Con hijo recién nacido en brazos y gestos de la oposición, Cámara rechaza nuevo intento para destituir a Cariola

KAROL CARIOLA

La bancada socialcristiana (que incluye a libertarios e independientes) fracasó por tercera vez en su empeño por derribar la mesa. La acción solo tuvo 51 respaldos y fue desestimada por 72 votos en contra y una abstención: el diputado independiente Enrique Lee, quien forma parte del mismo comité que presentó la reclamación.


Pasadas las 10 de la mañana la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola (PC), ingresó a la sala con su hijo Borja, de 8 días, en sus brazos, para enfrentar una nueva solicitud de destitución de la mesa a raíz de la investigación de la Fiscalía en su contra por presunto tráfico de influencias entre empresarios chinos y la Municipalidad de Santiago.

Era la tercera reclamación de conducta de la mesa (también llamada “censura”) que presentaba la bancada socialcristiana, que incluye a independientes y a militantes del nuevo Partido Libertario. La primera se presentó en abril del año pasado por el papel que jugó el gobierno en el acuerdo que permitió la elección de Cariola, junto a los vicepresidentes Eric Aedo (DC) y Gaspar Rivas (independiente). La segunda presentación, impulsada por el diputado Johannes Kaiser (hoy libertario), fue ingresada en agosto de 2024 por las declaraciones del presidente del PC, Lautaro Carmona, en torno a la situación política de Venezuela. En su momento, ambas presentaciones pasadas no lograron la mayoría de la sala.

La legisladora comunista había llegado a las 9.50 al Congreso. Flanqueada por los guardias de seguridad de la corporación, subió hasta la oficina de la presidencia de la Cámara, donde la esperaba su pareja, el diputado Tomás de Rementería (PS). “Estoy tranquila”, se limitó a decir, cuando los timbres comenzaron a sonar, llamando a los parlamentarios a entrar al hemiciclo.

En uno de los primeros puntos de la tabla, los diputados debían votar esta ofensiva levantada por la bancada socialcristiana. La arremetida, en todo caso, nunca contó con el pleno respaldo de Chile Vamos -UDI, RN y Evópoli-, debido a la situación humana en la que se encontraba Cariola, a quien la Fiscalía la allanó y le incautó su celular la semana pasada justo el día en que estaba dando a luz. En la oposición, además, había quienes planteaban que debían esperar los resultados de la investigación penal para activar alguna acción política.

Sin embargo, en un primer cálculo, la votación se veía estrecha, dado el empate que existe en la Cámara entre oficialismo y la oposición.

El problema del oficialismo se agravaba porque había algunas ausencias por viajes y licencias médicas, que podían dejar a la mesa de Cariola en desventaja.

Esa fue la principal razón por la que la diputada comunista tuvo que suspender su licencia maternal y asumir la conducción de la sala con su hijo en brazos.

Por los mismos motivos también interrumpió su reposo médico la diputada Marta González (indep. PPD), quien llegó en silla de ruedas a participar de la votación.

Aun así, estos esfuerzos no resolvían la falta de votos, ya que algunas parlamentarias oficialistas o del comité DC estaban de viaje en una cumbre de mujeres en la ONU, en Nueva York, y no todas tenían pareos con la oposición para compensar sus ausencias. Entre ellas estaban Javiera Morales (FA), Ana María Bravo (PS), Mónica Arce (ind. DC) y Karen Medina (ind. DC).

Gestos opositores

Durante la sesión surgieron sorpresivamente gestos de la oposición hacia Cariola. Varios de los parlamentarios del sector se habían plegado a regañadientes a la ofensiva de las diputadas socialcristianas. Incluso había cierta incomodidad porque la jefa de bancada de los socialcristianos, Francesca Muñoz, quien ha patrocinado las tres solicitudes de destitución de la mesa, ni siquiera estaba presente este martes, por ser parte de la misma delegación que viajó a la ONU.

A la hora de la votación algunas legisladoras y legisladores de derecha no se presentaron. Si bien hubo quienes no alcanzaron a llegar por una protesta de pescadores, también hubo otros que se restaron por razones personales.

Entre las ausentes estaban Flor Weisse (UDI), Camila Flores (RN), Catalina Del Real (ind. republicana). Tampoco llegaron a votar algunos varones como Jorge Alessandri (UDI), Andrés Longton (RN), Jorge Guzmán (Evópoli), Joaquín Lavín (indep. ex-UDI) y Miguel Ángel Calisto (indep. Demócratas).

Por su parte, José Miguel Castro (RN) concedió un pareo a Ricardo Cifuentes (DC), quien tampoco pudo estar por razones de salud.

En tanto, la diputada María Luisa Cordero (ind. RN) también fue otra legisladora que cerró filas con Cariola. De hecho, ella también llegó en silla de ruedas y al inicio de la sesión -y con una evidente dificultad para desplazarse, apoyándose en una muleta- subió hasta la testera de la Cámara para saludar a Cariola y su hijo. La parlamentaria, que tiempo atrás le había regalado una ropa de bebé tejida con sus manos a la nueva madre, derechamente votó en contra de la censura al igual que la vez pasada.

