¿Con o sin carnet para comprar alcohol?: la polémica que tocó la puerta de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados

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Avanza la corrección a la ley de alcoholes.

Pese a que la iniciativa tiene como objetivo impactar en la prevención del consumo de alcohol en jóvenes y menores de edad, provoca incomodidad en adultos, quienes por ley deben mostrar su carnet para comprobar que no son menores de 18 años. Por eso, un proyecto busca "flexibilizar" la solicitud del documento para cuando exista duda razonable de la edad del comprador.


Las exigencias de la Ley de Alcoholes, que comenzó a regir en agosto de 2021, ya son ampliamente conocidas. Sobre todo la medida que establece la obligación de mostrar la cédula de identidad en botillerías y supermercados a toda persona que -sin importar su edad- quiera comprar alcohol. Aunque si bien la legislación se inició con el objetivo de impactar en la prevención del consumo de alcohol en jóvenes y menores de edad, desde un comienzo levantó molestia e incomodidad entre los dueños de botillerías por la violencia a la que se han expuesto al momento de solicitar carnet a los consumidores.

“Nos exponemos a amenazas, ataques con arma blanca, agresiones. A nosotros los trabajadores nos han endosado una responsabilidad de fiscalizadores que no nos corresponde. Y se ha transformado en una problemática grande”, afirmó Romina Morales, vicepresidenta de la Asociación Gremial de Botillerías, en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados celebrada la tarde de este martes y que tuvo por objetivo continuar la discusión, votar y eventualmente despachar, el proyecto de ley que modifica la Ley N° 19.925, sobre expendio y consumo de bebidas alcohólicas, que establece que se exija la cédula “solo en caso de que exista duda razonable respecto de la mayoría de edad de la persona que desea adquirir bebidas alcohólicas”.

La moción había sido presentada en julio de 2023 por los senadores Iván Flores (DC), Alejandra Sepúlveda (F.R.E.V.S.), Francisco Chahuán (RN), Juan Ignacio Latorre (RD) y Matías Walker (Demócrata), quienes pretendieron poner fin a las “quejas y malos ratos” que reciben los trabajadores del rubro de botillerías. En su momento se precisó que la normativa no busca suprimir la obligación de la cédula de identidad, ni flexibilizar la Ley de Alcoholes, sino más bien que esta se “aplique con sentido común”.

Pero la iniciativa se ha encontrado con la fuerte oposición del Ministerio de Salud (Minsal), que evalúa que la medida ha ayudado a disminuir en un 20% el consumo de alcohol en jóvenes y adolescentes, sumado a que el alcohol es un factor de riesgo para la salud por lo que se necesita que esté normado de la manera más estricta posible.

“Cuando no existía la obligatoriedad de pedir carnet, un 86% de intento de compra de menores de edad bajo los 17 años fue exitoso. Mientras que un 77% de compradores de 15 años pudo comprar bebidas alcohólicas, lo que prevalece en niñas, quienes tienden a verse mayores”, expuso la jefa de la División de Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud, doctora Soledad Martínez Gutiérrez.

Los representantes de pequeños y grandes locales, en tanto, insisten en que la solicitud no va en cambiar la legislación. La idea -sostienen- es apelar a que la medida sea exigida por entes fiscalizadores como el Estado, Carabineros y municipios. “La actual normativa, a mi juicio, no tiene sentido común, no va en línea con la realidad. Esta tarea no es de los y las trabajadoras o centros que venden alcohol. Solo ha generado que nuestros clientes se vayan a ferias clandestinas o lugares ilegales donde la compra no es regulada. Nos afecta nuestros ingresos”, argumentó el vocero de la Alianza de Trabajadores del Comercio, Atcomer, Mauricio Acevedo.

Pero los argumentos de los locatarios no convencieron del todo a la comisión. Ya que si bien la iniciativa no terminó de ser votada durante la jornada de ayer, los diputados y diputadas destacaron la disminución en el consumo de jóvenes y menores de edad que se ha logrado hasta la fecha. Así lo mencionó, por ejemplo, la diputada Danisa Astudillo.

“A todos nos toca recibir insultos en el ejercicio de nuestra profesión cuando la gente está molesta. Eso no lo justifica, pero sí tenemos que trabajar en eso con mayor educación cívica. Cambiar esta norma ni siquiera soluciona el problema porque cuando al vendedor le toque interpretar la ley también generará molestia. Uno lo puede tomar como algo negativo o positivo”, agregó.

En conversación con La Tercera, Marcial Pérez, presidente de la Asociación Gremial de Botillerías, agrega al debate que el foco no solo debería estar en la exigencia del carnet de identidad –medida en la que está de acuerdo cuando exista la duda sobre la edad de la personas que compra- sino que también en incentivar la fiscalización hacia otros puntos de posibles abastecimientos por parte de los jóvenes: “La mayor cantidad de abastecimiento que tienen los menores de edad y personas con alto riesgo de alcohol son obtenidas por los clandestinos, porque ahí es donde se abastecen, debido a que no hay límite de compra en los supermercados”.

Además, agrega que desde la asociación proponen buscar “un trabajo colaborativo a nivel de país con los municipios, con las escuelas, en trabajar en la educación del consumo responsable y los daños que ocasionan esto”.

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