Cuerpos, armas y artesanías de 11 mil años a. C.: Metro revela hallazgos arqueológicos en trazado de futura Línea 7
Desde 2020 a la fecha, la empresa estatal ha comunicado el hallazgo de más de 180 mil piezas correspondientes a comunidades cazadoras que antiguamente habitaron el valle del Mapocho. Las excavaciones cuentan con el apoyo y autorización del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), desde donde ven la tarea como una ganancia para comprender el modo de vida de los primeros habitantes de nuestra ciudad.
Como parte de los procesos previos para la construcción de la futura Línea 7 en la Región Metropolitana, Metro comenzó a desarrollar desde 2020 excavaciones e investigaciones en terrenos para realizar análisis de los suelos que se utilizarán. Y en ese contexto, este viernes la empresa estatal dio a conocer importantes hallazgos arqueológicos en un paño de 17 hectáreas en la comuna de Renca, donde a futuro se emplazará la infraestructura de los talleres de mantenimiento y las cocheras para la flota de 37 trenes que tendrá la Línea 7 del Metro de Santiago.
En concreto se trata de más de 180 mil piezas que datan de un período entre 11.000 a 300 años a. C. y que corresponderían a comunidades de la época arcaica nómade. Según explica a La Tercera Consuelo Carracedo, arqueóloga de Metro, las dataciones preliminares permitirían afirmar que se trataría de poblaciones de pequeñas bandas de grupos, no muy numerosos, que se movían por el territorio para recolectar vegetales, materias primas y caza de animales como un elemento de subsistencia.
“Este ha sido un hallazgo inédito en el valle del Maipo-Mapocho porque en Chile central nunca se habían conocido antecedentes como estos. Debido a que Santiago se encuentra muy urbanizado, no era posible acceder a este tipo de contextos e información. Es la primera vez que tenemos estos antecedentes que vienen a redibujar la ruta de movilidad de estas comunidades”, afirma la experta.
Parte de las piezas encontradas corresponden a jarrones, cerámicas, pelaje de animal, semillas e incluso cuerpos en buen estado de conservación, los que según los equipos de arqueólogos se han encontrado a menos de 3 metros de profundidad. También puntas de proyectiles probablemente para la caza de animales.
Para realizar los trabajos, Metro tuvo que contar con el permiso de excavación del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). “Este proyecto es un gran ejemplo de que el desarrollo y la protección del patrimonio pueden ir de la mano. (...) gracias al apoyo del Consejo de Monumentos Nacionales nos permitirá comprender el modo de vida de los primeros habitantes de nuestra ciudad”, comenta la subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez Dattari.
Asimismo, para el gerente corporativo de Ingeniería de Metro, Rodrigo Terrazas, tales hallazgos permitirán que estudiantes, científicos y arqueólogos accedan a estas colecciones y así entender la historia de la ciudad. “Para Metro es clave que cada proyecto de construcción cumpla con la normativa y conservación del patrimonio cultural. Nuestro equipo de arqueología se encarga de gestionar y evaluar los terrenos para determinar si existen o no bienes arqueológicos en el subsuelo de las zonas donde se ejecutarán trabajos de construcción”, cierra.
Eso sí, las excavaciones arqueológicas son lentas y cuidadosas. Se excava de forma ordenada, a través de cuadrantes acotados, profundizándose cada 10 centímetros, harneando el sedimento y recuperando cada pieza. Posteriormente, estas evidencias son analizadas por especialistas en cada materialidad (por ejemplo, fragmentos de cerámica, herramientas líticas, secciones de hueso animal, loza, vidrio, metales, etc.), permitiendo de este modo su adscripción cultural, cronología tentativa, decoración y técnicas involucradas.
Estos insumos permiten la redacción de informes y el análisis en profundidad de los contextos arqueológicos intervenidos. Luego, los materiales arqueológicos son sometidos a conservación y embalados, para su posterior ingreso al Museo Nacional de Historia Natural.
Convenio para la conservación
En febrero de este año, Metro ya había comunicado el hallazgo de restos arqueológicos en la construcción de las nuevas líneas del transporte subterráneo. Se trató de edificaciones de 1930 y otras que podrían ser de mediados o fines del siglo XIX. Entre los objetos encontrados se identificaron lozas, vidrios, cerámica histórica, restos óseos de animal y botellas de gres.
Actualmente, la Línea 7 se encuentra precisamente en la etapa de evaluación arqueológica, lo que podría extenderse por dos o tres años. Dicha línea se espera esté operativa para fines de 2028. Y el desarrollo de dicha etapa, Metro y el Ministerio de las Culturas firmaron un convenio para la conservación y exhibición de hallazgos arqueológicos en la construcción de nuevas líneas del transporte subterráneo.
En síntesis, con este acuerdo se plantea la exhibición de contenidos culturales en la red de Metro, la generación de una programación cultural que permita el desarrollo de actividades en las estaciones o sus inmediaciones y la difusión de las campañas del ministerio en diversos soportes publicitarios, como trenes, estaciones, pantallas de Metro, etc.
Una vez finalizados los trabajos de excavación en terreno y los análisis especializados, los materiales arqueológicos hallados serán derivados al Museo Nacional de Historia Natural.
Respecto a la entrega de los restos, Metro hace estos convenios con la institución por cada proyecto que tiene y se hace el traspaso de estos cada mes. Algunos de los restos encontrados en este tipo de proyectos son enviados al extranjero para ser analizados y conocer la data que tiene dicho material arqueológico. Una vez rescatados estos son depositados en el museo en función de lo indicado por la legislación vigente, debido a que son considerados patrimonio de todos los chilenos.
En el caso de Línea 7, Metro se encuentra en la etapa de excavaciones de piques, galerías y túneles en 40 frentes de trabajo, entre piques de futuras estaciones, piques de construcción y futuras ventilaciones. Puntualmente en el sector de talleres y cocheras, la excavación arqueológica ha sido bastante extensiva en el tiempo y espacio, existiendo facilidades de parte del Consejo de Monumentos Nacionales en lo relativo a su liberación por etapas. En tal sentido, hoy existen sectores en fase constructiva, otros en trámite de liberación y las últimas áreas bajo excavación arqueológica.
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