Cuando las banderas acumulan polvo: El mal momento que vive la Fech

A fines de abril, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) realizará, con cinco meses de retraso, las elecciones para elegir a su nueva directiva. Y por esos días también se cumplirán ocho años de la primera marcha del movimiento estudiantil de 2011, ese que logró imponer una agenda sobre educación y que incomodó a más no poder al primer gobierno de Sebastián Piñera.

En esas primeras movilizaciones era normal ver a los dirigentes de la Fech y la Feuc al inicio de la columna, sosteniendo grandes lienzos y enarbolando banderas. Hoy, sin embargo, se está muy lejos de eso y en las recientes marchas feministas de este año y el pasado, las dos principales agrupaciones de estudiantes universitarios han cedido el protagonismo a otras organizaciones civiles.

Los ahora diputados Camila Vallejo (PC) y Gabriel Boric (MA) son nombrados por varios ex dirigentes como los últimos presidentes de la Fech que alcanzaron notoriedad pública. Atrás quedaron los días en que la sede de la agrupación se llenaba de periodistas para escuchar las conferencias de prensa citadas por esos dos jóvenes dirigentes.

Y en ese sentido, no son pocos los estudiantes y ex representantes universitarios que coinciden que la organización estudiantil más antigua del país no pasa por un buen momento. Las diferencias internas entre las agrupaciones de izquierda –que han dominado históricamente la Federación- y que desembocaron en la abrupta salida del último presidente electo, el retraso en la elección de directiva y los constantes problemas para alcanzar los quórums en esas elecciones, dan cuenta de un desgaste de la Fech como institución estudiantil que tiene preocupado a varios.

El 16 de noviembre de 2017 fue la última vez que se realizó una elección para elegir a la directiva de la Fech. Ese día resultó electo Alfonso Mohor, estudiante de geología y miembro del Movimiento Autonomista, quien logró imponerse luego de una votación de tres días –generalmente son dos- a raíz de que no se pudo alcanzar el quórum necesario (40% del universo de estudiantes que pueden sufragar).

Pero Mohor duró solo ocho meses en su cargo. En julio del año pasado renunció luego de varias situaciones que hicieron insostenible su continuidad: una de ellas, la "negligencia" por un posible encubrimiento –denunciado por una dirigenta de Revolución Democrática- por un caso de acoso laboral que tuvo que enfrentar cuando era el presidente del Centro de Estudiantes de Ingeniería.

"Este ha sido un proceso muy terrible para mí y para mi equipo, y hay costos humanos que hacen imposible continuar cumpliendo nuestras labores a cabalidad. No obstante, estoy convencido que a la postre superaremos los daños de manera colectiva, haciéndonos cargo de los errores que hemos cometido y colocando nuestros esfuerzos en tan imperioso proceso de refundación de la Federación y así reconstruir una de las organizaciones sociales más importantes de nuestro país", declaró Mohor al momento de dimitir.

Sin embargo, su renuncia estuvo lejos de apaciguar los ánimos al interior de la Fech más aún cuando el episodio permeó al Frente Amplio y generó un duro impasse entre el Movimiento Autonomista, con Boric y el alcalde de Valparaíso Jorge Sharp por un lado, y miembros de Revolución Democrática por el otro.

"La Federación ha tenido momentos buenos y malos. Y este no es un muy buen momento: no hay elecciones hace un tiempo, tuvo una crisis con un presidente destituido en una reacción que me pareció sobregirada, entonces se está en una situación compleja pero creo que se va a revertir. Y son los estudiantes los que están en la mejor posición reinventar la Federación para encontrar algo en lo que sea útil", comenta Nicolás Grau, ex presidente de la Fech en 2006.

La salida de Mohor tensionó a los miembros del Frente Amplio en la Chile y algunos dirigentes indican que aún no está claro que todos los movimientos y partidos que lo componen vayan unidos en el mismo pacto para las elecciones de directiva fijadas para el 29 de abril.

