Cuatro semanas de congestión y desvíos: puente Lo Saldes en Vitacura sigue cerrado sin plazo claro de reapertura
El cierre del puente, que ya se extiende por 27 días, mantiene la congestión en la zona, sobre todo en horario punta. Aunque hay avances en las reparaciones, aún no hay un plazo definido para su reapertura total.
Exactamente 27 días lleva cerrado el puente Lo Saldes, ubicado en la comuna de Vitacura, debido a un “desprendimiento en la losa” que obligó al Ministerio de Obras Públicas (MOP) a cerrar la estructura el pasado jueves 13 de febrero debido a que la falla -anómala- en una de sus vigas exteriores comprometía la estabilidad de la estructura.
Como consecuencia del cierre y el masivo regreso de santiaguinos tras las vacaciones el tránsito en la zona se ha visto gravemente afectado. Las demoras en los viajes de los conductores que cada día cruzan la autopista Costanera Norte en Vitacura son frecuentes.
De hecho, se estima que los tiempos de viaje han aumentado en al menos 20 minutos, especialmente en horarios punta. Asimismo, varios recorridos de buses RED han sido desviados por la Costanera Norte, lo que implica que estos no puedan realizar paradas intermedias hasta retomar su ruta habitual en la salida de Bellavista.
“Congestión en Av. Pdte. Kennedy al poniente entre A. Vespucio y Lo Saldes, debido a cierre del puente en esa dirección”, informaba, por ejemplo, esta mañana a través de X Transportes de la Región Metropolitana.
Pero ni siquiera las vías alternativas han sido suficiente para los usuarios: “Con el puente Lo Saldes cerrado por la contingencia tienes que bajar por Andrés Bello y la congestión sin resolver a la altura del Costanera Center está empeorando esos tiempos”, dicen parte de ellos.
Y es que desde el día del evento hasta la fecha el puente se encuentra parcialmente cerrado, con dos vías de poniente a oriente para el uso exclusivo de vehículos livianos. Mientras tanto, continúa prohibida la circulación de camiones y buses, tanto públicos como privados.
Tal como lo mencionaron las autoridades en su momento, la falla se habría originado por una combinación de factores, incluyendo desgaste del material, vibraciones producidas por el alto flujo vehicular y posiblemente un defecto estructural acumulado con el tiempo.
Para soportar el peso de la estructura se instalaron torretas, lo que a su vez permitió la reapertura de los tres carriles en dirección sur-norte de la autopista urbana. Eso sí, esta medida se instaló como un apoyo temporal a los trabajos, para que impidan la afectación de otras vigas del puente. En ese caso no son la solución de emergencia ni la definitiva, según el MOP.
También, según informó a cartera a La Tercera, las intervenciones en el puente han incluido la instalación de cimbras tipo Torre y la instalación de rigidizadores que permiten continuar avanzando en las reparaciones que se requieren, entregando las condiciones de seguridad necesarias para quienes se trasladan por el lugar.
Asimismo, se implementaron desvíos y restricciones, dejando completamente inhabilitado el sentido oriente-poniente del puente, mientras que en el sentido poniente-oriente solo se mantiene operativa una pista desde el túnel San Cristóbal. Para reducir la congestión, el flujo vehicular proveniente del túnel en dirección a Huechuraba ha sido desviado hacia la Costanera Norte en sentido poniente.
Ante la magnitud del problema, la alcaldesa de Vitacura, Camila Merino (Evópoli), se reunió el 5 de marzo con la ministra de Obras Públicas, Jessica López, y representantes del MOP para conocer el avance de las reparaciones y solicitar mayor celeridad en los trabajos.
Si bien desde el ministerio se informó que ya se comenzó a trabajar para solucionar la falla, todavía no existe claridad sobre el tiempo que tomará volver a tener operativo el puente en su totalidad. “Los tiempos dependerán de la solución de reparación que propongan los expertos. Lo relevante para MOP es que no existan problemas de seguridad asociados a los desperfectos o a las obras de mantenimiento. Por eso, en el corto plazo, seguirá el puente restringido”, dijeron desde la cartera en su momento.
Como sea, entendidos en el municipio aseveran que a la fecha no han existido accidentes de tránsito en la zona ni tampoco reclamos formales de vecinos o usuarios. Según dicen, el problema de congestión se daría más hacia Providencia.
Según fuentes que conocen la problemática, las reparaciones podrían tomar alrededor de un mes. Esto ya que se está trabajando por etapas: la primera para poder habilitar las vías para tránsito de vehículos livianos; la segunda relacionada a la reparación de los daños estructurales.
Para reducir el impacto de la congestión, la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) ha ajustado los tiempos de los semáforos en los puntos más críticos y realiza un monitoreo constante del flujo vehicular.
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