El desplome de Eriksen agarra desprevenido al fútbol chileno: la realidad local frente a una emergencia máxima
Después del accidente que tuvo al volante danés al borde de la muerte, en pleno partido frente a Finlandia, por el inicio de la Eurocopa, en Quilín acelerarán el catastro para conocer las condiciones con las que cuentan los clubes para enfrentar una situación similar. Por ahora, se asume el retraso.
Christian Eriksen se desvanece en pleno partido entre Dinamarca y Finlandia, por la Eurocopa, y el mundo parece detenerse por varios minutos. El corazón del volante danés y del Inter de Milán, también. Lo prueban las declaraciones de médicos como Sanjay Sharma, quien lo atendió en el Tottenham, quien asegura que el futbolista estuvo muerto por algunos segundos y adelanta que su futuro en el fútbol es incierto o, incluso más, improbable. El impacto y el miedo se apoderan de todos quienes circulan en torno al deporte más popular del mundo. Y llega a Chile. A las redes sociales y hasta a la propia ANFP, donde la pregunta surge de modo natural. ¿Qué pasaría si en el campeonato chileno se produce una situación similar? ¿Está preparado el fútbol chileno en estos tiempos para salvar una vida como, afortunadamente, terminó sucediendo en el caso del mediocampista del Inter?
De todos modos, cuando no existían los adelantos que hay en el presente, un hecho similar ocurrió en el fútbol chileno. Sucedió la tarde del 30 de agosto de 1955, en el partido entre Palestino y Magallanes, en Santa Laura. A los 43′, el árbitro del cotejo, el argentino avecindado en Chile Raúl Iglesias, se desplomó producto de un infarto, falleciendo en la cancha. El hecho tomó de sorpresa a todos. Igual que lo del danés, 66 años más tarde. Increíblemente el partido se siguió jugando hasta el fin del primer tiempo.
César Kalazich, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina del Deporte e integrante de la Comisión Médica de la ANFP, admite la alarma se encendió en Quilín. Que varios se plantearon la misma disyuntiva, aunque entre los profesionales que confluyen en la instancia, que tiene su foco puesto en la prevención de los contagios de Covid-19, la inquietud se había planteado un poco antes. “Hemos estado desde el año pasado intentando regularizar esas situaciones. Que en los partidos haya ambulancia con desfibrilador, por ejemplo. La mayoría de los equipos los tiene. El catastro aún no está finalizado. Esta semana vamos a terminarlo. Lo apuramos en torno a esto, pero ya el año pasado empezamos a recibir información y a hablarlo con la Gerencia de Ligas. Hay algunas cosas que nos gustaría que existan, como que cada club tenga un médico en cancha, que en Primera sí ocurre y en la B y en Segunda División es donde falta. Los clubes intentan abaratar costos, pero a nosotros nos parece que es fundamental, que hay que incluirlo como obligación. Lo que pasó con Eriksen es una prueba”, explica.
La exigencia del desfibrilador se remonta a mediados de los 2000, después de la traumática muerte del camerunés Marc-Vivien Foé, en la Copa Confederaciones de 2003. Sin embargo, no siempre se cumple. Para algunos, aún es considerado “un gasto innecesario”.
“La idea es incluir a la tres categorías. El fútbol chileno debe tener un mínimo estándar. Son requisitos básicos. La Comisión Médica está juntando esa información, intentando hacer una especie de capacitación, que varios clubes han pedido, en RCP. Se han hecho algunas, a través de la clínica Meds y de una compañía de seguros, pero evidentemente nos falta profundizar y aumentar la capacitación como algo básico. Incluso, con lo que pasó con Eriksen, uno puede ver el video y aprender qué se hizo bien, mal o qué se hizo tarde o a tiempo. Eriksen estuvo muerto algunos segundos. Lo revivieron a los dos minutos”, postula.
El chequeo
En Chile se aplican chequeos médicos precisamente para evitar riesgos. Antes de viajar a la Copa América, los futbolistas fueron sometidos a exámenes de orina, de sangre y cardiológicos. Lo mismo había sucedido antes del partido eliminatorio frente a Bolivia. Los clubes también los practican. A comienzos de temporada, es usual que los futbolistas sean sometidos a revisiones. Lo mismo sucede antes de cada fichaje.