El retraso de las elecciones presupuestadas para noviembre de 2018 se suspendieron debido al proceso de reforma de estatutos que se inició el año pasado en el denominado Congreso Fech. Sin embargo, no se tuvieron los estatutos nuevos a tiempo y se decidió continuar con los antiguos y también atrasar las elecciones que se iban a realizar el año pasado.

Durante el 2018, en medio de la denominada "ola feminista" la Fech se vio envuelta en el problema ocurrido con Mohor y también en duras diferencias entre los miembros de su directiva. Esos problemas internos, para algunos, hicieron que durante las movilizaciones feministas, la organización no tuviera el protagonismo que muchos estudiantes esperaban.

"El movimiento feminista llegó a cuestionar todo. Dejó en jaque al Frente Amplio y a otras organizaciones políticas, entonces la Fech es una más de las instituciones que hoy se está viendo cuestionada por un movimiento que pide a gritos cambios radicales en la democracia. No es casualidad que haya tenido que asumir una Federación que claramente estaba en cuestionamiento principalmente por cómo estaba saliendo el presidente y con problemas de quórum, entonces ha sido complejo", dice Karla Toro (Comunes), quien llegó a la presidencia de la Fech tras la renuncia de Mohor.

En esa misma línea, el ex Presidente de la Fech en 2013, Andrés Fielbaum, dice que este es un buen momento para iniciar un proceso de reacomodo. "Hay una necesidad de refundar la Federación y eso responde a una crisis. Los dirigentes actuales lo han reconocido de esa manera y han buscado maneras por las cuales la Fech puede volver a ponerse al servicio de los estudiantes y su lucha", comenta.

Fielbaum concuerda con la actual presidenta de que lo ocurrido con el movimiento feminista dejó a la vista los problemas internos de la organización. "Por ejemplo, lo que ocurrió con el movimiento feminista el año pasado, que corrió por el lado de la Fech y sin utilizar a esa institución para potenciar la movilización, es la mejor demostración de que hay un problema grande", agrega.

Daniel Andrade, ex presidente de la Fech en 2017, y actual miembro de la directiva de RD que preside la diputada Catalina Pérez, dice que el momento de la Fech se explica por el recambio generacional y una renovación que tiene momentos de crisis. "La autocrítica principal que se hace es que la Federación aún no se entera que el 2011 quedó atrás y que hoy es el movimiento feminista el que se toma las banderas. Al parecer la Fech aún no se entera de eso y por eso no se ha logrado encarnar bien esa lucha", comenta.

El lunes pasado, uno de los miembros de la directiva de la Fech, acompañado por dos diputados de Chile Vamos, llegó hasta la Contraloría para presentar un requerimiento para que se fiscalice eventuales irregularidades en el financiamiento de la agenda elaborada por la Fech.

El secretario ejecutivo de la Fech, Juan Carlos Bustos, miembro de la Centro Derecha Universitaria (CDU) y miltiante de RN, fue quien presentó el requerimiento en compañía de los diputados RN Diego Schalper y Sebastián Torrealba. En definitiva, Bustos solicitó que se investigue una eventual mala utilización de recursos públicos en la venta de la agenda que contiene un instructivo sobre cómo abortar.

"También nos preocupa que se destine de manera estructural un monto para marchas. Y esto es algo que sabe la vicerrectoría de Asuntos Económicos y la vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios porque ellos aceptan ese presupuesto y finalmente la Federación ocupa parte de su presupuesto para proselitismo y propaganda, y eso no nos parece correcto", señala Bustos.

Los últimos movimientos del único miembro de oposición de la directiva de la Fech ha generado momentos incómodos entre los dirigentes. Por eso, la presidenta de la Fech agrega que el Pleno está evaluando una sanción para Bustos que se concretaría en las próximas semanas.

En tanto, la próxima semana está presupuestado que se inscriban las listas que competirán en la próxima elección de directiva. Sin embargo, aún no hay claridad de los candidatos ni de los pactos pero la mayoría sí concuerdan en algo: el momento para "superar la crisis Fech" es ahora o nunca.