Complicaciones por la lluvia, salida de libreto de Vodanovic y aparición de Jackson: la trastienda de la conmemoración de los 50 años en La Moneda

Ceremony to mark 50 years since Pinochet's military coup, in Santiago
Presidente Boric en el marco de la conmemoración del 11 de septiembre en La Moneda

El Presidente Gabriel Boric encabezó hoy las actividades que se desarrollaron en Palacio con motivo de un nuevo 11 de septiembre. En la jornada, que también estuvo marcada por la ausencia de toda la oposición, el Jefe de Estado realizó un discurso de más de 40 minutos, en el cual enfatizó que "no es separable el golpe de Estado de lo que vino después”.


En medio de la lluvia y cuando el sol aún no salía, La Moneda abrió sus puertas para recibir a los invitados del acto de conmemoración por el cumplimiento de los 50 años desde que el edificio fue bombardeado en el golpe de Estado que encabezó el general Augusto Pinochet. El clima no acompañó los planes del gobierno. Si bien estaba programado que el Presidente Gabriel Boric fuera quien recibiera a los invitados internacionales, finalmente fue el canciller Alberto van Klaveren quien asumió esa tarea, para evitar atrasos producto de la lluvia.

La primera en llegar, a las 7.58 horas, fue la expresidenta Michelle Bachelet, quien entró con alguien sosteniéndole un paraguas. Luego de ella, también se hizo presente el expresidente Ricardo Lagos, quien había dejado en suspenso su participación debido a una caída que sufrió en su casa y que lo dejó con un corte en el rostro.

Luego los invitados internacionales desfilaron por el Patio los Naranjos, a quienes dio la bienvenida la ministra de las Culturas, Carolina Arredondo. Entre ellos estuvieron el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; el Primer Ministro de Portugal, Antonio Costa; el Presidente de Bolivia, Luis Arce, y exmandatarios como Juan Manuel Santos (Colombia), Ernesto Samper (Colombia) y José Mujica (Uruguay). Luis Lacalle Pou, Presidente de Uruguay, llegó atrasado. Además llegaron la presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto, el guitarrista Tom Morello y la escritora Mariana Enríquez.

Los asistentes, en general, valoraron la figura de Allende y no escatimaron al realizar críticas a la derecha. Samper, por ejemplo, advirtió que “el espíritu del general dictador (Augusto Pinochet) sigue en Chile”. López Obrador, en tanto, aseguró que “Salvador Allende aún gobierna con su ejemplo. Es el apóstol de la democracia de Chile y un símbolo de la dignidad de los servidores públicos en todo el mundo”.

Entre las 8.30 y las 9.40 se programó un desayuno de bienvenida en el salón Montt Varas, que de todas formas finalizó a las 10.10, cuando Van Klaveren encabezó uno de los grupos de recorrido patrimonial por La Moneda. El otro fue liderado por Boric e Irina Karamanos, quienes pasaron por el interior de Morandé 80 y el Patio Los Canelos.

En paralelo, los principales partidos del oficialismo llegaron hasta la estatua de Salvador Allende en la Plaza de la Constitución, para dejar ofrendas florales. En el sitio, los dirigentes aprovecharon de criticar a la derecha por ausentarse del evento. “Ellos tendrán que dar las explicaciones de por qué no firmaron el compromiso y por qué no están acá compartiendo con mandatarios y exmandatarios de centroderecha que quisieron venir acá”, dijo el senador Juan Ignacio Latorre (RD). A su vez, la timonel PS, Paulina Vodanovic, le pidió “respeto” a la derecha.

De todas formas, se hizo difícil cumplir con los tiempos. El acto ciudadano, al que estuvieron invitados los partidos y los parlamentarios, finalmente partió una hora después. De hecho, recién a las 11.08 horas se empezó a entonar el himno nacional, en manos del músico Valentín Trujillo.

VALENTIN TRUJILLO
Valentín Trujillo interpreta el himno nacional en La Moneda.

El Presidente Boric fue recibido con aplausos, y el público se motivó más cuando saludó a Bachelet de abrazo y a la senadora Isabel Allende (PS), en primera fila. Una particularidad de la ceremonia fue que Vodanovic, se ubicó de las primeras y no con los otros timoneles.

La timonel socialista llegó y se sentó ahí, pese a que su lugar estaba junto a los otros líderes de partido. Sin embargo, ella argumentó, según presentes, que se sentaría en primera fila junto a los familiares de Allende, debido a que es la presidenta del partido del difunto mandatario. Eso obligó a hacer ajustes en el orden de los asientos.

Ausencia opositora

A su llegada a Palacio, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo (PC), sostuvo que este día, hace medio siglo, “se quebraron muchas vidas, de muchas familias, y vamos a estar con ellas el día de hoy, con esas familias; también muchos representantes internacionales en un acto que, esperamos, sea solemne, que sea de mucho respeto, de mucha reflexión y de mucho compromiso en el presente por cuidar y defender nuestra democracia en las circunstancias que sea”.

Además, la secretaria de Estado tuvo palabras para la oposición, que decidió restarse de la conmemoración organizada por el Ejecutivo. “Hoy día va a ser una carta, una invitación abierta. Esperamos que quienes participen puedan suscribirlo, no solamente los representantes internacionales, sino también todos los invitados, de todos los sectores. Esperamos que a 50 años del Golpe el compromiso por el nunca más (...) sea lo más transversal posible”, dijo.

Tal como lo habían adelantado, nadie de la derecha se hizo presente en el acto que se desarrolló en La Moneda, ni del Partido Republicano ni de Chile Vamos, pese a que recibieron invitación. Desde la UDI emitieron una declaración que menciona que “el gobierno de la Unidad Popular accedió al quebrantamiento de la democracia, propiciando una confrontación con la Contraloría, la Corte Suprema y el Congreso Nacional, para imponer su proyecto político”.

