Congelar el alza arancelaria o infraestructura para ‘mapadres’: el petitorio de la nueva Fech

Petitorio

La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile hizo entrega este viernes del texto de cinco planas donde abordan sus exigencias como nueva representación del alumnado y que, distinto a otras veces, apunta más concretamente a situaciones internas que externas.


Durante la mañana de este viernes, la recientemente electa Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) tuvo su primera gran movilización o, al menos, la más simbólica luego de que Catalina Lufín fuera proclamada como la máxima representante de los estudiantes a inicios de septiembre tras años de crisis de la orgánica estudiantil. Con ella a la cabeza, los alumnos de la Casa de Bello entregaron esta jornada su petitorio, uno que en cinco páginas vuelve a centrarse más en problemas internos que en situaciones externas a la institución y que fue aprobado por unanimidad en el pleno Fech del 12 de octubre.

Según ha explicado la propia federación, el texto, a ratos escrito en lenguaje inclusivo, fue construido en base al diagnóstico de bienestar que aborda infraestructura, alimentación y salud mental, pero también se sumaron presupuesto y financiamiento, y democracia y triestamentalidad.

En tal sentido, el escrito comienza señalando que tras “arduas dos semanas de debate colectivo” y con al menos 12 asambleas, el petitorio 2023 “recoge las urgencias y anhelos que el estudiantado proyecta para construir una universidad pública alineada con los desafíos del mañana”.

Bienestar

“La universidad es el lugar donde les estudiantes concurrimos durante una parte significativa de nuestra vida adulta (...) no obstante la importancia que este espacio tiene para el desarrollo de les estudiantes, la calidad de vida se ha deteriorado, ya que la universidad ha descuidado la preocupación por tres componentes esenciales para asegurar el bienestar estudiantil: infraestructura, alimentación y salud mental”.

Así comienza el primero de los tres ejes abordados por el petitorio, que en cuanto a los espacios físicos de la casa de estudios, entre otras cosas exige auditar el estado de infraestructura de la universidad; hacer efectiva y transparente la ejecución presupuestaria del fondo de la universidad destinada a inversión, debiendo ser enfocada a reparación; regular la infraestructura de la universidad; crear un plan de expansión progresiva de infraestructura que evite la sobrepoblación; reacondicionar infraestructura para mapadres, tales como salas de lactancia, de descanso y recreación, y para infancias que frecuentan el espacio universitario; estandarización de infraestructura en residencias universitarias; y habilitación de enfermerías y espacios de atención de a primeros auxilios.

Sobre la alimentación, las demandas apuntan a asegurar cobertura y acceso universal de alimentación digna, contemplando la habilitación de casinos y comedores adecuados; regularización de precios en servicios de alimentación dentro de la universidad; transversalización de uso de Junaeb en servicios dentro de la universidad; y diversificación de menús según estándares de dietas saludables, contemplando las opciones y restricciones alimentarias que pudieran existir.

Mientras, siempre en el aspecto de bienestar, la arista de salud mental propone la creación de una unidad especializada; resguardar y ampliar los tiempos de recreación y distensión del estudiantado; fomento y reconocimiento institucional de las actividades extracurriculares; transversalización de garantías académicas asociadas a problemáticas de salud mental; creación de un programa de seguimiento y reintegración a la vida académica de estudiantes en tratamiento médico por salud mental; creación de un protocolo de primeros auxilios físicos y sicológicos frente a situaciones sensibles; seguimiento y fiscalización de la normativa vigente en la materia; y capacitación focalizada en docentes y cuerpo académico en primeros auxilios ante emergencias sicológicas.

Presupuesto y financiamiento

En este ítem, los estudiantes manifiestan que creen necesarios más recursos, aun cuando dicen comprender que la universidad “no es la única responsable de la crisis”, sino que es una de las afectadas por el sistema de financiamiento que rige actualmente a la educación superior.

En tal sentido, proponen congelar el alza arancelaria del 2024, “para que les estudiantes y sus familias no costeen la crisis económica”; una participación triestamental en la Comisión de Presupuesto UChile; y un nuevo modelo de financiamiento de la educación superior, pidiéndole a rectoría que asuma el compromiso “de impulsar un gran acuerdo por la defensa de la educación pública”.

Democracia y triestamentalidad

Este apartado comienza contextualizando que la democratización de la universidad “implica la inclusión de los grupos que tradicionalmente han sido marginados de los espacios universitarios de poder: estudiantes y trabajadores”. Por eso, dicen, como alumnos creen “indispensable avanzar en democracia, triestamentalidad y cogobierno”, a fin de incidir en la toma de decisiones “políticas, financieras y administrativas”.

Por eso, las exigencias apuntan a participación triestamental en la Comisión de Presupuestos de la universidad; incentivar la creación de campus y consejos de campus; implementar voto triestamental en los consejos de facultad y universitario; avanzar hacia el voto triestamental para elecciones de autoridades unipersonales; y conformar comités locales triestamentales por salud mental.

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