Desde guardias incógnitos a botones de pánico: Qué hacen los malls para enfrentar emergencias de seguridad
Los actos delictuales en estos espacios han ido variando con el tiempo. Antes, los delitos con mayor impacto mediático eran los denominados "alunizajes". Hoy, ante una serie de barreras que han levantado los malls, los delincuentes han optado por los llamados "turbazos".
Violentos asaltos, robo hormiga y otros graves problemas de seguridad como suicidios. Son los temas que actualmente los 150 centros comerciales que existen a lo largo de Chile -y que reciben a un total de 757 millones de visita al año- deben hacer frente, ante los cuales han redoblado sus medidas de prevención.
Hace cuatro días, un violento asalto ocurrió en Parque Arauco de Kennedy. Al menos seis personas ingresaron al estacionamiento con un vehículo que tenía la patente clonada. En pocos minutos, con martillos y mazos rompieron las vitrinas de la tienda Ripley y robaron 60 relojes de distintas marcas. El motín fue avaluado en $12 millones y la policía sigue tras los pasos de los delincuentes.
El tema de las medidas de seguridad no es algo que se comente a viva voz entre los ejecutivos de los malls. Al interior de la Cámara de Centros Comerciales -gremio que los reúne y que comanda la exsubsecretaria de Economía Katia Trusich-, existe un gran recelo para hablarlo abiertamente, y se alude al cumplimiento de compliance que obliga a los malls a no comentar estos temas en las sesiones de la agrupación.
Así, el trabajo ha sido delegado a una comisión interna, la cual hoy es presidida por Ernesto Gómez, subgerente de Seguridad de Mallplaza. Actualmente esta es parte de una mesa de trabajo con el ministerio del Interior, donde están presentes autoridades de Carabineros, PDI, Ministerio Público y la División de Seguridad de Interior. Además mantiene un grupo de trabajo con las tiendas de retail y hace unos días anunció un nuevo protocolo con la fiscalía.
"El protocolo de colaboración entre la Cámara y la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos del Ministerio Público, refuerza el compromiso de los centros comerciales para poner a disposición de la fiscalía toda la información necesaria a nivel nacional, en cuanto a evidencias, imágenes de las cámaras de seguridad, fotografías e información de nuestros asociados involucrados en los hechos; además de datos relevantes que alerten de nuevas denuncias interpuestas y el registro histórico de denuncias", explicó en un comunicado el gremio.
Pero, ¿qué medidas están tomando los malls por su cuenta?
Consultados por La Tercera PM, ejecutivos del sector afirman que existe un trabajo constante por elevar la seguridad. Y es que los actos delictuales en estos espacios han ido variando con el tiempo. Antes, los delitos con mayor impacto mediático eran los denominados "alunizajes". Hoy, ante una serie de barreras que han levantado los malls, los delincuentes han optado por los llamados "turbazos". Se trata de robos masivos en los cuales uno o dos personas intimidan a los guardias y otro grupo saquea las góndolas y ropas llevando todo a su paso. Luego corren para escapar.
Uno de los ejecutivos consultados, que pide reserva de su nombre, sostiene que los centros comerciales han optado por disponer de mayores medidas de seguridad afuera de las tiendas de mayor riesgo, como Servipag o las joyerías. De hecho, las cámaras apuntan directamente a las entradas de estos recintos y mantienen botones de pánico, explica la misma fuente.
No obstante, el mayor problema siguen siendo los "mecheros" que utilizan las "bolsas biónicas": bolsas de plástico recubiertas en su interior por láminas de aluminio a fin de burlar las alarmas en los ingresos y salidas de las tiendas por departamento. Frente al ingenio delictivo, los centros comerciales, que han delegado los servicios de seguridad en terceros, han reforzado su atención en sus propios guardias.
"Ninguno es Superman para repeler un ataque armado"
Midmall, outlet ubicado en Maipú, ha invertido fuertemente en seguridad. Tiene una cobertura de casi 100% en cámaras de seguridad con puntos ciegos casi mínimos. Las imágenes sirven para ser medio de prueba ante el Ministerio Público. "La inversión es alta y cada día es más", dice Nicolás Drexler, gerente general y miembro del comité de Seguridad de la Cámara de Centros Comerciales.
"Tengo la instrucción de que si alguien entra armado al centro comercial, nadie trate de hacerse el superhéroe. Una de las cosas que hemos conversado con nuestra empresa de seguridad es que la seguridad debe ser preventiva, con cobertura amplia. El delincuente debe sentir que existe seguridad en el mall. Ninguno es Superman para repeler un ataque armado", sostiene Drexler.
Claudio Easton, director de Easton Outlet Mall afirma que "la delincuencia ha ido aumentando a través de los años". "Nosotros en el tiempo también hemos ido incrementando nuestras medidas de seguridad. Desde rejas a cerco electrificado. Falta hacer un foso con cocodrilos no más. También la dotación de la seguridad ha ido aumentando por un tema de presencia y reaccionar a tiempo, si bien tiene limitada su capacidad de reacción, porque no se puede agredir a los delincuentes, tienen que retenerlos".
Otro ejecutivo que también quiso mantener el anonimato reveló que algunos malls utilizan "guardias encubiertos". "Nosotros tuvimos de civil con el objetivo de que el delincuente no se dé cuenta de que está siempre con un guardia siguiéndolo. Yo lo paré eso en Midmall, porque prefiero que no robe, sino que se inhiba la conducta de cometer ilícitos".
Arquitecto del Costanera: Mejorar vigilancia
En el caso del Costanera Center, se agrega un elemento adicional. En los últimos tres años, en el mall -emblema de la fuerza de Cencosud, conglomerado minorista que opera en cinco países de Sudamérica- se han quitado la vida ocho personas, lanzándose desde las alturas del edificio. Hace tres días, además, un joven de 23 años se quitó la vida con cianuro en un baño del centro comercial.
Desde la empresa no se ha especificado si se tomarán medidas sobre el tema. Y el arquitecto jefe del megaproyecto, Yves Besançon, afirma que el problema no es el diseño del mall.
"Uno no puede hacer como el sofá de don Otto: demuelo el centro comercial para que no se suicide la gente. Lo que hay que hacer es mejorar la vigilancia. El problema no es el centro comercial, sino que es la salud mental de las personas, porque lo harán allí o en la quebrada del ají", acota.
Besançon tampoco cree que la solución vaya por el lado de poner mallas en el sector abierto del mall. "Las normas de seguridad de este país están claramente descritas en la ordenanza general de urbanismo y construcción, que dice exactamente cómo deben ser las barandas de escalera y las barandas de vacío. Todos los elementos están normalizados. A lo mejor hay que tomar alguna medida, pero esto es algo que no se pudo haber previsto con el proyecto", plantea el socio de la oficina ABWB.
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