El resultado, al final, se convirtió en un nuevo fracaso de la bancada socialcristiana. La reclamación solo tuvo 51 apoyos (menos de un tercio de la Cámara) y fue desestimada por 72 votos en contra y una abstención (el independiente Enrique Lee, quien es parte del mismo comité que presentó esta censura).

Los gestos de la oposición motivados por razones humanas y amistades también tenían un trasfondo político. Alessandri y Castro, por ejemplo, son cartas de su sector para liderar la mesa de la Cámara para un nuevo período, una vez que la actual mesa presidida por Cariola presente su renuncia el próximo 15 de abril. Si bien la posibilidad de construir una mesa de consenso (oficialismo y oposición) se ha ido diluyendo, al menos perdura el ánimo de no generar un clima confrontacional para lo que resta del período parlamentario.

“Maldad” y “victimización”

En el debate que se dio en sala, la diputada Daniela Cicardini (PS) blindó a Cariola y arremetió duramente contra el Partido Social Cristiano.

“¿Cuál es la respuesta de las diputadas socialcristianas, cuál es su defensa frente a este atropello?”, planteó la socialista refiriéndose al allanamiento que se produjo en el domicilio de Cariola. Y añadió: “Es aquí donde queda en evidencia la hipocresía porque son las mismas que se llenan la boca defendiendo la vida del que está por nacer, pero cuando esa vida nace, cuando esa madre necesita protección, les da lo mismo, se lavan las manos. No las mueve el amor, las mueve la maldad; no las mueve la justicia, las mueve la venganza”.

“No me cabe ninguna duda que si Cristo viniera a este Parlamento (...) echaría de acá a muchos de los que sí se dicen cristianos y que deshonran su nombre”, remató Cicardini.

“Quienes se dicen provida no fueron capaces de respetar ni siquiera la primera semana de encuentro de una madre con su hijo”, criticó, a su turno, la misma Cariola, agregando que “esta censura que han presentado los retrata de cuerpo entero, es un ensañamiento político sin nombre, llevado a cabo por personas que no miden sentimientos y mucho menos humanidad”.

En respuesta a las críticas, la presidenta del Partido Social Cristiano, la diputada Sara Concha, se defendió. “No tiene que ver con un tema de fe, no tiene que ver con un tema de credo, yo no ataco a las personas por lo que ellos profesan, acá tiene que ver también con ser responsable”.

Nada puede justificar y eximir a una parlamentaria de sus responsabilidades políticas frente a una investigación de conocimiento público, menos cuando se trata de la presidenta de una institución tan importante”, añadió Concha, quien señaló que “no podemos permitir que el debate se desvíe hacia una cuestión de forma o que caigamos en el juego de la victimización, seamos serios. Aunque el procedimiento pueda ser debatible, aquí hay un hecho de fondo que es grave”.

La presencia del bebé en la sala también fue tema de controversia. Si bien el equipo de la legisladora justificó que tuviera a su hijo en brazos porque debía alimentarlo cada dos horas, la escena cuestionada por algunos en la oposición, también generó incomodidad en algunos legisladores oficialistas. Pese a ello, pocos prefirieron opinar en público del hecho.

“Nadie la obligó a traer a su bebé y, además, ella como obstetra debiese saber que un bebé recién nacido no se puede exponer antes de los dos meses a grandes masas de personas”, comentó Concha.

Otra de las críticas, la senadora republicana, Carmen Gloria Aravena dijo que la vinculación de Cariola “con el empresario chino Hong Chen, propietario del departamento donde reside, complican gravemente su situación. Por el bien de la corporación, debió haber dado un paso al costado. Estos hechos empañan la labor del Congreso y generan espectáculos lamentables”.

El diputado Andrés Celis (indep. ex RN) pidió un pronunciamiento de la Defensoría de la Niñez y UNICEF por posible vulneración de derechos del menor. “Es preocupante que un recién nacido de solo ocho días haya estado en medio de un debate parlamentario de alta intensidad, rodeado de cámaras y flashes. Hay normativas nacionales e internacionales que protegen a los niños de este tipo de situaciones”, sostuvo Celis.

La defensa de Boric

Tras la votación, el propio Presidente Gabriel Boric se valoró el resultado. “Yo le diría a la derecha que en vez de todo el tiempo que le dedican a estas cosas, se preocupen de las cosas que realmente le importan a la ciudadanía, que logremos sacar adelante proyectos que están esperando hace mucho tiempo y que nos pongamos todos a trabajar”, afirmó el Mandatario.

Y añadió: “Este es un año muy intenso y no (da para) tanta pelea que al final es absurda, la gente no convoca y que efectivamente quita mucha energía, pero la gente nos quiere ver trabajar por Chile. Cuando logramos trabajar por Chile unidos, logramos cosas que son importantes”.

El blindaje a Cariola, incluso, vino desde España. La eurodiputada, representante del Partido Podemos, Irene Montero, se pronunció a través de su red social X. “Querida Karol Cariola, no estás sola. Gracias por tu valentía y dignidad, es por ti, es por Borja y es por todas Esta guerra sucia judicial, esta violencia política es insoportable e intolerable. Pero somos más y seguiremos construyendo juntas un mundo mejor y más feminista”, posteó.

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