¿Cuándo es el pitazo inicial en el fútbol chileno? Las fechas y obligaciones que siguen al retorno a los entrenamientos

Universidad de Chile, Everton
Foto: Agencia Uno.

Los torneos no se reanudarán el 31 de julio, como estaba previsto. La nueva fecha la deberá acordar el Consejo de Presidentes y deberá pasar por otra autorización sanitaria, aunque la ANFP espera que sean tres semanas después de primer día de prácticas. La Comisión Retorno define un protocolo que incluye modificaciones a las bases.


El anuncio gubernamental de permitir el retorno a los entrenamientos de los clubes de fútbol que residen en zonas en cuarentena, un beneficio que también se extiende a los deportistas olímpicos, añade una certeza más a la posibilidad de que el fútbol chileno vuelva a la competencia. O, al menos, permite ver el retorno como una realidad más próxima. El 8 de junio, el Consejo de Presidentes aprobó la fecha para el retorno del fútbol. Ese día, la ANFP comunicó que los torneos se reanudarían el 31 de julio, aunque con una condición relevante. “Esta fecha está absolutamente sujeta a la obtención de la autorización por parte de la autoridad sanitaria”, precisaba. El plazo se correrá una o dos semanas, al menos.

El anuncio estaba relacionado con el informe de la Comisión Retorno respecto de las situaciones que debían darse para que el fútbol chileno pudiera reanudarse. Ese día también se anunció que los clubes dispondrían de hasta cuatro semanas de entrenamientos en un plazo ideal, y en ningún caso menos de tres, para volver a competir. Ese límite se cumple esta semana. Autoridades de la ANFP admiten que la aspiración de que el fútbol retorne en la fecha establecida se aleja. Y que lo más probable es que “los torneos se reanuden en la segunda semana de agosto, a más tardar”. La nueva fecha se acordará en un Consejo de Presidentes que se citará para tal efecto y para discutir las modificaciones en las bases del torneo sugeridas por la Comisión Retorno.

El reinicio de las competencias también dependerá de una autorización sanitaria. Lo bueno para las pretensiones del balompié es que el área especializada del Ministerio del Deporte también proyecta que después del jueves son cuatro semanas de readaptación física para un atleta de alto rendimiento. Es decir, si es por dar un pronóstico, hay coincidencia. Obviamente, la autorización final del gobierno estará sujeta al escenario de la pandemia en la primera quincena de agosto. En consecuencia, siguiendo el calendario y sin un recrudecimiento grave de la crisis por coronavirus, el pitazo inicial se debería dar a más tardar el fin de semana del 14, 15 y 16 de agosto. Ese es el cálculo que han realizado en varios clubes del fútbol profesional.

Ahora, según las líneas que entrega Sebastián Moreno, presidente de la ANFP, el retorno de los torneos quedaría para el fin de semana del 8 de agosto, ya que las tres semanas de entrenamiento se cumplen el jueves 6: “Hay un acuerdo del Consejo de Presidentes que habla de tres semanas desde la liberación de los entrenamientos. Esperemos que con el sentido de compatibilizar la salud de los jugadores, que es lo primero, y el pronto retorno, podamos regresar lo antes posible”, apuntó. Moreno, en todo caso, recordó que la fecha debe ser consensuada una vez que todos los equipos estén entrenando.

La propuesta final de la Comisión Retorno está lista. Y, en efecto, contiene una serie de obligaciones y modificaciones a las bases del Campeonato relacionadas con la contingencia. Por cierto, establece sanciones relacionadas directamente con el incumplimiento de los protocolos preventivos.

El documento, enviado ya a los clubes, plantea dos ejes principales: establecer sanciones transitorias COVID-19 y la modificación de las bases del torneo 2020. El primero, con la finalidad de “diseñar un marco regulatorio que comience con el acompañamiento a los clubes y luego establezca sanciones que protejan la integridad sanitaria, retorno y estabilidad de las ligas profesionales”. El segundo, para “generar una propuesta de modificación a las bases de torneos que apoye a los clubes en afrontar de la mejor manera la continuidad de nuestras ligas en un entorno que se ajuste a las actuales circunstancias”.

