De Rapa Nui, pasando por Wuhan, a la Convención: Tiare Aguilera, la constituyente que busca el reconocimiento de su pueblo
La representante electa por el escaño reservado del pueblo Rapa Nui buscará defender lo que su pueblo ya ha conseguido: la Ley de Residencia y Permanencia en la isla. Sin afiliación a un partido político, dice que está abierta a trabajar en bloque con los otros constituyentes indígenas. “Quiero que podamos dialogar, escucharnos. Porque vengo de un pueblo en el que hemos luchado por mucho tiempo para poder ser escuchados", comenta.
Una maestría en Derecho Internacional realizada en la Universidad de Wuhan, China. Ese es parte del currículum de Tiare Aguilera (39), convencional electa por el escaño reservado del pueblo Rapa Nui en la Convención Constitucional. Reconoce que su experiencia estudiando en el extranjero es “atípica”, más aún por el lugar que eligió, hoy reconocido mundialmente por ser el origen del covid-19.
“Quise postular a China porque era distinto. La mirada occidental desconoce la oriental y nosotros como Rapa Nui tenemos más cercanía con el oriente. Todas las migraciones polinésicas dicen que vinieron de Taiwán. Además China, con su cultura milenaria, era lo más distinto. Valía la pena hacer el esfuerzo”, comenta Aguilera a La Tercera PM.
El pasado 15 y 16 de mayo, fue electa con el 40% de los votos, una mayoría contundente en una elección donde se enfrentó a otros tres candidatos, los tres hombres. En enero, ya había pasado por una competencia cuando tuvo que sortear una primaria de la isla y donde se redujo la lista de competidores de ocho a cuatro.
Y desde que fue electa, ha vivido días ajetreados. Por ejemplo, esta semana fue invitada -por el autor- como panelista del lanzamiento del libro “La pregunta por el régimen político” de Arturo Fontaine y donde compartió con el autor, el otro constituyente electo, Fernando Atria, la decana de la facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibañez, Isabel Aninat y la directora de Asuntos Jurídicos de Libertad y Desarrollo, Natalia González.
“Voy a aportar con respeto, que es el mo’a; voy a aportar con conocimiento, que es el maramarama y voy a aportar colectivamente, a través del umanga”, señaló Aguilera en el lanzamiento del libro.
Hoy, a la convencional le preocupan dos cosas: la logística que implica ser parte de una Convención que sesionará en Santiago, siendo que ella vive en Isla de Pascua. “Si me voy a Santiago, ¿cómo dialogo con mi pueblo? La comunidad confió en mí. Vengo a representar a mi pueblo. A luchar por las demandas que tanto nos ha costado ganar”, comenta.
El otro punto que le preocupa es levantar información para concluir el programa que intentará cumplir desde su escaño. “Recién a fines de diciembre supimos que iba a haber un cupo para el pueblo Rapa Nui. Hicimos las primarias en enero. Y luego fueron las elecciones en mayo. No tenemos un documento finalizado. Eso se está levantando ahora”, señaló Aguilera.
Por eso, además de coordinar el viaje, por estos días se está reuniendo con autoridades -comunales y ancestrales- de la isla. Esas conversaciones dicen que la ayudan a afinar el programa que llevará a la Convención, uno que tendrá un objetivo central: materializar el reconocimiento de su pueblo en la nueva Constitución.
Para eso, están evaluando un capítulo especial, una antesala a través del preámbulo de la nueva Constitución o una combinación de ambos. También se han propuesto definir cómo será la interacción que tendrá con el pueblo rapa nui una vez que parta la Convención.
El artículo que regula el libre tránsito y por el que se dictó la Ley 21.070 de Residencia y Permanencia en la isla. Ese es el punto de partida para Aguilera para el reconocimiento constitucional de su pueblo, algo que ya tiene la actual Carta.
“De ahí tenemos que partir. Ese fue un tremendo avance para nosotros porque permitió restringir el ingreso y residencia por carga demográfica, con razones medioambientales y culturales. En este momento somos el único territorio, con Juan Fernández, con un reconocimiento especial en la actual Constitución. Mi pueblo espera que eso se mejore y que sea con un capitulo especial”, agrega.
Una vida en Santiago y en la isla
Probablemente, tanto Aguilera como su familia tendrán que dejar la isla para instalarse en Santiago. Aunque una parte de ella se resiste. Primero, porque en Santiago su hijo no podrá continuar aprendiendo la lengua rapa nui -como sí lo hace hoy en una escuela de inmersión de Hanga Roa- y segundo, porque después de pasar tantos años fuera de la isla, lo único que quería era volver. Y asentarse.
Entre los 14 y los 17 años cursó la educación media en Santiago en el liceo Manuel de Salas. Para su padre, César Aguilera, siempre fue importante la educación formal. César, es diseñador gráfico y llegó a la isla en los años 70, como profesor de la Universidad de Chile, que entonces tenía sede en Rapa Nui. Así conoció a quien se convertiría en su esposa, Elena Hey, con quien tuvo 4 hijos. Y quien, al contrario de César, no quería que sus hijos se fueran de la isla.