En esa línea, desde La Moneda, el presidente de la Cámara de Diputados, Ricardo Cifuentes (DC), sostuvo que “Salvador Allende fue un actor más de los responsables (del quiebre institucional), pero hay muchos más: desde luego las Fuerzas Armadas, los propios partidos políticos. Pero sin duda que Salvador Allende también tuvo participación”.

Eso sí, llegaron dos de los parlamentarios del partido Demócratas: el senador Matías Walker y la diputada Joanna Pérez. La senadora Ximena Rincón, quien preside la colectividad, se excusó por estar en el Maule. Tampoco llegó el timonel de Amarillos, el diputado Andrés Jouannet.

Durante su discurso, el Presidente Boric sostuvo que el Golpe representa un “punto de inflexión en nuestra historia, en una historia que es compartida, que trajo muerte, sufrimiento, persecución y pobreza a nuestra patria. Hoy recordamos a quienes defendieron la Constitución y las leyes cuando, hace 50 años, el Estado de Derecho caía avasallado detrás nuestro (...)”.

“La búsqueda de la justicia no puede depender exclusivamente del esfuerzo de las familias y sus seres queridos. Es un deber ineludible del Estado: el Estado los hizo desaparecer y el Estado debe hacer cargo de saber dónde están. Es de eso precisamente de lo que se trata el Plan Nacional de Búsqueda, que es el hito institucional que hemos querido darle a esta conmemoración”, agregó.

Una particularidad de su discurso fue que tuvo palabras para su antecesor en La Moneda, el expresidente Sebastián Piñera, quien no asistió a la ceremonia, aunque sí suscribió al “Compromiso de Santiago”, propuesto por el Ejecutivo. En esa línea, el actual Mandatario valoró que Piñera -a quien días antes calificó de demócrata- haya hablado de los “cómplices pasivos” de la dictadura. “Vale la pena que seamos capaces de reconocer a quienes, pensando distinto, han hecho también una contribución”, señaló, lo que provocó pifias entre quienes lo escuchaban.

En todo caso, Boric también enfatizó que “nos violentó cuando, hace solo un par de años, también en nuestra patria, se violaron los derechos humanos en el marco del estallido social”.

Reaparición de los renunciados

Más allá de los invitados internacionales, como los presidentes Andrés Manuel López Obrador (México) y Gustavo Pedro (Colombia), hubo algunas visitas inesperadas que lograron sorprenden a quienes estaban en el acto, como fue el caso del exministro de Desarrollo Social Giorgio Jackson -quien fue consultado por este medio, pero prefirió no emitir declaraciones-, la exministra Segpres Ana Lya Uriarte y el exasesor encargado de la conmemoración por los 50 años Patricio Fernández, quien renunció al cargo a principios de julio en medio de fuertes críticas del Partido Comunista y de asociaciones de familiares de víctimas de la dictadura.

Un hecho curioso fue la presentación de la senadora Isabel Allende (PS), hija del exmandatario. “Recibimos con emoción a la hija del Presidente Salvador Allende, sobreviviente del bombardeo del Palacio de La Moneda... Me dicen por interno que no estoy bien en las tarjetas. Isabel, disculpe. Va a ser más adelante”, dijo la presentadora, mientras la audiencia reía. Según explicó después, la idea es que ella pudiera hablar justo después del minuto de silencio que evocó la hora exacta del bombardeo en Palacio.

A las 11.52 horas este se concretó y logró emocionar hasta las lágrimas a la ministra de Defensa, Maya Fernández (PS), nieta de Allende. Luego de eso, la senadora, acompañada por Manuel Guerrero, subió al escenario y emitió sus palabras. “La memoria es un primer paso para llegar a la verdad, pero necesitamos mucho más para alcanzar la justicia, la reparación y la no repetición de los hechos ocurridos ese día”, sostuvo.

Ceremony to mark 50 years since Pinochet's military coup, in Santiago
REUTERS/Iván Alvarado.

La cena de la noche previa

A las 19.30 del 10 de septiembre, el Presidente Boric encabezó una cena a los presidentes extranjeros, exmandatarios e invitados especiales para la conmemoración de los 50 años del Golpe. La cita se llevó a cabo en las dependencias del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Uno de los menús ofrecidos fue salmón a las hierbas, machas y pulpo nortino con salsa de palta y hojas verdes de la huerta. La otra opción fue una plateada de res a la cacerola con pastelera de choclo y tomate cherry confitado. Para el postre, en tanto, se ofreció mote con huesillo, torta curicana y merengado de lúcuma.

El encuentro fue acompañado con distintos tipos de vinos y los invitados se organizaron en cinco mesas distintas, “Vuelvo para vivir”, “Tren al sur”, “Gracias a la vida”, “La Partida” e “Hijos de la tierra”. Pero a la cena no pudieron asistir todas las autoridades contempladas. En la antesala de la conmemoración, el Presidente de Argentina, Alberto Fernández, se excusó de viajar a Chile. Al mismo tiempo, los mandatarios Petro y Luis Lacalle Pou (Uruguay) arribaron al país posterior a la cita en Cancillería.

Al mismo tiempo, Bachelet tampoco pudo estar presente. De este modo, los convidados, por ejemplo, a la mesa que encabezó Boric fueron López Obrador, António Costa y el presidente del Bundesrat de Alemania, Peter Tschentscher. En una de las mesas, junto con la senadora Isabel Allende, estuvo Chris Dodd, el enviado especial del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

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