David Stern: la historia del comisionado de la NBA que cambió la percepción mundial del SIDA

La NBA no sería el espectáculo que es hoy sin su aparición. Arquitecto de la modernización y artífice de ideas innovadoras, David Stern (Nueva York, 22 de septiembre de 1942) marcó una época en la mejor liga de básquetbol del mundo. El abogado que salvó del declive al baloncesto norteamericano y lo globalizó a límites insospechados, falleció a sus 77 años, luego de pasar días internado por una hemorragia cerebral.

Los pésames por la muerte del dirigente fueron transversales. Y claro, Stern estuvo casi cuatro décadas ligado a la competencia, ejerciendo distintas funciones que le fueron asignando mayor importancia. Empezó con labores ocasionales como abogado parte de un bufete que le prestaba servicios a la NBA, entre 1966 y 1978. En ese tiempo, el defensor participó en el acuerdo que eliminó la cláusula reservada que permitía a los clubes ser dueños de los derechos de sus jugadores, dando paso al sistema de agencia libre. Luego se convirtió en el asesor legal de la liga por los siguientes dos años.

En 1980 fue nombrado vicepresidente ejecutivo, viendo los asuntos comerciales y legales de la liga. Un cargo creado para él, en el que tuvo influencia clave para establecer el tope salarial que igualaría las oportunidades en la liga y que, a la larga, aumentaría casi 40 veces los salarios por la estrategia comercial que luego aplicaría. En 1984 pasó a ser el cuarto comisionado de la NBA. Estaría en la plana mayor por los siguientes 30 años, periodo en el que el torneo vivió un expansivo crecimiento económico y popular.

Cuando asumió el puesto de cuarto comisionado, la NBA vivía una época de deterioro que pudo terminar con todo lo alcanzado hasta entonces. Los conflictos no solo eran monetarios, donde las ganancias iban a la baja y los patrocinios no eran de la misma magnitud. También había serios problemas de consumo de droga entre los atletas. Por lo anterior es que Stern estableció castigos importantes a quienes incurrieran en dopaje, pese a que la competencia no se asociaba ni a la WADA ni a la USADA, agencias antidopaje mundial y de Estados Unidos, respectivamente. En 1986, la muerte de Len Bias, por sobredosis de cocaína tras haber sido elegido en el draft por Boston, fue un escándalo que debió enfrentar. Además, ese mismo año, luego de haber dado positivo en tres muestras positivas por la misma droga, Michael Ray Richardson fue expulsado de por vida de la liga.

El mismo año que asumió como comisionado, fue cuando aparecieron figuras a las que Stern sabría sacar provecho. Michael Jordan participó del draft de 1984, sumándose al panel estelar que ya protagonizaban Magic Johnson y Larry Bird, cuya enemistad fue utilizada por el abogado en favor de los clubes, de los propios jugadores y de la liga. Ganancia mutua y la NBA comenzaba a generar nuevamente interés, gracias a la expectación que generaba la rivalidad deportiva y la popularidad de sus estrellas.

Uno de los momentos de mayor tensión con el que tuvo que lidiar Stern fue en 1991, cuando Johnson confesó ser portador del VIH. La estrella de la NBA dejaba mudos a sus seguidores y asustados a sus colegas. En aquel entonces, la conciencia sobre el virus y el SIDA no era mucha y los prejuicios alejaron a Magic de la cancha. Fue el mismo Stern quien peleó contra eso. No solo le permitió al legendario jugador continuar su carrera e incluso participar en el All Star Game de 1992, el producto que vendió el abogado y que hoy es fiesta mundial, sino que fue clave para que el legendario base participara de los Juegos Olímpicos de Barcelona. También comenzó una campaña de concientización, en el que doctores fueron a cada plantel a explicar sobre la enfermedad.

Stern, quizás sin quererlo, se transformó en una figura clave en el cambio cultural sobre cómo la sociedad percibía a los portadores del VIH. El caso de Magic Johnson fue emblemático y abrió nuevos caminos en este tema. El mismo multicampeón de la NBA tuiteó sobre esto para homenajear al comisionado: "David Stern fue un creador de historia. Cuando anuncié en 1991 que tenía VIH, la gente pensó que podía contagiarse con saludarme de mano. Cuando David me permitió jugar el All Star de 1992 en Orlando y después las Olímpiadas con el Dream Team, pudimos cambiar el mundo", escribió.

https://twitter.com/MagicJohnson/status/1212506574243147778

A nivel internacional también abrió puertas. Quizás su mayor logro fue el acuerdo que consiguió con Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico, para que la selección de Estados Unidos participara en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. El Dream Team, liderados por Jordan, Johnson y Bird, hacía su aparición internacional. El producto se había globalizado y Stern fue quien lo consiguió. El interés por jugar en el baloncesto estadounidense crecía y años más tarde fue el propio abogado quien participó en la negociación por el arribo de la estrella china, Yao Ming. Un mercado nuevo, grande y millonario para la NBA.

Stern también supo resolver problemas graves. Debió responder y castigar en 2004 por la pelea entre Detroit Pistons e Indiana Pacers; y en 2007 por los amaños de partido del exárbitro Tim Donaghy. Además, en 2005 estableció un código de vestimenta, tomando en cuenta la opinión de algunos comentaristas de TV y espectadores de piel blanca que miraban despectivamente a los jugadores y sus estilos de vestir. Aunque el propio directivo fue acusado de racista, de igual manera justificó su decisión.

En sus 30 años como comisionado siempre contó con el apoyo de los clubes, que fueron gradualmente creciendo de la mano de Stern. Aparecieron siete nueve franquicias y la NBA creó oficinas en 13 partes del mundo. Además, fundó la WNBA en 1997 y la Liga de Desarrollo. El crecimiento de la mejor liga del mundo no se explica de otra forma sino es bajo el alero del abogado, quien dedicó 38 años de su vida a que el básquetbol estadounidense sea más que solo un deporte.