Dos de cada tres afiliados viven fuera de Santiago y el 7% son extranjeros: radiografía a los beneficiarios de Fonasa
El Fondo Nacional de Salud, que busca ser fortalecido por las autoridades de gobierno, asegura al 77% de la población, es decir, 15,6 millones de personas. Y dentro del grupo, el 61% corresponde a titulares de los tramos B, C y D.
Tras la pandemia, el 2023 probablemente será uno de los años más complejos para el sistema sanitario. Y no solamente por las secuelas del Covid-19, sino que por la situación financiera que atraviesan las isapres, que hace meses han alertado del complejo momento por el que están pasando: en el tercer trimestre de 2022 acumularon pérdidas por $ 127.927 millones. Además, varios expertos y autoridades han advertido que ante el escenario de un colapso el panorama sería desastroso, tanto para los afiliados del sistema privado como para los que están en el público.
Durante las últimas semanas, las autoridades de salud han manifestado su intención de fortalecer el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), que además de beneficiar a sus propios afiliados, también sería la fórmula que permitiría hacer frente a la crisis de las isapres a través de seguros complementarios.
Según los datos más actualizados de Fonasa, actualmente hay 15.613.584 afiliados al fondo, de los cuales 3.001.047 son carga. Esta cifra corresponde al 77% de la población, considerando los informes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) vigentes a la fecha. Además, entre el año 2020 y el año 2021, la población asegurada por Fonasa experimentó un crecimiento anual del 0,6%, destacando un aumento significativo de beneficiarios mayores de 60 años.
En relación a la cobertura territorial, prácticamente dos de cada tres beneficiarios (64%) residen fuera de la Región Metropolitana, pese a que esta región concentra más del 40% de la población nacional, de acuerdo con el último Censo.
Donde más afiliados hay es en la Región de Valparaíso (1.625.358) y después le sigue Biobío (1.419.996), mientras que donde menos hay es en la Región de Magallanes (138.281 inscritos).
Además, cerca del 7% de la población de Fonasa corresponde a extranjeros, lo que configura un millón de personas, aproximadamente.
Actualmente, Fonasa está dividida por tramos. En el primer grupo, el A, están las personas carentes de recursos y migrantes; en el B se encuentran quienes reciben un ingreso imponible mensual menor o igual a $ 410.000; el tramo C agrupa a los afiliados que perciben un ingreso imponible mensual mayor a $ 410.000 y menor o igual a $ 598.600; finalmente, en el grupo D están las personas con un sueldo imponible mensual mayor a $ 598.600.
Según, la última Cuenta Pública de Fonasa, el 61%, es decir, más de 9 millones de personas, corresponde a titulares de los tramos B, C y D. Además, un 48% registró una renta imponible promedio inferior a 400 mil pesos, mientras que 9 de cada 10 afiliados con cotizaciones percibieron rentas mensuales inferiores a 1 millón de pesos en promedio.
Cambio de aseguradora
Según las cifras de la Superintendencia de Salud, más de 548 mil personas abandonaron su Institución de Salud Previsional (Isapre) para ingresar a Fonasa en casi tres años, entre enero de 2020 y noviembre de 2022. Eso sí, en todo el año pasado, el sistema privado perdió casi 190 mil cotizantes.
Juan Carlos Said, médico y máster en Salud Pública, asegura que este fenómeno se explica por distintas causas: “Los planes de isapres han experimentado un aumento de precio importante, pues están en UF, mientras que Fonasa cobra un 7%. Además, han mejorado las coberturas de Fonasa, pues cada día tiene más convenios con los prestadores privados, lo que hace que sea más atractivo”.
Actualmente, la Superintendencia de Salud da cuenta que hay 3.151.885 afiliados en isapres, 1.901.844 titulares y 1.250.041 cargas. Eso sí, hay una gran diferencia entre hombres y mujeres, pues hay 754.664 afiliadas y 1.147.180 de afiliados.
En relación con la cobertura territorial, el 60% de los cotizantes pertenece a la Región Metropolitana.
En ese contexto, varios expertos han manifestado su preocupación por los afiliados de Fonasa frente a la posible quiebra de las isapres. De hecho, la semana pasada siete exsuperintendentes de Salud que ocuparon dicho cargo entre 1990 y 2022 hicieron el pasado jueves una serie de propuestas para evitar un colapso del sistema asegurador privado. En concreto, las exautoridades presentaron en la Comisión de Salud del Senado un documento donde señalaban que una de las mayores consecuencias estaría en el sector público.
“El efecto más complejo del derrumbe del sistema de isapres será el impacto que generará en los pacientes de Fonasa, que tendrán que competir con más de 3.200.000 personas cuyas necesidades de salud ahora deberán ser cubiertas por el seguro público. En dicho contexto, de producirse la caída de las isapres, se espera un fuerte incremento de las listas de espera de cirugía en rangos que van entre un 9,4% (29.824 casos más de espera) y un 71,7% (296.398 casos más en espera), lo que generará mayores problemas para todas las personas que se encuentran afiliadas a Fonasa, no solo para los que se encuentren adscritos al sistema de isapres”, consigna el documento presentado a los senadores.
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