Economía de guerra: clubes piden recortar sueldos de jugadores y técnicos por la crisis del coronavirus
A las 10 de la mañana se realizó la cita virtual que lideró Sebastián Moreno y que reunió a los elencos de Primera División. También se creará una mesa de trabajo para arreglar las diferencias con el CDF.
Fue una reunión atípica. Congregó a todos los presidentes de la Primera División, pero a través de un computador. No hubo catering, ni menos puntos de prensa. El programa elegido para la videoconferencia fue Zoom, la novedosa plataforma que permite crear diálogos de manera virtual entre personas. Cada equipo recibió una clave. Solo un funcionario podía estar presente, pese al interés de los elencos por aclarar sus dudas respecto a la incertidumbre que genera el coronavirus en la actividad.
La cita comenzó a las 10 horas. Uno de los primeros en conectarse al sistema tecnológico fue Sebastián Moreno, el presidente. Vestido con una camisa y chaqueta, la cabeza del fútbol chileno dio la bienvenida a todos los asistentes. Estaba en una sala de reuniones de la ANFP junto a Matías Rivadeneira, secretario ejecutivo, Juan Parra, gerente general y Leopoldo Iturra, gerente de comunicaciones.También se hizo presente una abogada laboral. No faltó ningún club. Algunos sí se sumaron con minutos de retraso. ¿Impuntualidad o problemas con la tecnología? Quién sabe.
En la videoconferencia no hubo un mediador definido. No fue como en las citas que se realiza en el salón plenario de la ANFP, en el que un miembro de la directiva de Quilín distribuye la palabra. Cada presidente, o representante de sus clubes, habló cuando lo consideró necesario. Todos se respetaron, nadie se puso por delante del otro. Sí se repitieron Juan Tagle, de la UC, Aníbal Mosa, de Colo Colo, Victoriano Cerda, de Huachipato y Jorge Fistonic, de Iquique.
El primer punto en tabla fue el contrato que hoy rige con la empresa Turner. Quien tomó la palabra para explicar los puntos que hoy se están incumpliendo en el vínculo con la empresa de televisión fue Matías Rivadeneira, secretario ejecutivo. La preocupación en los clubes es evidente, pues el ingreso mensual es clave para costear la planilla de los elencos.
El funcionario de Quilín entregó detalles del contrato y, al mismo tiempo, informó las consecuencias económicas del incumplimiento. Aseguró que al momento de firmar el vínculo se acordó que se debían desarrollar 30 semanas de fútbol por al menos 10 meses. Además, se debía mantener el interés en el producto actual.
Hoy, todas estas exigencias están en duda. Esta temporada se han disputado apenas ocho semanas de fútbol, es decir, aún le faltan 22 semanas para cumplir el mínimo. Al año le quedan 40 semanas, contando desde la próxima.
CDF está preocupada por el actual escenario. Más aún por la cantidad de partidos pendientes que ya quedaron en 2019 tras la suspensión del torneo por el estallido social. Ya se lo hizo saber a la ANFP. Se llegó incluso a plantear la posibilidad de sufrir un recorte en el pago mensual desde el torneo 2022. Cada club de Primera percibe cerca de $ 200 millones, mientras que en la B se anotan con $86 millones cada 30 días. En Quilín, sin embargo, se defienden acusando que se han incumplido partes del contrato. ¿Cuáles? La transmisión de partidos de la B, la cantidad de cámaras utilizadas, entre otras cosas.
Frente a tal escenario, se acordó crear una mesa amistosa para intentar solucionar el conflicto. La compondrán funcionarios de la ANFP, miembros de clubes y ejecutivos del CDF. La idea es encontrar un punto medio que no perjudique a ninguna parte. Se debe llegar a un acuerdo por los partidos pendientes que quedaron de 2019. “Se debe ver ese caso, es cierto. No se cumplió parte del contrato. Este parón del coronavirus es diferente porque es un tema mundial, con un instructivo del Minsal”, aclara un presidente presente en la cita.
Otro de los temas complicados que se abordaron fue el salario de los futbolistas, de los cuerpos técnicos y directivos de las instituciones. La idea es reducir por un periodo de tiempo los ingresos de los miembros de cada club. Los dueños, quienes no reciben salario, deberán inyectar fondos para solventar la crisis. Los ingresos hoy no permiten sostener las millonarias plantillas. Se puso de ejemplo a elencos en Europa, como el Barcelona, que estudia rebajar el salario de sus principales figuras.
Lo cierto es que buscan fórmulas que serán planteadas al SIFUP. Varios clubes propusieron la idea de conversar con el sindicato para hacerle ver la difícil situación de la industria y que los ayuden en la idea de rebajar un porcentaje del sueldo de los jugadores. También se analiza la posibilidad de conceder vacaciones en el mes de abril. La idea es generar un feriado colectivo para que los futbolistas no sufran una para a mediados de año.
La reunión finalizó cerca de las 12.30 horas. Moreno, tras despedirse de los clubes, pidió de inmediato una videoconferencia con Gamadiel García, presidente del SIFUP. Las dudas están sobre la mesa. Y desde Quilín intentan resolverlas. Durante la tarde el presidente de la ANFP tendrá la cita pactada de manera virtual con la Primera B y con los elencos de la Segunda División.
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