por Campos en el pasado donde -según describe el interrogatorio- “aparece la víctima en distintas posiciones con vestido rojo, fondo rojo y velo rojo, en las cuales señala la testigo que la víctima debe haber tenido entre 13 a 14 años de edad y en las restantes fotográficas la testigo señala no haberlas visto antes”.

“En cuanto a las fotos que Cristián le tomaba a mi hija, no son similares a las de Hamilton, porque las de Hamilton eran más ‘artísticas’, era como ver Ángeles y paisajes, en ese tiempo se podían considerar como artísticas, pero ahora no. En cambio las que tomaba Cristián, eran sugerentes, queriendo hacer parecer a una niña mayor, con labios rojos y otros detalles, las que ni siquiera en ese periodo se habrían tomado como artísticas”.

Una vez que ella descubrió esas imágenes, recuerda, “le pregunté a Cristián qué significaba y me dijo que era un ‘experimento artístico’ y yo le prohibí que siguiera tomándole fotografías a mi hija”.

Ante una consulta del juez, Di Girolamo dijo que “efectivamente en la carta enviada a Cristián, señalé que intuí que él era el abusador, ya que recordé lo de las fotografías que le tomaba a mi hija y también recordé el día que lo encontré desnudo en la cama de Raffaella”.

Claudia di Girolamo dijo que “desde que me enteré de los abusos, fue un proceso de preocupación y contención con Raffaella, ella tenía la preocupación de contarles a sus hermanos, yo le dije que se tomara con mucha calma, y que yo iba a respetar sus tiempos, de esto pasaron 2 años aproximadamente”.

La actriz recuerda que fue también a través de una carta que su hija les contó a sus hermanos y que ella estaba muy nerviosa, teniendo miedo de perderlos a ellos dos, ya que se corría ese riesgo.

“Esto fue en la tarde noche, llegaron muy puntuales Antonio y Pedro, cuando ellos llegaron yo les dije a mis hijos que Raffaella tenía que contarles algo y les entregó una carta a cada uno de sus hermanos, después de leerla Pedro y Antonio se acercaron a Raffaella y la abrazaron, hasta ahí no sabían quién era el abusador, en ese momento Raffaella dijo “mamá no puedo más, hasta aquí llegó yo”, por lo que tomé la palabra y le dije que el abusador de su hermana había sido vuestro padre, ellos quedaron en shock, le creyeron y después le entregaron su apoyo y que no la dejarían sola”, declaró.

Junto con señalar que tras la revelación su hija ha estado yendo a terapia y ellos (madre, hermanos) la han apoyado en ese proceso, sostiene que ha sido sanador.

“Desde la develación de Raffaella, nuestra relación ha sido hermosa, me reencontré con la niña de antes, con intereses y preocupación por los demás, juntando nuevamente a la familia, disfrutando los momentos juntos, siento que ella ahora es más feliz y que está sanando de a poco. Ahora nosotros estamos aquí como familia para que ella pueda ser lo feliz que no pudo ser”.