Crispi salta al centro del caso Monsalve: el rol del jefe de asesores de Boric en los primeros pasos de la crisis
El militante del Frente Amplio supo del caso el 15 de octubre, de la boca del propio Presidente Boric. La confirmación deja en un escenario incómodo a parte del comité político del Mandatario, que se enteró de la denuncia dos días después. Hoy a Crispi se le cuestiona por no alertar a Jefe Estado sobre tomar acciones de inmediato.
Entre más distancia marca La Moneda de la figura de Manuel Monsalve, más antecedentes se conocen sobre la información de la que realmente disponía el gobierno del Presidente Gabriel Boric antes de que la denuncia por violación y abuso sexual contra el exsubsecretario estallara públicamente la mañana del 17 de octubre.
Esta mañana, The Clinic dio a conocer que el martes 15 de octubre el Presidente Boric les contó a su jefe de asesores, Miguel Crispi, y a su jefe de gabinete, Carlos Durán, ambos militantes del Frente Amplio, sobre la denuncia en contra de Monsalve, presentada por una funcionaria de la subsecretaría del Interior.
“La información fue dada a conocer por el Presidente a su jefe de gabinete y a su jefe de asesores en la fecha que indicas (martes 15 de octubre), luego que la ministra del Interior y Seguridad Pública le transmitiera al Presidente la información que señalas”, escribieron desde el gabinete del Mandatario al medio citado.
Después de ser informados, Crispi y Durán ayudaron al Presidente a definir los primeros pasos de la respuesta que darían a la crisis que detonó en el corazón del gobierno.
La primera determinación del Presidente el martes 15, después de hablar con Monsalve, fue permitirle viajar a la Región del Bío Bío para hablar con su familia.
De tal manera la renuncia del jefe civil de las policías solo se concretó el jueves 17 de octubre, después de que la noticia de la denuncia interpuesta por una asesora ya era pública.
La confirmación deja en una situación incómoda al comité político del Presidente, en consideración de que, salvo Carolina Tohá (Interior, PPD), ellos no estaban enterados de la denuncia antes de que esta se hiciera pública a través de los medios de comunicación.
Esto, de hecho, generó fuertes roces al interior del espacio más íntimo de los ministros de Boric, lo que quedó a la vista cuando la ministra Antonia Orellana (Mujer, Frente Amplio), dijo abiertamente que le habría gustado enterarse antes de que se hiciera pública la denuncia de índole sexual contra Monsalve. O cuando el ministro Álvaro Elizalde (Segpres, PS) admitió que él se enteró por la prensa.
Y aunque Tohá sí supo con anterioridad, tampoco tuvo conocimientos de algunos detalles del caso que el Presidente sí manejaba. Como que el Presidente le permitió a Monsalve viajar al sur.
Así lo indicó la jefa del gabinete ministerial en su declaración -en calidad de testigo- ante el fiscal Xavier Armendáriz, que fue revelada anoche por T13: “Intenté contactar al Sr. Monsalve para concretar la conversación que había definido el Presidente, y no fue posible. Cuando le informé de esto al Presidente, él me indicó que Monsalve estaba en el sur, ya que le había instruido fuera a avisarle a su familia”.
A través de la declaración de la denunciante a la Fiscalía, se supo también que fueron varios los funcionarios de gobierno que supieron los hechos antes que los ministros del comité político. Entre ellos el sociólogo Camilo Araneda, quien es cercano al Presidente y ha compartido con él en instancias sociales. Este supo antes de la denuncia de la asesora porque ella le pidió ayuda y consejo tras los hechos ocurridos en el Hotel Panamericano la noche del 22 de septiembre.
Este antecedente refuerza la idea de que, mientras que el comité político del Mandatario ignoraba el asunto, su círculo más íntimo sí estaba al tanto.
Quienes conocen cómo funciona la triada Boric-Crispi-Durán aseguran que se trata de una relación caracterizada por ser horizontal y que involucra gran cercanía. Pero no hacen contrapeso a las decisiones del Presidente, que en varias ocasiones han terminado por generar fuertes repercusiones. Como el viernes 18 de octubre, cuando decidió hablar por 53 minutos del caso a los medios de comunicación.
Crispi y Durán avalaron que ese día el Presidente decidiera ir a una actividad pública a Lampa donde respondería tres preguntas relativas al caso Monsalve. Esa idea, a la luz de lo que ocurrió en ese espacio, es vista como un error de parte del círculo de asesores del Presidente.
Lo que se intentó instalar esa vez es que el Mandatario no tenía nada que ocultar y que en ningún caso estaba dispuesto a encubrir a un eventual violador. Sin embargo, su extensa vocería ha provocado que se identifiquen inconsistencias en el relato de La Moneda.
Bajo perfil
Hasta ahora Miguel Crispi ha mantenido un bajo perfil desde que estuvo vinculado con el caso Convenios. Incluso declaró como imputado por el lío de platas entre fundaciones y reparticiones gubernamentales. Su nombre fue particularmente cuestionado por ese episodio debido a que, según él mismo aseguró ante la comisión investigadora del Congreso referente al caso, supo de él nueve días antes de que estallara. Sin embargo, la confirmación sobre que estuvo enterado antes de que la denuncia se hiciera pública, volvió a ponerlo en ojo del huracán.
“Crispi debió haber salido hace largo tiempo. Solo la amistad que tiene con el Presidente lo conserva en el cargo. En un gobierno serio, esta persona ya hace rato hubiera estado fuera (...). Ahora nos enteramos de que también tenía conocimiento con anterioridad incluso a la ministra Orellana de los hechos que hoy día están siendo investigados. Él inmediatamente debió haberle dicho al Presidente que la obligación era denunciar el caso a la justicia”, afirmó el senador socialista Fidel Espinoza.
Desde la oposición, también comenzaron a apuntar sus dardos nuevamente contra Crispi. El jefe de bancada de los diputados de la UDI, Gustavo Benavente, señaló que “los nuevos antecedentes (...) demuestran que este caso está totalmente encapsulado dentro de la propia Moneda. Y más específicamente dentro de la propia Presidencia de la República. Creo que todas las aclaraciones que merece el país respecto del caso Monsalve van a tener que partir desde el propio Presidente Boric”.
“Acá perfectamente podría haber habido un pacto de silencio para proteger al exsubsecretario y los resultados electorales, y no a la denunciante a pesar de los graves antecedentes. Esto involucró a su círculo más cercano cómo queda en evidencia. Es incomprensible que habiéndose enterado de estos antecedentes no le hayan dicho al Presidente que tenía que sacarlo inmediatamente. Aún nadie asume la responsabilidad política, lo que a estas alturas es insostenible”, complementó el diputado Andrés Longton (Renovación Nacional).
Ante los cuestionamientos respecto cómo se encapsuló en Presidencia el manejo inicial de la crisis, desde Río de Janeiro -en el marco de la participación de Boric en la Cumbre del G20- fue la ministra de la Segegob, Camila Vallejo, quien salió a responder.
“Lo relevante es que el Presidente da una instrucción, independientemente de quién más supo de esa instrucción”, dijo durante el último día de gira presidencial, que se vio empañada por las esquirlas del caso Monsalve.
Luego de hacer una breve cronología del actuar de La Moneda tras los primeros dos días de haber tomado conocimiento de la denuncia, la vocera del Ejecutivo agregó que el Presidente “no ha gestionado solo” la crisis.
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