Ejército abre nueva investigación por muerte del conscripto Franco Vargas y sumario concluye que su fallecimiento fue “con ocasión del servicio”

Un total de cinco sumarios abrió el Ejército a raíz de la muerte de Franco Vargas (19). A poco más de tres meses desde que el joven conscripto del servicio militar falleció en medio de una marcha instructiva de la Brigada Motorizada N.º 24 “Huamachuco” en Putre, la institución castrense decidió abrir una sexta indagatoria interna respecto a la ocurrido aquel 27 de abril pasado.

La muerte del joven conscripto, oriundo de la Región Metropolitana, generó un verdadero terremoto al interior del Ejército, luego de que el propio comandante en jefe, Javier Iturriaga, decidiera abrir una serie de investigaciones administrativas para conocer las circunstancias del fallecimiento de Vargas.

Además de la investigación al interior del Ejército, la justicia también indaga en paralelo las presuntas responsabilidades en la muerte de Franco Vargas. Lo anterior, a cargo de la Fiscalía Regional de Arica y Parinacota, luego de que la Corte Suprema zanjara que fuera la justicia civil la que indagara lo ocurrido en la “marcha fatal de Putre”, como se ha denominado la instrucción militar en la que, además, otros 45 conscriptos enfermaron, cuatro de ellos de gravedad.

Tras estos hechos la familia de Vargas acusó al Ejército de encubrir la muerte del conscripto. Durante las últimas semanas, y con el fin de esclarecer si es que hubo responsabilidades directas o apremios ilegítimos en el deceso, la Fiscalía realizó la exhumación del cuerpo del joven fallecido en abril.

Tras el fallecimiento del conscripto Vargas, Iturriaga instruyó la realización de cinco sumarios administrativos. El primero de estos para determinar, formalmente, si la muerte del joven de 19 años ocurrió en el marco de la instrucción militar, investigación interna que ya fue resuelta según pudo confirmar La Tercera.

Consultado al respecto, desde el Departamento de Comunicaciones del Ejército, señalaron que el sumario “cuyo objetivo era determinar las causas, naturaleza y circunstancias en que se provocó el sensible fallecimiento del soldado conscripto Franco Vargas (Q.E.P.D.), finalizó, resolviendo que su deceso fue con ocasión del servicio”.

La resolución formal da cuenta de que el conscripto falleció en ejercicio del servicio militar, lo que permite a la institución entregar beneficios hacia la familia de Vargas, como una compensación económica, la que se cobra a través del Seguro de Vida Colectivo Temporal de la Mutualidad del Ejército, el cual según fuentes de La Tercera ya fue cursado y disponible para ser cobrado.

Fue el propio general Iturriaga quien días después de la fatídica instrucción, dijo que esperaba que la madre de la víctima “pueda recibir los beneficios legales que le corresponden”. El resultado de la investigación interna, según confirman desde el Ejército, le fue comunicada personalmente a la madre del conscripto Vargas.

El sexto sumario que abrió el Ejército el 19 de julio y busca “esclarecer deficiencias administrativas” en el fallecimiento del conscripto.

Los otros cuatro sumarios en curso se encuentran “con diligencias en trámites”. Se trata de indagatorias de carácter administrativos que se abrieron para determinar algunas falencias que pudieron incidir en la muerte del conscripto en Arica, como las condiciones sanitarias, medioambientales, así como también algunas de tipo médica sobre las enfermedades de los otros conscriptos.

Tras la muerte del conscripto, y frente a las críticas de la familia hacia la institución castrense, fue el propio general Iturriaga quien se desplegó en la zona norte. En ese contexto el máximo cargo del Ejército asumió que la información inicial difundida por el organismo “adoleció de falta de precisión y ello llevó a las diferentes contradicciones que han sido de público conocimiento”.

En ese marco el general anunció las investigaciones internas “para establecer la verdad y precisar si existió ocultamiento de información o si derechamente se mintió”. Además de eso, el general removió a algunos mandos, incluso solicitó la baja de uno de ellos al propio Presidente Gabriel Boric.

Se trata del comandante en jefe de la VI División de Ejército, general de brigada Rubén Castillo Herrera, y del comandante de la brigada que tenía bajo su tutela a los conscriptos, el coronel Sebastián Silva Ramírez. Y es que a juicio del comandante en jefe, en la muerte de Vargas hubo “falta de diligencia” y “omisiones para pesquisar adecuadamente y en un tiempo prudente falsedades y tergiversaciones”.