Su madre veía Santiago como algo “lejano y grande”. Así que apenas terminó el cuarto medio, Tiare regresó a su hogar. Se tomó un año sabático en el cual aprendió a bucear y consiguió su primer trabajo en el Museo de Rapa Nui. En ese lugar coincidió con equipos de investigadores, del Discovery Channel y de la Universidad de Hawai. El contacto con otras culturas, algo que sucede mucho en la isla producto del turismo, le “abrió la mente”.
Por eso cuando ingresó a estudiar Derecho, en la Universidad Andrés Bello, siempre buscó la forma de ir al extranjero. Primero con un intercambio, que la llevó a vivir un año en España. Y luego, al poco tiempo de rendir su examen de grado, pudo estudiar en China con una beca de la embajada de ese país.
Sobre sus tendencias políticas, ella misma se reconoce como “inclasificable” pues no milita en ningún partido político. Tampoco ha ejercido, anteriormente, cargos de representación popular. Y aunque figuras vinculadas a la derecha y la izquierda le ofrecieron costear parte de su campaña, ella rechazó el ofrecimiento.
“En el escaño reservado es tal el nivel de responsabilidad que uno tiene que ser imparcial. Me hubiese hecho ruido ser candidata militando en un partido”, señala. Asimismo, reconoce que en “ciertas materias soy más de izquierda, como en la incorporación derechos sociales y en una mayor participación del Estado. Obviamente, sin caer en extremos. Ambos extremos me ponen nerviosa”.
¿Qué derechos plantea incorporar?
Hay que reforzar los bienes de uso publico. Debemos hacer cambios significativos como incorporar el derecho al agua y a la vivienda digna. En definitiva, incorporar los derechos sociales que son los que gatillaron lo que a mí me convoca, lo que se escuchaba en todas las marchas: salud, educación, pensiones dignas. Llegó el momento de reestructurar el país y repensar las instituciones, poder reequilibrar y financiar la incorporación de nuevos derechos.
Asimismo, la convencional electa plantea la importancia de dialogar en torno a los derechos colectivos, por ejemplo, “el reconocimiento de lenguas que implique una legislación de políticas que lo lleve a la práctica. Que esté incorporado en el sistema educacional, o que exista la opción de poder estudiar en Rapa Nui”.
Para esta tarea, Pedro Edmunds, alcalde reelecto de Rapa Nui, dice que la abogada cuenta con todas las capacidades para representar a su pueblo. “Es una persona alegre, que ayuda a construir una conversación. Muy inteligente y muy capaz. Ella ha estado trabajando en la isla los últimos 10 años. Ha hecho un aporte muy importante desde una mirada altruista respecto de la sociedad y su gente. Eso lo valoro mucho. Te deja tranquilo”, comentó el edil.
Coincide en eso la también constituyente electa por el distrito 20, Amaya Álvez, abogada que le hizo clases en un diplomado en la Universidad de Chile: “Es una persona capaz, profesional, amable. Como rapa nui y abogada, va a poder sacar lo mejor del derecho internacional de los Derechos Humanos, en el reconocimiento de los pueblos originarios, para trabajar en favor de su pueblo”, agregó.
En esa línea también se expresa Agustín Squella, constituyente electo por el distrito 7, quien piensa que Tiare “en la Convención jugará un gran papel y no solo en el tema de los pueblos originarios. Me alegro mucho que fuera elegida”.
Desde que Tiare regresó de Wuhan, ha trabajado en proyectos de educación y de cambio climático. Ayudó a su prima, la concertista Mahani Teave, a levantar la escuela de música para niños. También estuvo un año, el 2014, en el ministerio de Bienes Nacionales. Y ahora último, en un proyecto financiado por la Subdere, para elaborar un indicador de patrimonio, que se integrará a la Ley de Residencia y permitirá conocer el estado de conservación en que se encuentra la isla.
Asimismo, dice que está abierta a votar en bloque, con los otros constituyentes con escaños reservados y “sumar votos a nuestro favor, en temas coincidentes. En la relación con el territorio. O en el resguardo de la lengua. Temas que son nucleares para los pueblos originarios”.
En paralelo, la letrada dice que no solo le interesa defender los derechos del pueblo Rapa Nui. “Voy a participar en todos los temas. No porque sea indígena me voy a restar de la discusión sobre el Tribunal Constitucional (TC)”, aclara.
Al respecto, dice que “ha sido lamentable lo que ocurrió con el tercer retiro. Toda la ciudadanía se dio cuenta que se requiere reformar, pero yo no soy de borrar. El TC cumple un rol que es muy preponderante para que la Constitución pueda ser resguardada. Que funcione mal es otra cosa, pero de ahí a eliminarlo. No soy tan radical. Hay muchas formas de mejorarlo”.
Sobre el proceso constituyente, enfatiza que quiere que sea uno exitoso. “Quiero que podamos dialogar, escucharnos. Porque vengo de un pueblo en el que hemos luchado por mucho tiempo para poder ser escuchados. Y por lo mismo, yo quiero escuchar a todos. Este trabajo va a tener que ser realizado con unidad”, sentenció.
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