Esta mañana, la bancada de senadores del Partido Comunista (PC) sorprendió al resto de la clase política con un breve comunicado en que descartaron haber firmado “ninguna declaración conjunta con otros comités del Senado sobre los 50 años del golpe de Estado”. Sus palabras causaron asombro y terminaron enredando a los propios comunistas y a La Moneda, puesto que los puntos de consenso alcanzados ayer en la Cámara Alta -que fueron leídos por el presidente de la corporación, Juan Antonio Coloma (UDI)- fueron acordados previamente entre todas las fuerzas políticas y valorados ampliamente.

“A nombre de la mesa del Senado, y con la adhesión de todas las bancadas parlamentarias representadas en los comités, quiero leer la siguiente declaración a propósito de los 50 años del 11 de septiembre de 1973: Hace cincuenta años nuestra democracia se quebró. Un proceso doloroso, cuyas heridas aún no se cierran y que significó para todos, de uno y otro sector, el mayor fracaso institucional de Chile en el siglo XX”, dijo Coloma ayer.

“Respecto del pasado, probablemente hay una sola verdad compartida: todos, en algún grado y de alguna manera, por acción u omisión, contribuyeron a la destrucción de nuestra convivencia. Es imposible pretender que tengamos una visión común de la historia, las causas del quiebre, el proceso que lo antecedió (...). Nunca podemos tratarnos como enemigos, nunca la violencia es alternativa a la solución racional de los desacuerdos, nunca la dignidad del ser humano puede subordinarse a ningún objetivo político”, expresó.

La molestia del PC, según explican algunos de sus dirigentes, responde a que no hubo consenso interno en la colectividad para que los senadores adhirieran a la declaración. Sin embargo, públicamente descartaron diferencias y apuntaron a que algunos medios “interpretaron” que el discurso de Coloma contaba con la adhesión del partido, cuando -recalcan- no hubo instancias formales que dieran cuenta de aquello. Esto, pese a que fue un consenso que todas las bancadas reconocieron y que leyó públicamente Coloma. De todas formas, las mismas fuentes transmiten que los senadores por cuenta propia decidieron emitir el comunicado.

“El PC no suscribió ninguna declaración conjunta. Nuestra apreciación respecto al golpe de Estado y a la dictadura cívico-militar es muy distante a la declaración leída por el presidente de la mesa del Senado. Una información se entregó de manera errónea, donde se especificaba que había un acuerdo en el texto leído, y esa situación no es efectiva”, explicó el diputado Matías Ramírez (PC).

Consultado por La Tercera sobre las ideas de la declaración que no comparte, el senador Daniel Núñez (PC) respondió que “falta una condena tajante a las violaciones a los DD.HH, y una autocrítica de la derecha por su responsabilidad en el golpe de Estado”.

En línea con su partido, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo (PC), también descartó que se tratara de un acuerdo formal. En conversación con Radio ADN, la secretaria de Estado remarcó que “no es un documento que cuente con firmas de las bancadas del Senado”. En todo caso, Vallejo reconoció que “no por eso desconocemos el esfuerzo que hay en la mesa y del presidente del Senado, que hay que valorar (...)”.

Sin embargo, dentro del gobierno del Presidente Gabriel Boric algunos también reconocieron que el discurso de Coloma respondió a un consenso transversal. Esta mañana, solo minutos después de la entrevista de Vallejo, el ministro de Justicia, Luis Cordero, sostuvo que la declaración del Senado “es un gesto muy valorable, habla también de las enseñanzas de estas semanas, de estos días (...). Como ustedes saben, es una declaración que formó parte de conversaciones previas en que participaron todas las bancadas, desde el PC hasta el Partido Republicano. Yo me quedaría con lo que eso significa”.

Si bien no se trató de un acuerdo formal ni tampoco hubo ninguna votación de por medio, lo cierto es que la declaración que hizo Coloma sí requirió de un intenso proceso de conversaciones que involucró a todas las fuerzas políticas de la Cámara Alta, desde el Partido Republicano hasta el Partido Comunista. Para afinar el discurso, de hecho, hubo reuniones el lunes, el miércoles y el viernes de la semana pasada. En el último encuentro, Coloma incluso leyó un borrador del texto que luego presentó.

Eso sí, de acuerdo con algunas versiones, en esas tratativas la bancada del PC -que integran Núñez y la senadora Claudia Pascual- solicitó que la declaración no se votara ni quedara registrada como un acuerdo formal. Pese a eso, los dos parlamentarios sí admiten que autorizaron que Coloma diera algunas palabras.

En relación a la alocución de Coloma, el exministro Marcos Barraza (PC) enfatizó que “no compartimos la idea de que todos somos responsables del golpe civil y militar. Aceptar eso sería falsear la historia. Todas las evidencias y fuentes validadas muestran que el Golpe fue el resultado de sedición y boicot de grupos económicos, la derecha política y la intervención norteamericana. Las responsabilidades no tienen equivalencia en los partidos de la Unidad Popular”.

Por su parte, la diputada María Candelaria Acevedo, también del PC, manifestó que “la declaración que realiza la mesa del Senado no expresa lo que el Partido Comunista ha manifestado de forma clara y concreta, que es la condena total y absoluta al golpe de Estado cívico-militar, así como a las sucesivas violaciones a los derechos humanos”.

Además, la parlamentaria transparentó que considera que “fue una declaración tibia”, que se hizo “solo por cumplir”. Y si bien reconoce que se valora el reconocimiento al quiebre democrático, advirtió que “nada dice de quienes fueron sus instigadores, quienes lo validaron, de quienes sostuvieron a la junta militar y sus cómplices civiles”.

“Me hubiera gustado una declaración más contundente, una en donde se condenen, además, las actitudes negacionistas que proliferan en la derecha y la extrema derecha, dañando profundamente a quienes fuimos víctimas de la violencia de Estado”, concluyó Acevedo, quien fue prisionera política en dictadura.