Cómo el PC se fortalece para también hacer contrapeso al Frente Amplio en la Cámara
Los diputados de Apruebo Dignidad se separarán en dos grupos con identidades e intereses distintos. Con ello, se asume indirectamente la existencia de dos almas al interior del nuevo oficialismo. El problema de esa estrategia es que aún está fresco el cuadro de divisiones dentro de la Convención Constitucional.
Un comité de 17 diputados (as) pretende conformar a partir de marzo el Partido Comunista, que mediante alianzas con independientes y otros colectivos busca hacer crecer su peso dentro de la Cámara.
Aunque en las elecciones pasadas el PC logró 12 diputados (as), ya están avanzadas las conversaciones para sumar a Tomás Hirsch (independiente, exmilitante del PH y líder del movimiento Acción Humanista), a Ana María Gazmuri (Ind. ex RD) y a Camila Musante (Ind. ex Convergencia Social). Además, hay tratativas para asociarse con los dos diputados de la Federación Regionalista Verde Social, Jaime Mulet y Félix Bugueño.
La idea es lograr conformar un comité de Chile Digno, que actúe como cuerpo dentro del pacto de Apruebo Dignidad, conglomerado con el que Gabriel Boric fue elegido Presidente de la República.
Si bien estos movimientos internos se justifican en la necesidad de lograr una mejor representación en las comisiones de la Cámara (de hecho, el PC se asegura la posibilidad de tener al menos un representante en cada una de estas instancias legislativas), con estos ajustes los comunistas y sus aliados indirectamente podrán ejercer un mejor contrapeso con el Frente Amplio que ahora tendrá una bancada de 20 diputados.
Aunque con sus 12 diputados y 2 senadores el PC ya era el partido del conglomerado de Boric con más escaños en el Congreso (de ahí la frase del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue: “Duela a quien le duela, es el partido más grande de esta gran coalición”), los comunistas quedaban en minoría ante la unión de las fuerzas del Frente Amplio.
No obstante, al sumar a Hirsch, Gazmuri y Musante -quienes fueron elegidos en cupos de Comunes, una de las tres colectividades que forman parte del FA-, el grupo de Chile Digno podría generar un nuevo equilibrio y tener mejor representación en comisiones legislativas e investigadoras.
“Esta es una estrategia administrativa política, de tener dos comités grandes que puedan incidir en la tramitación de proyectos de ley”, explica la diputada y jefa de bancada del Frente Amplio, Claudia Mix (Comunes), quien agrega que ella fue quien les propuso a los comunistas que se asociaran con otros colectivos (incluyendo a tres independientes elegidos en cupo de Comunes) para tener una mejor capacidad de influir dentro de la corporación.
Mix agrega que estas tratativas no tienen que ver con la discusión que se dio por el quiebre entre constituyentes del Frente Amplio y el PC, a propósito de la elección de la nueva mesa directiva de la Convención Constitucional, pues es un acuerdo que se viene trabajando desde fines de noviembre de 2021.
Sin embargo, indirectamente al separar a los diputados oficialistas se asume que existen dos grupos con identidades e intereses distintos y se preserva la existencia de las coaliciones previas al nacimiento de Apruebo Dignidad: Chile Digno y Frente Amplio.
“Con esto se están articulando dos bloques de apoyo potentes para el gobierno de Gabriel Boric y que desde el Parlamento, cada uno con sus particularidades y sensibilidades, vamos a hacer todo lo posible para empujar el programa y alcanzar acuerdos amplios. No es para marcar una división, solo es una buena estrategia”, señala la diputada electa Alejandra Placencia (PC).
Encapsular a la Convención
Independientemente de que la estrategia sea consensuada, entre algunos dirigentes del Frente Amplio y el PC hay preocupación de que la existencia de dos almas oficialistas (fenómeno con el que han tenido que convivir distintos gobiernos en el pasado) no se convierta en una extrapolación de las divisiones que se han dado en la Convención.
A ello se suma la tensión adicional por el rol que tendrá el PC dentro del gobierno y el Congreso.
Si bien algunos dirigentes del Partido Comunista, entre ellos su presidente, Guillermo Teillier, han dicho que no es el ánimo de su colectividad tener un rol hegemónico, sí han remarcado que su opinión debe ser considerada.
Un dirigente del Frente Amplio explica que para descomprimir ese tema, Boric designó a la diputada y jefa de la bancada comunista, Karol Cariola, como su enlace para encabezar las negociaciones con el fin de conformar un nuevo pacto de gobernabilidad en la Cámara. De esas conversaciones se espera que surjan los nombres de quienes van a presidir la corporación en los próximos cuatro años.
Con ese gesto de Boric, indirectamente, explican algunos dirigentes, se ungió a Cariola como la carta de Apruebo Dignidad para presidir la Cámara durante 2022.
El tema de las dos almas oficialistas, en todo caso, no es un fenómeno nuevo. En los gobiernos de la Concertación, primero se dio la rivalidad entre el eje DC versus el bloque PS y PPD. Luego ello derivó en el debate de los autoflagelantes (críticos de la conducción del país) y los autocomplacientes (quienes defendían la obra concertacionista).
En el primer gobierno de Sebastián Piñera, en tanto, el fenómeno de las dos almas quedó expuesto en la rivalidad que durante toda la administración mantuvieron los diputados de la UDI y de RN, especialmente del ala liberal. Algunos de ellos a fines de 2014 terminaron renunciando a Renovación.
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