Cancillería peruana expresa “malestar” al embajador de Chile por crítica “irrespetuosa” de Boric en la Celac
Hasta antes de la intervención del martes del presidente chileno en el foro regional, Chile se posicionaba como uno de los países más respetuosos frente a la sucesión constitucional de Dina Boluarte tras el fallido autogolpe de Pedro Castillo, pero, según analistas peruanos, eso habría cambiado.
En un complejo escenario internacional, donde cada palabra cuenta a la hora de relacionarse entre dos Estados, el análisis que hacen desde Perú sobre las palabras vertidas por el Presidente chileno, Gabriel Boric, sobre la crisis política y social en el país vecino, es el de una aparente “falta de cautela” e “imprudencia diplomática”. Cuestionamiento que se materializó la tarde del miércoles, cuando el vicecanciller peruano, Ignacio Higueras, expresó el “malestar” de la administración de Dina Boluarte por la “manera irrespetuosa” en que el mandatario chileno se refirió a su par peruana.
“El vicecanciller Ignacio Higueras transmitió hoy (miércoles) al embajador de Chile el malestar que ha generado en el gobierno peruano la manera irrespetuosa en la que el Presidente Gabriel Boric se refirió, en su intervención en la Celac, a la Presidenta de la República Dina Boluarte”, anunció la Cancillería de Perú a través de Twitter.
“Le indicó que el rumbo elegido por el gobierno constitucional de la Presidenta Boluarte es el adelanto de elecciones generales para que los peruanos decidan sin injerencias y en paz el destino del Perú. El gobierno no cambiará el rumbo de la institucionalidad democrática”, cerró el comunicado difundido en redes sociales, formalizando a nivel diplomático el malestar del país vecino frente a los dichos de Boric.
Analistas consultados por La Tercera coincidieron en que la prudencia fue lo que faltó en el discurso pronunciado por el mandatario el martes, en la VII Cumbre de jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), desarrollada en Buenos Aires. Críticas que fueron acompañadas por el rechazo de la canciller peruana, quien respondió a las acusaciones de violencia excesiva por parte de la administración de Dina Boluarte en el propio foro, mostrándose ofendida por la insinuación de que “el gobierno haya autorizado reprimir con violencia a quienes protestan”.
La nación vecina, sacudida por manifestaciones que exigen, entre otras cosas, la salida de la mandataria peruana, criticó también de manera oficial las palabras de países como México, Colombia y Bolivia, los cuales han manifestado abiertamente su rechazo a la presencia de Boluarte en el poder, luego del fallido autogolpe del expresidente Pedro Castillo. Ahora, Chile también fue blanco de las críticas realizadas por la canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi.
“Cambio de rumbo”
Gabriel Boric, quien habló antes que la representante del país vecino en la Celac, aseguró en su primera alocución frente al foro regional que “no podemos ser indiferentes cuando hoy en día, en nuestra hermana nación de Perú, personas que salen a marchar y a reclamar lo que consideran justo terminan baleadas por quien debiera defenderlas”, destacando la “imperiosa necesidad” de un “cambio de rumbo” en Perú.
“El saldo que ha dejado el camino de la represión y la violencia -tras el fallido autogolpe de Estado del expresidente Pedro Castillo- es inaceptable”, dijo el mandatario chileno.
“La fiscalía investiga con total autonomía y acompaña a la Policía Nacional en las acciones para controlar la violencia y proteger la vida de las personas, de los 33 millones de peruanos que son las verdaderas víctimas de esta situación de violencia”, respondió la ministra de Relaciones Exteriores de Perú, quien también lamentó que “algunos gobiernos, de países particularmente cercanos, no hayan acompañado al Perú en este difícil trance institucional y, más bien, hayan priorizado la afinidad ideológica al apoyo inequívoco al Estado de derecho y a la sucesión constitucional”.
Si bien las palabras del Presidente Boric no hicieron alusión a cuestionar la validez legal del mandato de Boluarte, la cadena RPP destacó que el mandatario “cambió el tono” que venía expresando la diplomacia de Chile respecto a la crisis en el Perú, lo que mereció una “respuesta enérgica” de la canciller Gervasi, en especial en cuanto al manejo de las protestas en el país vecino.
“Es falso y ofensivo insinuar, como se ha mencionado hoy (martes), que el gobierno haya autorizado reprimir con violencia a quienes protestan. Reafirmo en este foro nuestro compromiso con la preservación de los valores democráticos”, se defendió la jefa de la diplomacia peruana.
“Poca destreza” internacional
Las críticas a las palabras de Gabriel Boric no se limitaron a las autoridades de gobierno peruanas. Analistas de ese país consultados por La Tercera también coincidieron en la falta de prudencia del mandatario, según ellos, a la hora de hablar de temas tan sensibles para dos países tan cercanos económica, geográfica y políticamente hablando.
Para Augusto Álvarez Rodrich, economista y columnista del diario limeño La República, “es lamentable que el Presidente Gabriel Boric haya decidido romper la prudencia tradicional que ha tenido del gobierno de Chile con relación a la crisis peruana, con un pronunciamiento que, sin duda, constituye una intromisión en asuntos internos en momentos particularmente delicados”.
