Cuenta en Suiza y un Guayasamín: El inventario del testamento del ex CPC Alfredo Ovalle que divide a su viuda e hijos

Alfredo Ovalle

La enumeración de los bienes que integran la herencia del fallecido empresario agudizó la pugna que mantiene su viuda Carmen Risopatrón con sus hijas e hijo, a partir de lo cual lanzó una nueva arremetida.


El pasado 31 de julio, en la 16º Notaría y Conservador de Minas de Santiago, se reveló el inventario de la herencia del dirigente gremial, Alfredo Ovalle Rodríguez. El deceso del empresario minero a la edad de 82 años, ocurrido el 4 de agosto de 2019, provocó un profundo quiebre familiar que por estos días se ventila en tribunal. Hoy sus hijas e hijos se enfrentan a su viuda Carmen Risopatrón Vergara (66), quien los acusa de ocultar bienes en claro desmedro su cuota hereditaria.

El abogado provenía de una familia de empresarios mineros. Su padre y su abuelo -quienes llevaron su mismo nombre- provenían de la zona de Vallenar, Freirina y Huasco, región de Atacama. Entre sus negocios más importantes se cuenta su rol como socio de la empresa minera Sociedad Minera Las Cenizas S.A., razón por la que en los años ochenta fue miembro de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), llegando al consejo gremial de la misma. A mediados de los ochenta fue su primer vicepresidente y, entre los años 2004 a 2009, fue por dos períodos presidente de la SONAMI, aunque renunciaría luego de una publicación de CIPER que lo vinculó al financiamiento de la DINA. Entre los años 2006 a 2008, Ovalle fue presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).

La ceremonia en la notaría tomó menos de una hora y al acto no asistió ningún familiar. Solo abogados de ambas partes y su albacea Francisco Ibáñez Concha -hombre de confianza del empresario y actual fiscal del Grupo Minero Las Cenizas- quien enumeró cada uno de los bienes del testamento.

Todo iba de acuerdo a lo planificado por el estudio Barros y Errázuriz, quienes representan a las hijas e hijo de Alfredo Ovalle: Luz (58), Alfredo (56) y Paz Ovalle Alliende (55) y Trinidad Ovalle Vergara (33). Los dos abogados asociados de ese estudio -Nicole Nanning y Felipe Welkner- firmaron como testigos el acta y se sorprendieron al ver que la abogada Paulina Nakouzi, del estudio Yaconi & Laura, representantes de la viuda, advirtió que su representada haría uso del derecho que el Código Civil consagra a cualquier heredero a reclamar “contra el inventario en lo que les pareciere inexacto”. La abogada no solo manifestó sus reparos, sino que también solicitó al notario añadir al acta de protocolización del inventario una minuta adicional que expresa los cuestionamientos de la viuda.

En el escrito, al que accedió La Tercera PM, y que forma parte del expediente público, la cónyuge -heredera del 66,67% de la fortuna de Alfredo Ovalle- sostiene que el inventario omite la participación del empresario en la Compañía Minera Las Cenizas S.A., y que “generaba parte importante de sus ingresos hasta el día de su muerte”.

Además, advierte que el inventario omite la participación de Ovalle en las sociedades a través de las cuales éste manejaba todos sus bienes e inversiones en sociedades panameñas, con acciones al portador, denominadas “Sierra Leona S.A.” (ya disuelta) y Cibelys S.A”, que a su vez eran las controladoras de las sociedades “Inversiones y Comercial Carahue”; “Inversiones y Comercial Carahue II”; “Inversiones Santo Domingo”; “Inversiones Santo Domingo II”; “Agrícola Forestal y Ganadera San Francisco de Polpaico”; “Inversiones San Ramón”; “Inversiones Trineo”, “Inversiones Paciflor” e “Inversiones Luciérnaga”. Los registros de “Sierra Leona S.A.” y Cibelys S.A”eran administrados por Mossack y Fonseca & Co.

El acta también consignó un crédito por $2.164 millones que reclaman los hijos de Ovalle, según consta en escritura pública fechada el 18 de enero de 2017, ante el notario público de Santiago Francisco Leiva Carvajal. Se trata de un crédito por subrogación efectuado a la sociedad Inversiones Santo Domingo II SpA. “Frente a dicha escritura, nuestra representada sólo puede entender la existencia de dicha escritura que documenta la supuesta deuda del causante con los demás herederos, como parte de alguna planificación tributaria de Alfredo Ovalle Rodríguez, respecto de distintos dineros provenientes de diversas sociedades, principalmente de Panamá”, acotó el escrito presentado por los abogados de la viuda.

“Los supuestos acreedores deberán acreditar que dicha deuda corresponde a obligaciones reales del causante y que corresponde a una planificación tributaria de éste, que hoy pretende colacionarse al inventario del Sr. Alfredo Ovalle Rodríguez, en claro desmedro de la cuota hereditaria de nuestra representada. Por lo demás, los herederos deberán acreditar cómo si ninguno de ellos es empresario, obtuvo bienes para aparecer pagando una supuesta deuda de don Alfredo Ovalle y subrogarse en la misma”, cuestionó el documento.

Cuadros y millones fuera de Chile

Entre los bienes de Ovalle Rodríguez se destacan valiosas obras de arte como cuadros de los pintores Matías Vergara, Benjamín Lira, Benito Rojo, Francisco Jaume y Osvaldo Guayasamín ($50 millones). A ellos se suman un reloj marca Rolex ($3.6 millones); 12 vasos de whisky de cristal ($400 mil) y una cama súper king ($1.5 millones). A ellos se suman otro bienes como una alfombra persa grande de $2,2 millones y una escultura de piedra del torso de una mujer de $1,8 millones.

El inventario también detalló bienes en cuentas bancarias que abrió Ovalle en Banco Itaú, Banco Santander y Banco Edwards en Chile. En el extranjero, el empresario minero también figura con una cuenta bancaria abierta en el Banco Santander Private Banking, con sede en Ginebra, Suiza, cuyo saldo a la fecha del fallecimiento del empresario ascendía a US$860 mil ($678 millones). Además de €90 mil ($83 millones) en una caja de seguridad que guardaba en su departamento ubicado en la comuna de Las Condes. Justamente este inmueble también figura en el listado, cuyo avalúo fiscal asciende a $500.743.711.

En suma, $2.500 millones en bienes, incluyendo mobiliario y vehículos, como un station wagon de marca Mercedes Benz, modelo GLE 400 (2018) y un Cayenne E2 de Porsche, avaluados en $38,2 millones y $40 millones, respectivamente.

Además de participaciones accionarias minoritarias en sociedades mineras como Compañía Minera del Huasco, Compañía Minera San Antonio del Huasco, Sociedad Minera Contractual Carrizal Alto y Comercial Gran Paine Limitada, cuyo avaluo individual no superan los $5 millones . A ellas se suman tres acciones del Club de Golf de Santiago S.A. avaluadas en $48 millones y tres acciones -también- del Club de Golf Rocas de Santo Domingo S.A. cuyo valor mercado a la fecha del fallecimiento de Ovalle corresponde a la suma de $2,5 millones.

Consultados por La Tercera PM, los abogados de ambas partes declinaron realizar comentarios para este artículo.

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