El destino preferido de Leoz: la estrecha relación del capo de la Conmebol con Chile
El fallecido expresidente de la CSF tenía un especial encanto por el país, al que visitaba no solo en giras oficiales. Su hijo se trató una enfermedad en Santiago y uno de sus grandes orgullos fue que una calle de Coquimbo llevara su nombre.
"Avenida Costanera Doctor Nicolás Leoz Almirón". Así se llamó y lució desde 2010 hasta 2013 un tramo de la calle que une Coquimbo con La Serena. Es uno de tantos sucesos que unieron estrechamente al fallecido exmandamás de la Conmebol con Chile.
Lo de la calle se resume más o menos así: Óscar Pereira, alcalde de Coquimbo en esa época, decidió homenajear así al ex presidente del ente rector del fútbol sudamericano. ¿El motivo? El ex dirigente había sido clave en elegir a Chile y la ciudad de la Cuarta Región para ser sede del Mundial Femenino Sub 20 de 2008. Ello motivó la remodelación del Francisco Sánchez Rumoroso.
Harold Mayne-Nicholls, presidente de la ANFP en esa época, aporta detalles del proceso: "Leoz presionó mucho a Alfredo Asfura (dirigente chileno de la FIFA y Conmebol ). Era porque el alcalde Velásquez se lo había ofrecido a Leoz (bautizar una calle con su nombre) en la inauguración del Proyecto Goal en Coquimbo en el 2004. Velásquez improvisó un discurso mientras almorzábamos en el Hotel de La Herradura en Coquimbo. Estaba todo el directorio de Coquimbo en el almuerzo. Leoz dijo "soy hijo ilustre; doctor honoris causa; hay estadios a mi nombre y tantas cosas más... pero nunca me habían ofrecido nombrar una calle en mi honor. Gracias Alcalde".
De ahí en adelante, de tanto en tanto Leoz insistía con Asfura, su gran nexo en Chile: "¿Y? ¿Para cuándo la calle?", relata Mayne Nicholls, quien explica: "Hasta que el alcalde Pereira lo aceptó. Pero se descuadró. Velásquez había ofrecido nombrar la calle de acceso al Complejo Las Rosas... Y Pereira le puso el nombre a una gran avenida de la comuna. Para la inauguración Leoz vino en su avión privado con toda su familia, entre otros su hermana Pomposa", cierra el periodista.
La iniciativa fue sumamente criticada y menos de cuatro años después las acusaciones de corrupción en contra de Leoz lo tenían contra las cuerdas, por lo que el consejo municipal le quitó el nombre a la calle, volviendo a llamarse simplemente Avenida Costanera.
Los nexos con Chile se repiten una y otra vez. Y es que Leoz estuvo 27 años en el poder de la Conmebol y desde que asumió en 1986, coincidió con 12 presidentes (interinos y electos) de la ANFP: Miguel Nasur, Manuel Córdova, Sergio Stoppel, Guillermo Weinstein, Abel Alonso, Ricardo Abumohor, Mario Mosquera, Miguel Bauzá, Reinaldo Sánchez, José Abdalah, Harold Mayne Nicholls y Sergio Jadue.
"Mi relación con él fue de años, pero siempre ligada a temas oficiales. Me pidió que fuera parte del comité ejecutivo y nunca acepté", dice Ricardo Abumohor, timonel del fútbol chileno entre 1993 y 1998.
"Es una pena su muerte, pero a mí me decepcionó. Todo lo bondadoso y gentil que era, se opaca con los temas de corrupción en que se vio envuelto", aporta Mayne Nicholls, presidente de la ANFP entre 2007 y 2011.
Con algunos otros mandamases de la actividad en Chile tuvo una estrecha relación, más allá de lo netamente futbolístico. Sin ir más lejos, fue una suerte de padrino de Sergio Jadue. Conocedores de esa relación dicen que Leoz vio en el calerano a un hombre que podía atraer fácilmente hacia su costal. Y estaba en lo correcto, puesto que el calerano sería otro de los que caería con el FIFAGate, confeso de recibir sobornos en los que también estuvo involucrado Leoz. "En apenas dos años lo maleó", reseñan cercanos a esa relación.
Dirigentes de esa época reseñan que Leoz fue el principal intermediador para que Chile se quedara con la organización de la Copa América 2015, intercambiando años con Brasil 2019. El paraguayo dio su venia para que esto así ocurriera, puesto que los brasileños tenían pegado el Mundial de 2014.
Muchos años antes de que eso fuera posible, Leoz tuvo una activa participación en el proceso de castigo que vivió Chile tras el corte que se propinó Roberto Rojas en Brasil. "Cuando Chile fue castigado por la FIFA, fue el responsable de recomponer las relaciones con Brasil. A través de Teixeira ayudó a que Chile volviera a poder conversar con la CBF. Tuvo un rol más que activo", cuenta el chileno Alfredo Asfura, ex funcionario FIFA y asesor de la Conmebol durante décadas. Asfura se reconoce un gran amigo de Leoz.
Hay otros personeros chilenos que incluso alcanzaron a conocer una de sus tantas propiedades en Paraguay. Ahí, cuentan, tenía colgadas fotos con diversos jefes de estado de Chile a los que le tocó conocer. Desde Augusto Pinochet en adelante.
Otros conocieron su imponente oficina, que, literalmente, era del porte de una cancha de futsal, con tres espacios independientes. Más de una vez lo vieron sostener tres reuniones al mismo tiempo en ese lugar. Y nunca tomaba apuntes de nada. "Le gustaba coleccionar condecoraciones, sobre todo las que recibía en Chile. Acá sintió que era uno de los lugares donde más lo reconocían", exponen ex dirigentes del fútbol chileno.
De hecho, cuentan que muchas veces visitaba el país solamente para "recibir cariño". Que realizaba viajes de placer en contextos no oficiales. Que muchas veces se escapaba por el fin de semana, siempre a hoteles de lujo. "Le encantaba venir a Chile", reseña Asfura. "Lo conocí bastante, desde el año 69. Era un hombre muy generoso en cuanto a disposición, a conversaciones. Tenía una forma de ser bastante cercana y siempre fue muy cordial ante las peticiones nuestras (del fútbol chileno)", agrega el ex dirigente nacional.
Además, explica que conoció mucho a su familia y que incluso "cuando venía a Chile visitaba mi casa para disfrutar de una conversación simple de fútbol. Me ha apenado mucho su partida, estuvo siempre dispuesto a ayudar".
En la ANFP aún trabajan funcionarios que tienen vivo un recuerdo, el del día en que Leoz se cayó de bruces subiendo una escalera. Dicen, incluso, que hay fotos del momento. Y que el paraguayo se levantó con ayuda e hizo como que nada había pasado y siguió subiendo. Cero escándalo.
Hay muchos chilenos, dirigentes del fútbol y otros que no, que tienen una copia del libro autobiográfico "Pido la palabra" que se publicó en 2001 y que fue traducido al inglés, portugués, chino, coreano, ruso y árabe. Por años fue su regalo cuando alguien lo visitaba.
Para Leoz, Chile también tenía una relevancia familiar. Porque además de gustarle mucho el país, en Santiago encontró un especialista para tratar a uno de sus hijos. "Es efectivo, venía de tanto en tanto a acompañar a su hijo, que tenía una situación médica seria", aporta Asfura.
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