Deberes y sanciones

En virtud del nuevo orden, los clubes se obligan a cumplir con los requerimientos de los protocolos COVID-19 diseñados por la Comisión Médica de la ANFP, que serán incorporados a las bases de los campeonatos. En esa línea, deberán adquirir los insumos para cumplir con los requisitos a través de la propia ANFP o con la certificación de esta. Los clubes deberán obtener un certificado cada 30 días que valide los insumos que adquieren. De lo contrario, serán denunciados al Tribunal de Disciplina. El incumplimiento se considera una falta grave dentro de una escala sancionatoria que añade artículos transitorios y que agrega agravantes a infracciones ya existentes. Los clubes, jugadores y cuerpo técnico pueden ser sancionados a nivel general e individual.

Será obligación para los clubes el envío de los resultados de las pruebas de PCR que les apliquen a sus jugadores y funcionarios en el retorno a los entrenamientos. El cumplimiento de los protocolos en las prácticas será supervisado por la Sociedad Chilena Médica del Deporte. La entidad puede informar al directorio de la ANFP de eventuales incumplimientos y la mesa, denunciar ante el Tribunal de Disciplina.

De esa forma, se establecen conductas infraccionales como la obligación de transitar por los espacios comunes del estadio y zonas de tránsito con mascarillas, que el calentamiento sea realizado en la cancha o al aire libre, el ingreso y el retorno a los camarines de los equipos por separado, la prohibición de contactos innecesarios previos a los duelos como saludos de mano o beso entre jugadores o miembros del cuerpo técnico. Tampoco se permitirá el intercambio de banderines. En el mismo sentido, será obligatorio el uso de botellas individuales para el agua o bebidas isotónicas, los que deberán estar debidamente rotulados y registrados en la planilla de juego y quedará prohibido expresamente besar el balón.

Hay más. Quedará expresamente prohibido escupir y sudar la nariz en las zonas de exclusión, intercambiar camisetas y cualquier tipo de manifestación o celebración con contacto físico (como ejemplo, abrazos comunitarios al celebrar un gol).

Dos conductas específicas serán consideradas graves: escupir en la cara, escupir la mano y pasarla por la cara de otro participante del encuentro y/o cuerpo arbitral y otras figuras que provoquen menoscabo y atenten contra la salud del agraviado. También cualquier otra conducta que sea calificada como grave, denunciada al directorio y que ponga en peligro la continuidad e integridad sanitaria del campeonato o que impida la realización de un partido.

Modificación de las bases

Un aspecto fundamental de la propuesta es la modificación de las bases de los campeonatos para adaptarlos a la nueva realidad. En ese sentido, se establece un cambio para la sanción por acumulación de tarjetas amarillas. “Al jugador que en el transcurso de cualquiera de las competencias que organice la Asociación, acumule cinco tarjetas de amonestación, se le suspenderá por un juego. Cumplida esa sanción, el jugador será suspendido por un nuevo juego cuando acumule, esta vez, cuatro tarjetas de amonestación. Cumplida la segunda suspensión, indicada en el inciso anterior, cada vez que dicho jugador acumule tres tarjetas de amonestación, se le suspenderá por un juego”, considera la modificación propuesta para el artículo 64, letra A.

Otra de las propuestas está relacionada con la reducción de la exigencia de minutos para jugadores sub 21, actualmente fijada en un 70 por ciento. La propuesta la rebaja a un 50 por ciento. Hay varias motivaciones: el riesgo de contagio en jugadores que no tienen los mismos medios económicos que los profesionales y, por ejemplo, utilizan locomoción colectiva para desplazarse o viven en grandes grupos familiares y la suspensión de los torneos de Fútbol Joven. Se enfatiza en que la idea no es eliminar la exigencia, sino flexibilizarla.

La ventana de mercado y los cambios

Otro aspecto clave es la modificación de la ventana de mercado. La propuesta considera reabrirla en la novena fecha en Primera División (se había cerrado en la cuarta jornada) y mantenerla en esa condición hasta la duodécima jornada. En la B, iniciarla en la quinta y cerrarla en la octava. También se propone flexibilizar el artículo 16 para permitir que jugadores que hayan jugado menos de 360 minutos hasta la novena fecha puedan cambiar de club.

Paralelamente, se plantea aumentar de tres a cuatro la cantidad de refuerzos que pueden incorporarse y la opción de eliminar la liguilla por el ascenso a Primera Divsión, con una modificación para acordar el mecanismo que determinará el segundo cupo en la categoría de honor. El mismo procedimiento se adoptará en el torneo de Segunda División.

El último acápite tiene relación con el aumento de las sustituciones. Si bien la Comisión Retorno adscribe a la modificación que sugirió la International Board en el sentido de aumentar de tres a cinco los cambios, propone no aumentar la cantidad de jugadores sustitutos, que actualmente está fijado en siete.

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