A su juicio, las razones de “esa imprudencia diplomática que traerá un enfriamiento en una relación bilateral que ambas naciones vienen construyendo con tanto esfuerzo desde tantos hace años”, podría atribuirse a “su inexperiencia en asuntos de política exterior” o a “presiones de los Presidentes Andrés Manuel López Obrador o Gustavo Petro para inscribirse en un grupo de jefes de Estado que, por su ideología, están dispuestos a pasar por alto la corrupción y el golpismo que significó el gobierno de Pedro Castillo”, aventuró Álvarez Rodrich.
La politóloga y académica de la Universidad del Pacífico, Cynthia Sanborn, coincidió con Álvarez Rodrich sobre lo delicado que puede llegar a ser moverse por la diplomacia internacional, especialmente “cuando no quieres ser catalogado como parte del grupo de presidentes más ideologizados”.
“La relación entre Perú y Chile que, además, tiene a Bolivia de por medio, es compleja y extremadamente sensible, por las razones históricas que todos conocemos. Por ende, la prudencia debe ser uno de los rasgos fundamentales de nuestros presidentes de turno”, advirtió Sanborn.
Comparando la situación peruana con lo ocurrido en Chile durante el estallido social de 2019, la académica aseguró que hubiese sido “contraproducente que un presidente peruano interviniera con comentarios sobre la política interna chilena, incluyendo llamados para un ‘cambio de rumbo’ en el país vecino”, como dijo Boric en su intervención en la Celac. “Los comentarios del Presidente Boric deberían ser dirigidos con pericia, más aún en un foro como Celac -donde él recién estrena este año- para evitar que se sume a los presidentes más ideologizados sobre el caso peruano”, detalló.
Continuando con la tónica comparativa, la politóloga dijo a este medio que “si bien sus intenciones son loables, creo que aquí el mandatario chileno ha demostrado poca destreza en el manejo de política exterior”. Esto se vería reflejado, dijo Sanborn, al contrastarlo “con la cautela demostrada hasta ahora por el Presidente Lula de Brasil”.
“Por supuesto, esto no quita la gravedad de la situación de derechos humanos en el Perú, y las expresiones de preocupación por la violencia y de defensa de los derechos humanos de parte de nuestros aliados en América Latina son totalmente legítimas. Pero nuevamente, en el caso particular de Chile, creo más apropiado que apoye a los esfuerzos de entidades como la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) para esclarecer esta penosa situación”, cerró la académica.
Durante la tarde del miércoles, la Cancillería peruana finalmente emitió su “malestar” al embajador chileno en Lima por los dichos del Presidente Boric. Horas antes, los analistas consultados por este medio disentían sobre cómo actuaría la administración de Boluarte.
“Seguramente habrá una nota de protesta de la Cancillería peruana, pero lo más perjudicial de la declaración de Boric es haber dañado una relación tan importante tanto para Perú como para Chile”, dijo Augusto Álvarez Rodrich, agregando, sin embargo, que “el impacto de la declaración de Boric no será gravitante, será bien recibida por unos y mal recibida por otros, según la posición política que se tenga, pero sin mayor trascendencia, pues Boric aún no logra tener en el Perú la relevancia que sí han tenido anteriores presidentes chilenos”.
Cynthia Sanborn, por otro lado, aseguró que esperaba y creía que “por el lado peruano habrá prudencia. Además, Chile sí reconoce a Boluarte como presidenta constitucional”, a diferencia de otros países de la región. “Estamos más atentos a lo que hace y dice Lula, hasta ahora muy cauteloso. Sabe que necesitamos unirnos en otros temas, desde China-EE.UU. hasta el del litio”, cerró la politóloga.
A través de Twitter, el editor para América Latina de The Economist, Michael Reid, se sumó a las críticas del discurso del mandatario chileno, al asegurar que “debía también llamar a la extrema izquierda en el Perú, que incluye Sendero Luminoso y a las economías ilegales, a dejar de atentar contra la democracia, la policía y los edificios públicos”, agregando que esta sería “una de las (intervenciones) más desafortunadas de su presidencia”.
Luis Benavente, analista y presidente de la consultora Vox Populi, dijo que era “lamentable escuchar a Boric sobre asuntos internos de Perú, usando información distorsionada y amparado en supuestos ‘procesos constitucionales’. Injerencia inaceptable”. Además, aseguró a este medio que “Boric solamente ve la respuesta (policial) de estos actos criminales, no ve el proceso constitucional completo, solo se basa en un fragmento para interpretarlo a su manera y cometiendo, además, algo muy grave contra las relaciones peruano-chilenas, que han tenido buenas épocas, pero que lamentablemente se van a enfriar”.
Recordando la vez en que la ministra de Relaciones Exteriores de Chile, Antonia Urrejola, prefirió no calificar como dictador al expresidente Pedro Castillo, Benavente agregó que “anteriormente, la canciller chilena había tenido opiniones desafortunadas, impertinentes e injerencistas contra Perú, y hay que tener cuidado con esto”.
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