“En general, al inicio de cada temporada o a la llegada a los clubes, se les hace un examen médico, una evaluación preparticipativa, que incluye la recopilación de la historia médica y familiar del jugador, un examen físico y un electrocardiograma. Algunos les hacen ecocardiograma también. Lo que queremos averiguar es si el estándar de evaluación es igual en todos los clubes. Nosotros pensamos que sí. Es algo que se suele hacer”, dice Kalazich. El médico aclara, incluso, la función esencial de la pesquisa: “El principal es el cardiovascular, para minimizar el riesgo de muerte súbita”.
Otra labor clave es la detección temprana de eventuales patologías, aunque en el caso de Eriksen fue el propio Sanjay Sharma, quien conoce su ficha clínica al dedillo, quien aclaró que no había antecedentes en ese sentido. “En general, el riesgo de muerte súbita comienza a aumentar a los 14-15 años. Ahí comienzan las pesquisas. Ahí, aunque es raro, podemos encontrarnos con alguna patología. En el fútbol profesional es más difícil hallarlo, porque ya han pasado los filtros. Hay excepciones, como el caso de Ever Cantero. Dos o tres casos, con suerte, que no se pesquisaron. Si es así, al futbolista hay que separarlo, porque existe riesgo vital”, sostiene Kalazich.
Obligación en los grandes eventos
El fútbol mundial tiene protocolos claros para atender este tipo de urgencias. Según el instructivo, cualquier desplome dentro del campo de juego debe ser tratado como si fuera un infarto. Esas disposiciones fueron fortalecidas después de la muerte del camerunés Marc-Vivien Foé. Desde ese momento, en todos los principales eventos del fútbol mundial se cuenta con desfibriladores al borde del campo de juego. “En caso de un desplome o desvanecimiento sin contacto, cualquier unidad médica (de equipo o neutral) puede saltar al terreno, sin esperar la orden del árbitro (que puede no ver la acción). Las maniobras de recuperación deben realizarse en cancha, buscando la estabilización”, explicó el periodista y ex funcionario de la FIFA Michael Boys, a través de su cuenta en Twitter.
“Incluso la transmisión oficial de televisión tiene un protocolo (ir a planos generales y no mostrar la acción médica), evitando todo morbo. Esto se cumplió solo parcialmente en la transmisión de hoy”, añade.
“¿Qué pasa con el partido? Existe un comité de crisis, previsto con anterioridad, en el que participan la organización, autoridades locales y los equipos. Se decide qué hacer y se comunica a los involucrados, asistentes, transmisión y medios (suspensión, en este caso)”, agrega. “Lo último: no es necesario que entre la ambulancia hasta la cancha misma, pues los implementos necesarios son portátiles. Sí es imprescindible que los equipos médicos actúen inmediatamente y con todo el apoyo. Salvan vidas, como sucedió con Eriksen esta vez”, concluye.
Los otros deportes
En 2016, el tenis chileno fue testigo de una situación dramática en una cancha. En la final de la Copa Las Condes, Jorge Seguel, padre de la jugadora Daniela Seguel, sufrió un paro fulminante y falleció en el trayecto, de menos de 10 minutos, entre el Club El Alba y la Clínica UC de San Carlos de Apoquindo. En aquella ocasión, debió ser trasladado en un vehículo particular, ya que no había una ambulancia disponible. Sin embargo, de acuerdo a los médicos que lo atendieron, “era difícil pensar que una ambulancia lo hubiera salvado”.
Con el paso del tiempo, el Ministerio del Deporte fue tomando cartas en el asunto. “A mediados del año pasado, por disposición del Ministerio, todas las federaciones cuentan con un desfibrilador. Además, se nos realizó un curso de capacitación para los funcionarios”, explica Sergio Elías, presidente de la Federación de Tenis, quien además cuenta que “a los jugadores del circuito de menores se les solicita un certificado médico para poder competir”.
En el básquetbol, también hay una preocupación por el asunto. “Desde mayo del 2017, cuando nosotros asumimos, existe personal médico, paramédico para cualquier situación; siempre hemos tenido una ambulancia. Además, en cada entrenamiento de las selecciones hay personal médico. Ahora compramos un desfibrilador, que también lo tenemos en la federación. Le hemos dado una importancia muy grande a este tema y tenemos un completo equipo médico a cargo. Sin duda, estamos preparados ante una situación como la de Eriksen, que ojalá nunca pase”, relata Irán Arcos, timonel de la Federación de Básquetbol.
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