Drones asesinos, alas delta e interrupción de comunicaciones: cómo Hamas planificó y ejecutó el mortal ataque contra Israel
El ataque del sábado siguió a dos años de subterfugios del grupo radical palestino que implicaron mantener sus planes militares en secreto y convencer a Israel de que no quería pelear.
“Este es nuestro 11 de septiembre”, reconoció el mayor Nir Dinar, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel. “Nos atraparon (…) Nos sorprendieron y vinieron rápidamente desde muchos lugares, tanto desde el aire como desde la tierra y el mar”, comentó tras el inédito ataque perpetrado el sábado por Hamas, considerada la peor brecha en las defensas de Israel desde que los ejércitos árabes libraron la guerra de Yom Kippur en 1973, hace exactamente 50 años.
Con el conflicto hoy en plena escalada y con un aumento progresivo de las víctimas, tanto israelíes como palestinas, los detalles de la operación llevada a cabo por el grupo islámico radical dejan en evidencia cómo Hamas planeó y ejecutó meticulosamente la matanza.
El ataque del sábado, según Reuters, siguió a dos años de subterfugios de Hamas que implicaron mantener sus planes militares en secreto y convencer a Israel de que no quería pelear. Así, las fuerzas israelíes fueron tomadas por sorpresa por el devastador ataque del grupo radical palestino, que utilizó excavadoras, alas delta y motos para enfrentarse al ejército más poderoso de Medio Oriente.
Mientras se hacía creer a Israel que estaba conteniendo a Hamas, cansado de la guerra, proporcionando incentivos económicos a los trabajadores de Gaza, los combatientes del grupo estaban siendo entrenados, a menudo a plena vista, detalló a la agencia de noticias una fuente cercana al grupo islámico.
“Hamas dio a Israel la impresión de que no estaba preparado para luchar”, comentó la fuente cercana a las milicias palestinas. “Hamas utilizó una táctica de inteligencia sin precedentes para engañar a Israel en los últimos meses, dando la impresión pública de que no estaba dispuesto a luchar o confrontarse con Israel mientras se preparaba para esta operación masiva”, añadió.
En uno de los elementos más llamativos de sus preparativos, Hamas construyó un simulacro de asentamiento israelí en Gaza donde practicaron un desembarco militar y se entrenaron para atacarlo, dijo la fuente, añadiendo que incluso grabaron videos de las maniobras.
Según Reuters, muchos líderes de Hamas desconocían los planes y, mientras entrenaban, los 1.000 combatientes desplegados en el asalto no tenían idea del propósito exacto de los ejercicios, agregó la fuente.
Cuando llegó el día, la operación se dividió en cuatro partes. El primer movimiento fue una andanada de 3.000 cohetes disparados desde Gaza que coincidió con incursiones de combatientes que volaban en alas delta, o parapentes motorizados, sobre la frontera, dijo la fuente.
Una vez que los combatientes en ala delta estuvieron en tierra, aseguraron el terreno para que una unidad de comando de élite pudiera asaltar el muro fortificado electrónico y de cemento construido por Israel para evitar la infiltración desde Gaza.
Los combatientes utilizaron explosivos para romper las barreras y luego las cruzaron a toda velocidad en motos. Las excavadoras ampliaron los espacios y entraron más combatientes en vehículos todo terreno.
Una unidad de comandos atacó el cuartel general del Ejército israelí en el sur de Gaza e interfirió sus comunicaciones, impidiendo que el personal llamara a los comandantes o entre sí, detalló la fuente.
Ynet, el medio en línea del periódico Yedioth Ahronot, entregó más detalles al respecto. Según las imágenes capturadas durante el ataque, en la fase inicial, un dron operado por Hamas apuntó específicamente al sistema de vigilancia “Roeh-Yoreh” (“Ver-Disparar”). Este sistema está controlado remotamente por observadores y está diseñado para contrarrestar a los infiltrados que se acercan a la valla. Según Hamas, en el ataque inicial participaron un total de 35 drones, incluido un dron suicida.
Al mismo tiempo, Hamas inició intensos bombardeos con cohetes contra las zonas del sur y el centro de Israel, incluida Tel Aviv. Como parte de la ola de infiltración inicial, a las 6:30 a.m. del sábado, unidades de comando del grupo islámico apuntaron específicamente a destruir el cruce de Erez, en el lado norte del enclave palestino.
Posteriormente, señala Ynet, los milicianos palestinos abrieron el paso fronterizo y avanzaron hacia Sderot. La participación de drones aéreos y otros vehículos durante el ataque inicial sirvió principalmente como desvío para distraer la atención de la operación principal. En la primera ola de infiltración, los agentes de Hamas atacaron específicamente ocho posiciones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dentro de la Brigada de Gaza, destruyendo sistemáticamente diversos activos militares, incluidos equipos de comunicación y vigilancia, que fueron incendiados deliberadamente. En particular, el cuartel general de la brigada en el campo de Re’im fue el más afectado por estos ataques, señala el sitio israelí.
Según Ynet, la interrupción de las comunicaciones tuvo un profundo impacto en las capacidades de mando y control de las FDI sobre las fuerzas en la zona. Este obstáculo no solo impidió gravemente su capacidad para responder eficazmente, sino que también pareció influir en los posteriores intentos de infiltración de terroristas adicionales que, acompañados por residentes de Gaza, aprovecharon la comprometida situación para cruzar fácilmente a Israel.
Tras un prolongado período de calma en la Franja de Gaza, las protestas se reanudaron en la frontera a principios del mes pasado. Una situación que tendría que ver con el ataque del sábado. Así lo comentó el analista de seguridad Ron Ben-Yishai, quien recientemente arrojó luz sobre el asunto.
Explicó que estos disturbios fueron orquestados como una táctica de distracción para ocultar la colocación estratégica de explosivos. La intención detrás de esta operación encubierta era crear brechas en las vallas y barreras, permitiendo a los terroristas infiltrarse el sábado.
Asimismo, el medio israelí pone de relieve la reunión que hace dos semanas sostuvieron en Beirut, la capital de Líbano, los líderes de las organizaciones terroristas Hamas, Yihad Islámica y Frente Popular para la Liberación de Palestina, cita que tuvo lugar apenas dos días después de la reanudación de los ataques con globos incendiarios contra Israel.
El lunes pasado, las Brigadas Al-Quds, la facción armada de la Yihad Islámica, iniciaron ejercicios con fuego real en la Franja de Gaza, que implicaron el lanzamiento de misiles al mar. En un comunicado emitido por las Brigadas Al-Quds, anunciaron el inicio de un “ejercicio ofensivo avanzado, con la participación de unidades altamente entrenadas, que incluye misiles, artillería, francotiradores y operaciones de inteligencia, simulando ataques selectivos contra instalaciones militares asociadas con las fuerzas sionistas”, apunta Ynet.
Luego, poderosas explosiones sacudieron el norte de Gaza, y a los residentes de las comunidades israelíes que rodean el enclave palestino se les dijo que se trataba de meros simulacros de práctica. Una semana después, las explosiones ya no eran una práctica, sino el preludio de una catástrofe que Israel no había presenciado en mucho, mucho tiempo.
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