Diputado Diego Schalper (RN) y resultado del plebiscito: “Los extremos no contribuyeron para construir un texto de consenso”

diego

El exsecretario general de uno de los partidos de Chile Vamos aborda el fracaso electoral del domingo.


El diputado y exsecretario general de RN, Diego Schalper, aborda el escenario de la derecha tras la derrota electoral del domingo.

El parlamentario asegura que los resultados del plebiscito dan cuenta de “una manifestación en contra de esta idea de que la solución a los problemas cotidianos viene por la vía de cambios estructurales”. En ese sentido, agrega que “si la consigna del estallido fue ‘no son 30 pesos no son 30 años’, yo me atrevería a decir que es exactamente lo contrario: no son 30 años, son 30 pesos”.

¿A qué atribuye la derrota del A favor?

La gente votó no solo en contra del texto constitucional, sino que del tema constitucional. Hay una manifestación en contra de esta idea de que la solución a los problemas cotidianos viene por la vía de cambios estructurales. Si la consigna del estallido fue ´no son 30 pesos no son 30 años’, yo me atrevería a decir que es exactamente lo contrario: no son 30 años, son 30 pesos. Hay un mundo que vota por las problemáticas cotidianas, que van desde las deudas que tiene, hay un mundo de clase media que vive angustiado por su inseguridad y que se enfrenta a las elecciones con mucho pragmatismo. No es que Chile se haya derechizado porque eligió a Sebastián Piñera o que se haya izquierdizado porque eligió a Gabriel Boric, sino que, en esas disyuntivas, ese votante, que asciende a un cuarto del electorado, discierne por lo que pareciera ser más razonable para él en ese caso. Es un llamado a la dirigencia política a entender que si seguimos en la discusión ideológica y no somos capaces de empatizar con esas necesidades cotidianas, no vamos a leer ese electorado.

En cuanto a las responsabilidades del sector, ¿comparte que faltó despliegue de Matthei o que hubo “gustitos” de los republicanos, como acusan algunos?

Obviamente tú venías de un proceso constitucional muy traumático y tenías una tarea de hacer una diferencia muy evidente con el otro proceso y las primeras declaraciones del Consejo Constitucional no contribuyeron a hacer esa diferencia tan nítida. No había necesidad de generar un conflicto inicial que costó mucho superar.

Y respecto del rol de los republicanos, ¿qué responsabilidad tienen?

Me habría gustado que hubiese más esfuerzos por construir un texto de consenso, ahí caben responsabilidades por parte del gobierno (...). Acá los extremos no contribuyeron para construir un texto de consenso.

¿Incluyendo al Partido Republicano?

Obviamente, hay posiciones, que yo las sitúo en ciertas maneras de proceder durante el Consejo, que a mí me hubiera gustado que tuvieran mayor vocación de consenso.

¿Faltó más presión de Chile Vamos para llegar a un acuerdo transversal? ¿Cuál es la autocrítica de ustedes como bloque?

La ciudadanía dispuso que un partido tuviera la capacidad de decir qué cosas se aprobaban y qué no porque tenían la capacidad de rechazar aquello con lo cual no estaban de acuerdo, eso lo decidió la ciudadanía en la elección de mayo. Eso generó un contexto en donde la opinión, conducción y responsabilidad de ese partido era muy relevante. Por eso yo considero que habla muy bien de José Antonio Kast cuando él asume que el fracaso es de republicanos, cuando él dice ‘nosotros fracasamos en convencer’, es porque es indudable, por la composición que la ciudadanía dispuso en el mes de mayo, que es partido tenía un rol de conducción muy relevante.

Algunos creen que es momento de quebrar las relaciones con el Partido Republicano. ¿Lo cree conveniente?

La tarea de la centroderecha es ser una especie de ancla entre el centro y la derecha para construir un proyecto con vocación de mayoría. La derecha tiene que construir un proyecto con vocación de mayoría y con vocación de soluciones prácticas. Las mayorías se logran sumando, pero poniendo el foco en ese mundo que hace una diferencia y ese mundo lo que espera es que más que tener discusiones ideológicas abstractas, les entregues respuestas contundentes. Esa es la tarea que tenemos por delante.

Algunos creen que los resultados del domingo demostraron que el Partido Republicano tiene un techo. ¿Qué piensa usted?

Yo creo que se reafirma, por segunda vez, que esas coordenadas no son suficientes para alcanzar la mayoría en Chile y que, por lo tanto, tenemos que ser capaces de construir un proyecto en el que seamos capaces de confluir al centro y a la derecha, construir una mayoría (...). Si no le hablamos a ese electorado, a esa gente que funciona de manera pragmática, va a ser muy difícil construir Chile.

Algunos discuten cómo debería ser la oposición en relación al gobierno. Algunos quieren endurecer el tono, otros ser más dialogantes. ¿Cuál es el mejor camino?

El gobierno tiene que partir teniendo claro que perdió en lo medular, el gobierno por así decirlo celebró haber perdido 1-0 porque pudo haber perdido 5-0. O, dicho de otra forma, se salvó del descenso. Pero el gobierno está en la parte baja de la tabla, porque de alguna manera, después de este largo tramo, todas las ideas que han fundamentado el proyecto político de Gabriel Boric han quedado derrotadas. Gabriel Boric se construyó sobre la base de decir que la Carta Fundamental de Chile, la Constitución no tenía legitimidad democrática. Y cuando yo veo que los 10 partidos han firmado una declaración y han confirmado que no hay más procesos constitucionales, hay una confirmación democrática de la Constitución.

Pero sobre si endurecerse o ser más dialogante...

Las oposiciones tenemos la tarea de contrapesar al gobierno en aquellas cosas que le hacen mal a Chile y colaborar con el gobierno en aquellas cosas que le hacen bien a Chile (...). El problema del gobierno no es solamente la oposición conceptual que pueda tener la centroderecha, el problema del gobierno es que sus parlamentarios van a llegar a sus distritos y ese público que le dijo que no al tema constitucional, le va a decir que no a esta verdadera expropiación previsional.

¿Y está de acuerdo con la acusación constitucional contra el ministro Montes y en pedir la salida de Miguel Crispi?

Este gobierno no entiende lo suficientemente bien, que lo central del gobierno es cuidar la gestión del Presidente y que todo el resto de las personas tienen que estar en función de eso. No es el Presidente el que sale a resguardar a sus equipos, sino que son los equipos los que salen a resguardar a sus equipos. Y yo le hago la pregunta al Presidente, ¿la permanencia de esas personas facilita o dificulta la agenda del gobierno? Si la respuesta es dificulta, entonces, las decisiones las tiene que tomar el Presidente.

Respecto de los desafíos electorales que vienen, ¿van a buscar alianzas con Amarillos y Demócratas?

Tenemos que captar que acá hay mundo partidista y un mundo pragmático. En lo partidista tenemos que sumar a todas las fuerzas políticas necesarias para construir una plataforma de mayoría, pero al mismo tiempo y con mucha intensidad tenemos que salir a buscar a ese inmenso mundo de personas, que no se sienten interpretadas por los partidos, y que nos dijeron que no al tema constitucional. Tenemos que construir una plataforma amplia que tenga un mensaje muy claro: vamos a trabajar por las dificultades cotidianas de los chilenos para construir una opción de mayoría y si no, no hemos entendido nada.

¿Y esa plataforma a qué partidos incluiría?

A todos los que se sientan convocados a oponerse al plan refundacional que pretendió la izquierda en el proceso constitucional y que entiendan que los chilenos están diciendo que nos tenemos que preocupar de sus problemas cotidianos.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.