Cómo la derecha se desmarcó de la figura de Pinochet tras el ‘desliz’ del republicano Luis Silva
Una entrevista del consejero republicano Luis Silva -en que dijo que Pinochet era un "estadista"- obligó a Chile Vamos a referirse a un tema que siempre es incómodo para el sector. Los dirigentes optaron por distanciarse de la figura del fallecido militar.
Fue la pregunta obligada en todas las entrevistas de la mañana de este jueves para distintos dirigentes de derecha.
Las polémicas expresiones del consejero constitucional del Partido Republicano, Luis Silva, respecto de que Augusto Pinochet fue un “estadista”, obligaron a referentes de Chile Vamos y Republicanos a tener que referirse al asunto. El tema dista de ser cómodo para el sector. Mientras desde la tienda fundada por José Antonio Kast han reivindicado aspectos de la dictadura, en la UDI y RN se han planteado en una postura más lejana, aun cuando fueron dirigentes de estas tiendas los que participaron de ésta. Ello ha provocado que desde la izquierda los acusen de “cómplices pasivos” de la dictadura que se inició en 1973 con el golpe de Estado y que provocó las violaciones de derechos humanos en Chile.
Así, los principales dirigentes de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) salieron a desmarcarse de Pinochet. Incluso, desde el propio Partido Republicano algunos se distanciaron de los dichos de Silva. Todo ello cuando quedan menos de 100 días para la conmemoración número 50 del Golpe.
Desde Chile Vamos recalcaron que se quería evitar que a Pinochet y la dictadura militar se les diera un uso político para complicar al sector. En ese sentido, criticaron que se busque usar un tema que divide a los chilenos.
Sin embargo, este desmarque además está influido por un factor generacional, pues hoy varios de los rostros más asociados a la dictadura se encuentran fuera de la primera línea de la política. En la UDI la llegada de Macaya a la presidencia vino a marcar el fin del control de los “coroneles”, una facción más antigua y asociada al gobierno militar, como el exministro Pablo Longueira, o el fallecido exsenador Jovino Novoa.
Además en la derecha los nuevos liderazgos no están vinculados a la dictadura, como es el caso del diputado y secretario general de RN, Diego Schalper, quien tiene 38 años. El presidente de la UDI, Javier Macaya, por su parte, nació cinco años después del Golpe de 1973 y para el plebiscito de 1988 tenía 10 años, por lo que no votó.
En Tele13 Radio habló el timonel del gremialismo, partido que tuvo dirigentes que participaron en el régimen de Pinochet. Su fundador, el asesinado senador Jaime Guzmán, es uno de los autores de la Constitución de 1980, y mientras que hubo hitos como el acto de Chacarillas, en que participaron referentes actuales de la tienda, como el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma.
Macaya sostuvo que “Pinochet es un militar que asumió en circunstancias difíciles y en su gobierno se cometieron violaciones a los derechos humanos”, pero de todas maneras criticó que al tema se le dé un uso político. “Tenemos que dejar de ocupar políticamente a Pinochet, de dejar de resucitarlo como arma política cada vez que es necesario para uno u otro bando”, recalcó.
En RN también se refirieron al tema. Justamente desde ese partido, el expresidente Sebastián Piñera, en 2013 en una entrevista a La Tercera, provocó un terremoto político al decir que en la derecha “hubo muchos que fueron cómplices pasivos: que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber y tampoco hicieron nada”.
Chahuán sostuvo: “Jamás se pueden exculpar las violaciones a los derechos humanos fundamentales (...) Uno podrá tener una apreciación de lo que hizo el gobierno en aquel entonces respecto a sentar las bases de un desarrollo del país, pero los calificativos (de Silva) respecto de ese gobierno no los compartimos en lo más absoluto”.
La noche de este miércoles, en una cena aniversario de RN, el timonel de esa tienda resaltó que el partido promovió “inicialmente la democracia de los acuerdos, para poder hacer los cambios que Chile necesitaba, pero dejando los pilares de desarrollo que había dejado justamente el gobierno militar”.
Para Evópoli el asunto ha sido más sencillo. Sin embargo a su presidenta, la consejera electa por la Región Metropolitana, Gloria Hutt, se le enrostra que el 2016 donó $ 12 mil para la compra de un medicamento a un amigo de su esposo y preso de Punta Peuco, penal donde residen los condenados por violaciones a los derechos humanos. Hoy consultada por los dichos de Silva, dijo: “Yo no los comparto. Además por la oportunidad, porque es justamente el tipo de cosas que el Consejo no necesita”.
En el Partido Republicano el senador Rojo Edwards se desmarcó de los dichos del consejero por la Región Metropolitana. “Yo no considero que una persona que estuvo 17 años sin Parlamento sea un estadista. En eso yo no estoy de acuerdo”, dijo.
Mientras que el presidente del partido de José Antonio Kast, Arturo Squella, solamente recalcó que “me da la impresión de que todos los chilenos tenemos bastante claro y fijadas las posiciones de lo que fue el 11 de septiembre, de lo que vino antes del 11 de septiembre, de la Unidad Popular, las violaciones a los derechos humanos, de los méritos económicos del país y cómo cambió, y todo lo que giró en torno a esa época”.
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