Barticciotto vuelve al Monumental: Colo Colo negocia el regreso del ídolo rebelde

Marcelo Barticciotto
Foto: @marcelobarti/Instagram.

Anibal Mosa y Harold Mayne-Nicholls se acercan al campeón de América después de una década de distancia entre Blanco y Negro y el exfutbolista. Un período que incluyó reproches, agresiones y la eliminación de su imagen en Macul.


Colo Colo negocia el regreso de Marcelo Barticciotto al club. A una década del inicio del distanciamiento entre uno de los máximos ídolos de la historia alba y la concesionaria Blanco y Negro, en las últimas semanas se han producido fuertes señales tendientes hacia la reconciliación con el exdelantero, hoy devenido en comentarista, quien ganó siete campeonatos nacionales, cuatro Copa Chile y fue parte fundamental en la consecución de los trofeos que los albos lucen con mayor orgullo: la Copa Libertadores de 1991 y la Recopa Sudamericana y la Copa Interamericana, ambas conseguidas al año siguiente.

La iniciativa nace directamente del presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa. "Es Aníbal quien maneja ese tema", dicen en Macul para graficar el origen de la idea. El empresario portomontino no respondió los llamados de La Tercera, pero internamente ha reconocido la importancia histórica de la figura que, producto de la discrepancia con el estilo de administración del club popular y de su pública postura opositora, desapareció de todos sus espacios. En el recinto popular hay que buscar con paciencia una imagen de Barticciotto. Si hay alguna, es colectiva, un deprecio impropio de la trascendencia que tiene y del cariño que los hinchas le guardan, que se grafica en la infinidad de fotografías que debe tomarse cada vez que le toca analizar algún encuentro para los medios en que trabaja. El único vestigio formal que queda es la sala de reuniones del Club Social y Deportivo Colo Colo, contraparte de la concesionaria. La dependencia lleva el nombre del histórico '7' del club popular.

"Harold (Mayne-Nicholls) y Aníbal se han contactado conmigo y hay otra relación. Me dijeron que tienen la intención de juntarse para conversar", explica Barticciotto a La Tercera, admitiendo los contactos. También recalca que está dispuesto a escuchar una propuesta, pues ni siquiera está definido el rol que cumpliría. "Nos tenemos que juntar. Estoy dispuesto a colaborar para el desarrollo del club. No hablamos de puestos. Yo estoy bien en las cosas que estoy haciendo, pero siempre estaré dispuesto a colaborar con Colo Colo", enfatiza.

La cercanía entre el exdelantero y Mayne-Nicholls resulta clave para, al menos, allanarse a la idea. Eso, sin renunciar a la aspiración que lo tuvo como bandera de lucha: que la entidad matriz del Cacique recupere protagonismo en las decisiones trascendentes y que cumpla un rol por encima del equipo de fútbol. "Cuando se acercan así, yo tengo la mejor intención y disposición para el club. Ellos saben que yo quiero que Colo Colo sea un club social, están conscientes de la preponderancia que tiene el club social. Yo voy a pelear por eso, más allá de cualquier cosa. Mi deseo es que el club tenga injerencia y les dije que en esta oportunidad no tenían la opción de fallar. Les hice saber que el club social debe tener importancia", reconoce Barticciotto.

Por el momento, no se ha definido el rol que cumpliría el exactamente. Sin embargo, en Macul admiten que una de las primeras acciones que tomarán será la de reposicionar su figura.

En el club social valoran la señal. "Nos parece positivo que la figura de Marcelo esté lo más cerca posible de Colo Colo. Le sirve mucho a la institución. Nosotros también nos hemos reunido con él y le hemos manifestado nuestro deseo de que esté lo más cerca posible. No sé si existe algo formal, pero si parte de Blanco y Negro considera que la figura de Marcelo es positiva para la institución, significa que están entendiendo qué es Colo Colo y que están comprometidos. Es un muy buen gesto", analiza el presidente de la entidad, Edmundo Valladares.

El divorcio y la agresión

La disputa entre Barticciotto y Blanco y Negro se remonta a abril de 2009, pocos meses después de que consiguiera su único título como entrenador en la casa popular, en el Clausura de 2008. A tres días de un Superclásico frente a Universidad de Chile, el entonces técnico del Cacique renuncia al cargo. La presión directiva para volver a considerar a los futbolistas que el DT había apartado de las convocatorias (Rodrigo Meléndez, Miguel Riffo y Gonzalo Jara) fue interpretada por el entonces estratega como una considerable pérdida de apoyo. Explicaría después que Blanco y Negro le había pedido exactamente lo contrario: limpiar el camarín.

Desde ese día, las posturas fueron irreconciliables. El ídolo pasó a ser el rebelde, el líder espiritual de una corriente que aspiraba a volver a controlar el club y a darle el énfasis social que, consideraban, había perdido.

Al año siguiente, en el contexto de la elecciones directivas del club social y deportivo, sucedió lo inimaginable. Barticciotto, quien formaba parte de la lista opuesta a la que promovía Blanco y Negro y aspiraba a la vicepresidencia, fue agredido por integrantes de la Garra Blanca. Lo empujaron, golpearon, escupieron y hasta le lanzaron bolsas con orina. "Llegué primero solo e ingresé hasta las oficinas del Tricel y me di cuenta de que había 40 personas que no eran candidatos y ellos me dieron garantías, pero cuando ingresamos, empezaron a insultarnos, a tocar el bombo y después a la salida, cuando habíamos inscrito la lista, se abalanzaron y nos golpearon con puños, nos lanzaron desperdicios, sobre todo a Marcelo, e incluso cuando ingresó al vehículo", relató, entonces, Luis Maluenda, quien postulaba al cargo principal.

El acto de violencia generó coletazos incluso recientes. Este mes, el Club Social y Deportivo Colo Colo, que tiene a su cargo la administración de la rama de futsal que compite en el torneo de la ANFP, despidió al jugador Mario Zúñiga, ex integrante de la Garra Blanca apodado 'Basay', a quien se le individualizó como uno de los participantes en la emboscada. Zúñiga declaró que le había pedido perdón a Barticciotto.

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