El brutal parricidio que estremece a Las Condes

Pasadas la 1.00 de la madrugada de este jueves, llegó hasta su departamento ubicado en la Avenida Manquehue Sur, Francisco (48). Como todos los días, al ingresar al edificio ubicado cerca de la intersección con Avenida Cristóbal Colón, saludó a la conserje que a esa hora cumplía el turno de la noche. El rostro del padre de tres hijos, sin embargo, cargaba una preocupación.

Y es que, al llegar a su departamento, en el piso cuatro de ese edificio residencial, el hombre de 48 años se encontró con una escena que no imaginaba. En una de las habitaciones, sus hijos de 11 y 14 años -uno de ellos un niño con síndrome de down- estaban muertos y presuntamente asesinados por su madre. En otro lugar de la casa también encontró el cuerpo de su hija, una niña de 10 años.

En la habitación matrimonial también estaba tendida la pareja del hombre y madre de los tres niños, Begoña (47), quien se encontraba aún con vida, pero con heridas de gravedad. Según señaló el subprefecto Óscar Alvarado, jefe de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI), tanto en el triple parricidio como el posterior suicidio, “uno de los elementos que fue utilizado para dar muerte a las víctimas sería un arma cortante”.

Tras intentar, infructuosamente, llamar a los servicios de emergencia, el hombre solicitó ayuda a la conserje María Eugenia Sánchez. Junto con eso, llamó a un amigo que vive cerca del lugar, quien rápidamente llegó y se encontró con él justo cuando el padre de la familia llegaba hasta la recepción del edificio.

“Cuando bajó iba mal, con una cara de que no sabía lo que había pasado” (sic), señaló la conserje a los medios. A lo que agregó: “Llamé a la PDI y a Carabineros, que no llegaron nunca. Seguridad Ciudadana fueron los primeros que ayudaron”.

Y es que al no tener respuesta, el hombre, junto a su amigo, salieron hasta un punto de seguridad de la Municipalidad de Las Condes para denunciar lo que ocurría y solicitar ayudar. Junto a los funcionarios municipales, llegaron hasta el departamento, sin embargo, Francisco había dejado las llaves dentro, por lo que no pudieron entrar y tuvieron que derribar la puerta a la fuerza.

Además de eso, quienes conocen de las investigaciones aseguran que, en paralelo, un funcionario de Carabineros que se encontraba fuera de servicio y que sería familiar del hombre de 48 años, también dio aviso a la policía uniformada ante el llamado de auxilio de Francisco.

Fuentes conocedoras del caso señalan a La Tercera que las primeras diligencias han permitido sostener que tras regresar a su domicilio, el hombre encontró a su pareja fallecida en la habitación de sus hijos y no donde inicialmente la había encontrado mal herida. Según señaló el comandante Gerardo Aravena, prefecto (s) de la Prefectura Santiago Andes de Carabineros, “su señora estaba con algunos signos vitales, intentando reanimarla, pero lamentablemente pese a que requirió ayuda de unos vecinos en este proceso es que ella pierde la vida”.

Según las informaciones preliminares, a las cuales tuvo acceso este medio, en el lugar no se encontró ningún tipo de carta o nota de parte de la mujer que presuntamente habría asesinado a sus hijos. Sin embargo, según los primeros antecedentes, esta sí habría enviado un mensaje de WhatsApp minutos antes de los hechos a su pareja con cierto texto alusivo a lo ocurrido.

La familia vivía hace aproximadamente dos o tres años en el edificio de Avenida Manquehue Sur. La madre de 47 años era ingeniera comercial, y durante toda su vida se desempeñó en diferentes cargos gerenciales de una reconocida multitienda nacional. Su esposo, con quien se casó el 2005, se dedicaba a la fotografía. La mujer, además, es hermana de un alto funcionario de Carabineros.

En las primeras declaraciones de familiares a quienes investigan, descartaron que el matrimonio se encontrara en un proceso de separación. Sin embargo, señalaron que Begoña padecía de problemas de salud mental, específicamente de depresión.

La trabajadora del edificio aseguró ante los medios que la pareja se veía “un matrimonio normal, los niñitos el día sábado salían a jugar, a correr”. El persecutor a cargo de la investigación, Claudio Suazo, de la Fiscalía Metropolitana Oriente, quien está a cargo de la investigación, señaló que no existían antecedentes ni denuncias de violencia intrafamiliar. Suazo, además, determinó que sea la Brigada de Homicidios de la PDI la que indague el hecho.

En paralelo, el caso causó conmoción en la comunidad residencial, pero también en la comuna de Las Condes. La alcaldesa Daniela Peñaloza prometió ayuda psicológica tanto para la familia implicada en el terrible hecho como para los funcionarios municipales que prestaron colaboración.

“Todavía estoy tiritona, no puedo creerlo, porque tengo nietos. Uno se pone en el lugar de los niños”, concluyó la conserje.